El acuerdo sobre Hong-Kong le garantiza medio siglo de sistema econ¨®mico capitalista

Las negociaciones entre la Rep¨²blica Popular China y el Reino Unido para la devoluci¨®n de la colonia brit¨¢nica de Hong-Kong finalizaron ayer en Pek¨ªn con completo acuerdo. La colonia pasar¨¢ a ser territorio soberano chino en 1997, fecha en la que expira el contrato de cesi¨®n, pero conservar¨¢ durante 50 a?os su peculiar sistema econ¨®mico y legal, que la convierte en el tercer centro financiero del mundo.

El texto del acuerdo, que todav¨ªa no ha sido hecho p¨²blico, ser¨¢ debatido hoy por el Consejo de Ministros brit¨¢nico, pero tendr¨¢ que ser el Parlamento, probablemente a fin de a?o, el que d¨¦ luz verde definitiva.Las negociaciones se han desarrollado ininterrumpidamente durante 14 meses y han atravesado fases dificiles. Londres mantuvo inicialmente que s¨®lo estaba obligada a devolver una parte del territorio de la colonia, pero pronto abandon¨® cualquier pretensi¨®n en este sentido y acept¨® sin rodeos su completa devoluci¨®n. El Gobierno brit¨¢nico tuvo que someterse tambi¨¦n a las exigencias chinas de llegar a un acuerdo antes del 30 de este mes. Si no se hubiera producido un entendimiento, Pek¨ªn hubiera anunciado unilateralmente sus planes. Igualmente, Londres ha renunciado a conservar alg¨²n papel en la Administraci¨®n de Hong-Kong despu¨¦s de 1997. Bien al contrario, ser¨¢ China quien entre a formar parte de un nuevo comit¨¦ encargado de vigilar la colonia desde ahora y hasta 1997.

Las ¨²ltimas jornadas de negociaci¨®n se desarrollaron bajo una fuerte tensi¨®n. Londres pretend¨ªa introducir seis ap¨¦ndices con garant¨ªas de que Pek¨ªn respetar¨¢ sus compromisos, pero China se neg¨® a aceptarlos y el Reino Unido ha tenido que conformarse con la declaraci¨®n de buena fe del r¨¦gimen comunista. El secretario del Foreign Office, sir Geoffrey Howe, estima que Pek¨ªn es un interlocutor serio y que son los chinos los primeros interesados en mantener los compromisos adquiridos con el Reino Unido, no s¨®lo porque obtendr¨¢ beneficios econ¨®micos de Hong-Kong sino porque pol¨ªticamente el ¨¦xito de la operaci¨®n puede repercutir en sus relaciones con Taiwan.

El procedimiento a seguir ahora ser¨¢ el siguiente: una vez aprobado por el Gobierno, el acuerdo ser¨¢ sometido a consulta en Hong-Kong y posteriormente a aprobaci¨®n en la C¨¢mara de los Comunes. La consulta en la colonia es un puro tr¨¢mite, porque Londres no lo someter¨¢ a refer¨¦ndum, sino que solicitar¨¢ la opini¨®n del Consejo Ejecutivo, que controla completamente. El Gobierno conservador de Margaret Thatcher no reconoce a los 5,4 millones de habitantes de Hong-Kong el derecho a decidir su futuro ni a pronunciarse sobre los t¨¦rminos de su devoluci¨®n a China.

"Los habitantes de Hong-Kong no tienen motivos para quejarse", afirm¨® un diputado conservador, antiguo diplom¨¢tico, "si no llega a existir un acuerdo la situaci¨®n hubiera sido peor para ellos, porque nosotros estamos obligados de todas formas a devolver la colonia dentro de 13 a?os".