Mosc¨² insiste en su deseo de normalizar relaciones a pesar de los obst¨¢culos que pone Pek¨ªn
La URSS acus¨® ayer a Pek¨ªn, ante ¨¦l tel¨®n de fondo del 35? aniversario de la Rep¨²blica Popular China, de obstaculizar la mejora de las relaciones mutuas e insisti¨® en su deseo de normalizarlas tras m¨¢s de 20 a?os de distanciamiento ideol¨®gico.
Un art¨ªculo conmemorativo publicado por el diario Pravda advert¨ªa a los dirigentes chinos; que la normalizaci¨®n no puede alcanzarse con "condiciones previas inaceptables" ni considerando a la URS S como "la principal fuente de tensi¨®n internacional" o "una amenaza a China". "Tal enfoque no tiene nada que ver con la realidad de las relaciones internacionales ni con la pol¨ªtica sovi¨¦tica para con China", se?alaba Pravda. Se refer¨ªa as¨ª a las tres, peticiones de Pek¨ªn que, b¨¢sicamente, bloquean las conversaciones de normalizaci¨®n de relaciones, reiniciadas en octubre de 1982 tras el par¨¦ntesis que provoc¨® la intervenci¨®n sovi¨¦tica en Afganist¨¢n en 1979. Pek¨ªn exige Ia retirada de las tropas sovi¨¦ticas del territorio afgano, el fin de la intervenci¨®n vietnamita en Camboya y la reducci¨®n de los contingentes de tropas sovi¨¦ticas estacionadas en las zonas fronterizas de Siberia y en Mongolia. Aparentemente, Mosc¨² acepta discutir sobre el tercer punto, pero se mantiene inflexible sobre los otros dos. Las consultas bilaterales han mostrado, seg¨²n Pravda, que "se mantienen las diferencias en una serie de cuestiones de principio". Hasta ahora, ha habido cuatro rondas de conversaciones (alternativamente en Pek¨ªn y en Mosc¨²), la ¨²ltima de las cuales se celebr¨® el pasado marzo sin resultado visible. La pr¨®xima ronda est¨¢ prevista para este mes de octubre en Pek¨ªn.
Revitalizaci¨®n de relaciones
Repitiendo un argumento ya utilizado por Konstant¨ªn Chernenko en marzo, Pravda, manifestaba que la URSS no puede llegar a acuerdos "en detrimento de los intereses de terceros pa¨ªses". El diario concluye, sin embargo, que el intercambio de puntos de vista resulta "¨²til", y subraya que, poco a poco, se revitalizan las relaciones econ¨®micas, culturales, cient¨ªficas y de otro tipo en beneficio mutuo. Las relaciones entre China y la URSS no s¨®lo afectan los intereses b¨¢sicos de ambos pueblos, sino que influyen en la atm¨®sfera internacional en su totalidad, opina el peri¨®dico, para el cual la normalizaci¨®n "tendr¨ªa sin duda un efecto saludable sobre la estabilizaci¨®n de la situaci¨®n, no s¨®lo en Asia, sino en todo el mundo".
Tras recordar y elogiar el apoyo econ¨®mico sovi¨¦tico a China durante la primera d¨¦cada despu¨¦s de la revoluci¨®n, Pravda se?ala que "a finales de los cincuenta hubo un brusco cambio" en la pol¨ªtica interna y externa de la direcci¨®n china. Las "tendencias negativas" que se manifestaron entonces desviaron a China de la pol¨ªtica de amistad y cooperaci¨®n con la URSS y otros pa¨ªses socialistas.
Durante los ¨²ltimos tiempos, el tono utilizado por Mosc¨² hacia Pek¨ªn se ha moderado, aunque existen intermitentes ataques a los dirigentes chinos por su actitud hacia la URSS. Pek¨ªn envi¨® al funeral de Yuri Andropov, el pasado mes de febrero, a la figura de mayor rango que ha visitado la URSS en 20 a?os, el viceprimer ministro Wan Li. En mayo, sin embargo, la visita que deb¨ªa efectuar el primer vicepresidente del Gobierno sovi¨¦tico, Ivan Arjipov, a Pek¨ªn fue suspendida sin explicaciones poco despu¨¦s de la visita del presidente Reagan a China y en un contexto de incremento de la tensi¨®n en la frontera chino-vietnamita.
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