La 'comisi¨®n S¨¢bato' entreg¨® a Alfons¨ªn la documentaci¨®n sobre los desaparecidos ante miles de personas que gritaban "?Nunca m¨¢s!"
La Comisi¨®n Nacional sobre Desaparici¨®n de Personas, que preside el escritor Ernesto S¨¢bato, entreg¨® ayer al presidente argentino, Ra¨²l Alfons¨ªn, los 50.000 folios, fruto de casi 10 meses de investigaci¨®n, en los que se recogen los horrores padecidos por el pueblo argentino como consecuencia de la guerra sacia llevada a cabo por la dictadura militar que se instaur¨® en el pa¨ªs en marzo de 1976. Al acto de entrega de la documentaci¨®n, en la Casa Rosada, asistieron millares de argentinos convocados con una sola consigna: "?Nunca m¨¢s!".
En el Gran Buenos Aires, aglomerado urbano triturado por la hiperinflaci¨®n, la polic¨ªa federal acaba de detener a una banda de extorsionistas, "gavilla de malvivientes" (en el encantador castellano de muchos peri¨®dicos argentinos), que extra¨ªan sumas de dinero a las familias de los desaparecidos. Present¨¢ndose como miembros de los servicios de inteligencia de las Fuerzas Armadas, obligaban a pagar este ominoso impuesto a cambio de mantener con vida al familiar desaparecido y que supuestamente a¨²n permanec¨ªa con vida en alg¨²n ignoto chupadero (campo clandestino de detenci¨®n y tortura). Es el sobreprecio de dolor que pagan en Argentina quienes no han perdido la esperanza y a¨²n aguardar¨¢n durante a?os a que cientos de los miles de desaparecidos llamen alg¨²n d¨ªa a las puertas de sus casas.El hermano de un estudiante chupado en 1976 por un grupo de tareas de la Armada, hijo de un prestigioso oculista porte?o, comentaba a este corresponsal que la colaboraci¨®n con la Comisi¨®n Nacional sobre Desaparici¨®n de Personas, que preside Ernesto S¨¢bato, hab¨ªa aportado alguna paz a toda la familia: "Ahora mis padres saben que su hijo fue asesinado con una inyecci¨®n de pentotal en la Escuela de Mec¨¢nica de la Armada junto a otros muchachos, la fecha estimada de su ejecuci¨®n y qui¨¦n dio la orden para que se consumara el crimen. Su cuerpo fue arrojado al Atl¨¢ntico desde uno de los aviones sin portezuelas que rend¨ªan servicio funerario a los centros clandestinos de detenci¨®n. Es un horror, pero m¨¢s cruel era la incertidumbre".
Peque?os apuntes del informe S¨¢bato (50.000 folios ya microfilmados y guardados en bancos argentinos y uno extranjero) se han filtrado a los periodistas, pese al hermetismo de los miembros de la comisi¨®n investigadora. No a?aden nuevos elementos de espanto a las l¨ªneas generales de este drama, ya conocido, y que s¨®lo la fuerza verbal de Shakespeare podr¨ªa relatar. Lo que aporta estimablemente el informe son confesiones de aquellos torturadores aquejados de problemas de conciencia, adem¨¢s de denuncias de cuantos regresaron con vida tras su detenci¨®n-desaparici¨®n, y asimismo una ingente acumulaci¨®n de pruebas sobre fechas, localizaci¨®n de chupaderos, testimonios, fisonom¨ªas, nombres, apodos, grados, que va a caer como una torre entera sobre los milicos argentinos.
La macabra historia de la noche de los l¨¢pices, de la que se informa en el recuadro de la p¨¢gina, es la ¨²ltima conocida y testificada, pero en modo alguno la m¨¢s abyecta. El informe S¨¢bato contiene datos fehacientes sobre beb¨¦s desaparecidos o sobre chupaderos en donde desaparec¨ªan las embarazadas, a quienes se lleg¨® a aplicar corriente alterna al feto conectando la picana a una cuchara de metal. Existen mengeles, a¨²n en libertad, que experimentaron con sus v¨ªctimas, y hasta sacerdotes cat¨®licos, en la n¨®mina de los centros de tortura, que aportaban consuelo espiritual a los supliciados.
Con el informe S¨¢bato el horror documentado campar¨¢ por el pa¨ªs, por m¨¢s que sean pocos los argentinos que no tengan conciencia larga, de aquellas atrocidades. Los militares sembraron deliberadamente el terror para acabar con la guerrilla urbana y rural y reconstruir la sociedad argentina sobre nuevas bases morales. Una ni?a de cinco a?os, secuestrada junto a sus padres -otro dato de la comisi¨®n S¨¢bato- se suicid¨® de un tiro en la eabeza con la pistola colocada sobre una mesa de uno de los que torturaban, en su presencia, a su madre.
El conflicto de los nombres
Los 50.000 folios que ayer por la tarde (madrugada en Espa?a) se entregaron al presidente Alfons¨ªn ser¨¢n resumidos en 15 para la Prensa. Pocas horas antes del acto a¨²n debat¨ªa lacomisi¨®n si el m¨ªnimo extracto que se har¨¢ inmedia tamente p¨²blico contendr¨¢ los nombres de al menos 200 jefes, oficiales y suboficiales de las tres armas directamente denunciados por los desaparecidos que recobraron la libertad. Es dudoso que resulte as¨ª. Otros 1.200 militares aparecen acusados en el informe por testimonios jurados, pero indirectamente, ya que no por sus propias v¨ªctimas, que siguen desaparecidas.
El general Ram¨®n Camps present¨® anteayer un recurso de amparo ante la justicia federal -efectuado desde su reclusi¨®n en el comando del primer cuerpo de Ej¨¦rcito- para que se impida la publicaci¨®n de los nombres de militares que incluye el informe S¨¢bato. Dar a la luz estos nombres es, sin duda, un problema jur¨ªdico y moral, pero esencialmente es un tema pol¨ªtico que ser resolver¨¢ como tal.
Antes de un mes el informe ser¨¢ nuevamente resumido en 300 folios y editado en un libro, prologado por el propio S¨¢bato, que el Estado distribuir¨¢ a precios populares. Los 50.000 folios microfilmados ser¨¢n puestos a disposici¨®n del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, encargado de encausar a las tres primeras Juntas militares y a algunos destacados jefes de la represi¨®n, adem¨¢s de en manos de la justicia ordinaria.
La comisi¨®n S¨¢bato la integran una periodista, un fil¨®sofo, un jurista, un obispo cat¨®lico, un epistem¨®logo, un te¨®logo, un rabino, tres pol¨ªticos y un acad¨¦mico. Durante nueve meses largos de trabajo han contado con todo el apoyo del Gobierno y ser¨¢n reemplazados por una subsecretar¨ªa del Ministerio del Interior, ya con car¨¢cter permanente, encargada de velar por el respeto a los derechos humanos tanto en el pasado como en el futuro.
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