Javier de Paz
Elegido nuevo secretario general de las Juventudes Socialistas
A los 26 a?os, Javier de Paz es ya un veterano en la militancia del PSOE. Ingres¨® en 1973, cuando ¨¦l contaba 15 a?os de edad y el PSOE apenas ten¨ªa 500 militantes en el interior de Espa?a y cuando la lucha entre los j¨®venes sevillanos, encabezados por Felipe Gonz¨¢lez y Alfonso Guerra, contra el veterano secretario general socialista, Rodolfo Llopis, estaba en todo su apogeo.
En 1973, Javier de Paz ingresa e las Juventudes Socialistas en Valladolid, su ciudad natal, de la mano de su t¨ªo Jes¨²s Mancho, hoy miembro de la ejecutiva confederal de UGT. La de Javier de Paz era, en cierto modo, una decisi¨®n l¨®gica: su padre, trabajador de construcci¨®n -hoy concejal por Valladolid- hab¨ªa militado en el PSOE "desde siempre", lo mismo que su t¨ªo Jes¨²s. Ayer, 11 a?os despu¨¦s, resultaba elegido secretario general de las Juventudes Socialistas. Durante una d¨¦cada ha ocupado puestos en la ejecutiva federal de la construcci¨®n de UGT y en la ejecutiva de las Juventudes Socialistas, como secretario de organizaci¨®n. Con ello se resume casi de manera exhaustiva una biograf¨ªa de estudiante frustrado -abandon¨® la carrera de Derecho en primer curso, aunque ahora piensa volver a matricularse en la Universidad de Educaci¨®n a Distancia-, de trabajador de la construcci¨®n y de hombre encuadrado permanentemente en el aparato sindical del partido.
Por tanto, no resulta extra?o que Javier de Paz vea su futuro en la pol¨ªtica aunque "no soy secretar¨ªo general de las juventudes socialistas porque considere que ¨¦sto puede garantizar mi futuro. Muchas veces tengo la sensaci¨®n de que podr¨ªa hacer otras cosas al margen de la pol¨ªtica y ya lo intent¨¦ en 1979, aunque entonce; me pidieron que volviese. ?sto agota bastante".
Es t¨ªmido, delgado, curtido por el trabajo. Su imagen, est¨¢ bastante alejada de la del universitario al uso que suele ocupar la jefatura de las organizaciones pol¨ªticas juveniles. Parece perfectamente, capaz de asumir la direcci¨®n de una organizaci¨®n que, seg¨²n ¨¦l, cuenta con 30.000 militantes y que asume crecientemente un papel de conciencia cr¨ªtica de la actividad de sus mayores, hoy en el poder. Sin embargo, se muestra p¨²blicamente mucho menos contestatario hacia esta actividad de lo que podr¨ªa pensarse a trav¨¦s de las resoluciones adoptadas ayer en el congreso de las Juventudes. Dice que el Gobierno de Felipe Gonz¨¢lez le gusta aunque es criticable en algunos aspectos, como el no practicar una pol¨ªtica demasiado agresiva para terminar con el desempleo juvenil o en su lucha por la paz".
El mensaje con el que Javier de Paz parte en esta nueva etapa de su biograf¨ªa no es excesivamente ilusionante: "la juventud, desgraciadamente, se est¨¢ haciendo conservadora. S¨®lo se moviliza por problemas estrictos y concretos. Creo que se est¨¢ pasando de la utop¨ªa a una pol¨ªtica, que tiene que ser m¨¢s realista; los movimientos ecologistas, pacifistas, etc¨¦tera, van a perder protagonismo en Europa occidental (en Espa?a nunca lo han tenido) y se va a volver a los movimientos cl¨¢sicos, como sindicatos y partidos. Hay que sindicalizar a los universitarios".
Para ¨¦l, el desempleo juvenil constituye el principal problema, la referencia concreta que hace que los j¨®venes olviden muchas ilusiones y utop¨ªas; por ello "hay que reincidir en la defensa de los intereses concretos de la juventud. Antes, la gente entraba a trabajar cuando ten¨ªa una edad determinada. En la actualidad, los j¨®venes no tienen trabajo, por ello corremos el riesgo de que todo el descontento que antes se centraba en temas concretos se haga ahora m¨¢s gen¨¦rico, se dirija contra el sistema".
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