Un total de 25 pel¨ªculas italianas participan en las distintas secciones del festival

Mostra de VenecIa se inicio ayer objetivo claro: promocionar el cine italiano. Entre las distintas secciones se alcanza la cifra de 25 pel¨ªculas dirigidas por ¨¦mulos de Fellini. Es un n¨²mero considerable para una cinematograf¨ªa que atraviesa una crisis profunda, econ¨®mica y de ideas. Pero la 41? edici¨®n de la Mostra veneciana se propone acabar con el pesimismo y dar una imagen euf¨®rica. La edici¨®n de este a?o dedica una retrospectiva al cineasta Luis Bu?uel, que falleci¨® en julio del a?o pasado. Ser¨¢ proyectada toda la filmograf¨ªa del director de Un perro andaluz y El ¨¢ngel exterminador.

En la secci¨®n De Sica son 11 las pel¨ªculas italianas presentes. Algunos comentaristas, ante la benevolencia de los criterios que rigen entre los responsables de la secci¨®n, hablan de que el gran Vittorio de Sica, m¨¢s que el patr¨®n laico de la cinematograf¨ªa transalpina, corre el riesgo de transformarse en el beato Cottolengo. Tal es el grado de miseria intelectual o art¨ªstica de alguno de los filmes que se acoge a su demasiado ancho abrazo.El resultado de la maniobra est¨¢ por ver, y es mejor no precipitarse al valorarla, aunque no est¨¢ de m¨¢s recordar los peligros que corre un festival internacional cuando se utiliza demasiado abiertamente para practicar el chovinismo. El caso de San Sebasti¨¢n, con su nula repercusi¨®n de cara al exterior, es ejemplar. Aqu¨ª, de momento, la pel¨ªcula que ha abierto el fuego es La neve nel bicchiere, de Florestano Vancini, que corresponde a ese tipo de cine ilustrativo que surge de la colaboraci¨®n con los poderes p¨²blicos -en este caso, la RAI y de lo conveniente que resulta para ¨¦stos llevar a la pantalla novelas conocidas, que eviten el tener que leer e interpretar guiones originales. La neve nel bicchiere se basa en la obra de Nerino Rossi y narra las dificultades y esperanzas que atraviesa una familia de campesinos. Desde la miseria m¨¢s absoluta hasta la implantaci¨®n del fascismo hay un largo camino que recorrer, que incluye luchas sindicales, mejoras tecnol¨®gicas, revoluciones frustradas, cambios ideol¨®gicos, y tambi¨¦n, en la esfera de lo privado, partos, bautizos, bodas y entierros, peleas y reconciliaciones.

Mar¨ªa's lovers es justo lo contrario de la pel¨ªcula italiana. Dirigida por el sovi¨¦tico Andrej Michalkov KoncaloVk?j, esta producci¨®n americana es de un romanticismo desaforado, oscilando entre lo sublime y lo rid¨ªculo. Los riesgos corridos por el director y su guionista -Gerard Brache, habitual colaborador de Polanski- son enormes, atrevi¨¦ndose a construir su filme sobre la crisis de impotencia en que se ve sumido John Savage a partir del momento en que se casa con Nastassja Kiriski, la mujer con la que ha so?ado mientras era prisionero de los japoneses durante la segunda guerra mundial. Tanto deseo sublimado, hacen inviables las relaciones sexuales de la pareja.

Maria's lovers es una obra sobre el amor y la muerte, que no duda en hablar abiertamente de susvinculos, que busca -y muy a menudo encuentra- la manera de poetizar una realidad brutal y s¨®rdida, en la que no faltan borracheras, trabajos dur¨ªsimos o s¨®rdidos, como el de matarife, y en el que la historia contada transcurre de acuerdo con los ciclos de la naturaleza, en una met¨¢fora cara a los cineastas sovi¨¦ticos. Una buena parte de los desequilibrios de la apuesta de Koncalovskij viene propiciada por su excesiva dependencia de sus pasiones de cin¨¦filo. El director se inspira demasiado en El cazador y Las puertas del cielo cuando recrea los Estados Unidos de 1045, en Tess cuando decide de qu¨¦ manera la Kinski ha de comer fruta, etc¨¦tera. El resultado son repetidas fracturas en la verosimilitud del filme, muy especialmente en la interpretaci¨®n de ella, que nunca llega a parecer una modesta y virginal enfermera, ansiosa de vicar¨ªa, para poder disfrutar del matrimonio. En cualquier caso, la Kinski y su reto?o -el aut¨¦ntico, no el de Maria's lovers- est¨¢n en Venecia y son las estrellas de este festival poco amante del divismo.

Cap¨ªtulo aparte merece la fotograf¨ªa de Maria's lovers. Si ya es de por s¨ª excelente y digna de menci¨®n, m¨¢s razones hay a¨²n para fijarse en ella desde el momento en que la firma Juan Ruiz Anch¨ªa, el responsable de la imagen de Soldados o Renacer, por citar dos trabajos hechos con cineastas espa?oles. En Mar¨ªa's lovers, con mayor presupuesto y mejores servicios t¨¦cnicos, Ru¨ªz Anch¨ªa inventa una imagen l¨ªrica, con un clima de luz que sabe pasar sin dificultad del onirismo al tono crudo que corresponde a decorados y, situaciones deprimentes. Algunos de sus planos merecer¨ªan figurar en la antolog¨ªa de los hallazgos visuales.