El ELP y el M-19 firman, entre hoy y ma?ana, una tregua con el Gobierno colombiano
Dos organizaciones guerrilleras de Colombia firmar¨¢n con el Gobierno, en el curso de las pr¨®ximas 24 horas, una tregua que, en principio, tiene car¨¢cter indefinido. El Ej¨¦rcito Popular de Liberaci¨®n (EPL), que se autoproclama marxista-leninista, lo har¨¢ a las cuatro de esta tarde en Medell¨ªn, segunda ciudad del pa¨ªs. Estaba previsto que el M-19, de origen nacionalista, suscribiera el acuerdo simult¨¢neamente en dos poblaciones del Caquet¨¢ y el valle del Cauca, pero sus dirigentes han decidido retrasarlo hasta ma?ana por la presencia del Ej¨¦rcito en zonas pr¨®ximas.
Con ¨¦sto, son ya tres las guerrillas colombianas que acuerdan silenciar sus fusiles, ya que las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) decretaron un alto el fuego el pasado 28 de mayo. S¨®lo el Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n Nacional (ELN), al que perteneci¨® en su d¨ªa el cura guerrillero Camilo Torres, ha quedado, por ahora, al margen de este proceso de pacificaci¨®n emprendido por el presidente Belisario Betancur.La firma de la tregua por parte del EPL est¨¢ decidida en todos sus extremos. Su m¨¢ximo l¨ªder, Francisco Caraballo, se presentar¨¢ a las cuatro de la tarde en el lugar convenido, vestido de civil y desarmado, junto con toda la plana mayor.
La c¨²pula del M-19, encabezada por Iv¨¢n Marino Ospina, se encuentra ya en la poblaci¨®n de Corinto, uno de los lugares elegidos para la firma por parte de este grupo. El ¨²nico ausente es el n¨²mero dos, ?lvaro Fayad, que a mediod¨ªa de ayer dio una conferencia de prensa restringida en Bogot¨¢ para anunciar que por su parte est¨¢ todo listo y que falta tan s¨®lo la desmilitarizaci¨®n de Yumbo. "Nuestra voluntad de detener la lucha es clara, pero el Ej¨¦rcito tiene que dar tambi¨¦n pruebas de lo mismo".
El cese de hostilidades iba a ser suscrito el pasado 13 de agosto, pero tres d¨ªas antes fue asesinado uno de los l¨ªderes hist¨®ricos del M-19, Carlos Toledo Plata, que se hab¨ªa incorporado a la vida civil acogi¨¦ndose a la amnist¨ªa. Un d¨ªa despu¨¦s, sus compa?eros de armas ocupaban la poblaci¨®n industrial de Yumbo.
Dos caras de un compromiso
El convenio quedaba as¨ª pospuesto una vez m¨¢s. En los ¨²ltimos d¨ªas se ha comentado que algunos dirigentes del M-19, concretamente Rosemberg Pab¨®n y Carlos Zarro, que encabezaron el asalto a Yumbo, estar¨ªan en contra de la tregua. ?lvaro Fayad lo neg¨® ayer enf¨¢ticamente.El pacto tiene dos partes diferenciadas, relativa una al cese de hostilidades y la otra a las reformas pol¨ªticas que debe emprender el Gobierno para perfeccionar la democracia colombiana. A partir del 30 de agosto, las columnas del EPL, y en su caso las del M-19, recibir¨¢n la orden de detener la lucha siempre que el presidente Betancur haga lo mismo con las Fuerzas Armadas.
El Ej¨¦rcito no podr¨¢ desde ese momento hostilizar y detener m¨¢s que a aquellos que persistan en la lucha armada. Las guerrillas seguir¨¢n teniendo en su poder las armas hasta que se cumplan los acuerdos pol¨ªticos, y ¨¦sto se ha convertido en excusa suficiente para que el Ej¨¦rcito las persiga ocasionalmente por el delito de portar armas, lo que se ha traducido ya en varios choques armados con las FARC.
Las contrapartidas pol¨ªticas de la tregua consisten b¨¢sicamente en la apertura de un proceso de reforma constitucional que incluya una revisi¨®n del sistema de propiedad de la tierra, un reconocimiento m¨¢s progresista de los derechos individuales y pol¨ªticos, y el levantamiento del estado de sitio.
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