La Orquesta Nacional estrena en Mallorca el 'Requiem' de Torrandell

El d¨ªa 29 de septiembre, en el Aud¨ªtorio de Palma de Mallorca, la Orquesta y Coro Nacionales de Espa?a, bajo la direcci¨®n de Od¨®n Alonso, llev¨® a cabo el estreno mundial del Requiem Op.44, Antoni Torrandell (1881-1963). Si tenemos en cuenta su nivel art¨ªstico, son demasiados los a?os que ha tenido que esperar esta obra para ser o¨ªda. Pero, al fin, gracias al inter¨¦s de Tom¨¢s Marco, gerente de la Orquesta y Coro Nacionales, y al impulso de la Conselleria de Cultura de Baleares, la obra del gran compositor mallorqu¨ªn ha podido ser escuchada. Nacido en Inca, Torrandell es una de las figuras de proyecci¨®n internacional que ha dado la m¨²sica espa?ola en nuestro siglo.

La Orquesta y Coro Nacionales de Espa?a se desplazaron cumpliendo doblemente aquella finalidad te¨®rica de tocar para todos los espa?oles y la obligaci¨®n moral de interpretar las obras de nuestros grandes compositores. El Requiem, op. 44, de Antoni Torrandell, es una magn¨ªfica partitura de quien debe ponerse entre los mejores sinfonistas que haya dado nuestro pa¨ªs en lo que va de siglo.

Salvo algunas piezas para piano o de c¨¢mara, el m¨²sico de Inca apenas ha sido programado en Madrid, lo cual no deja de ser lamentable cuando, con frecuencia se ofrecen primeras audiciones de obras con bastante menos sustancia y ambici¨®n formal que las suyas y, sobre todo, con menos m¨¦rito art¨ªstico. Francia (en especial Par¨ªs), Mallorca y en menor medida Barcelona han tenido ocasi¨®n de disfrutar m¨¢s regularmente el arte s¨®lido y dif¨ªcil del compositor mallorqu¨ªn.

Ha sido Od¨®n Alonso, una vez m¨¢s, quien ha acometido la ardua tarea de poner en pie, sin referencia alguna, obra de tal envergadura y complejidad como el Requiem para solistas, ¨®rgano, coro a cuatro voces mixtas y gran orquesta, que Torrandell comenz¨® en Par¨ªs en 1923 y puso fin en Mallorca en la d¨¦cada de los cincuenta. Od¨®n Alonso ha organizado con admirable dominio y precisi¨®n el continuo fluir contrapunt¨ªstico del Requiem torrandelliano, cuyo sabio entramado supo evidenciar con nitidez desde el Requiem y Kyrie iniciales hasta el majestuoso In paradisum conclusivo, cuyo tema fugado parece venir de esas esferas adonde muy pocos m¨²sicos pueden llegar.

Salvo en contados momentos, como el apocal¨ªptico Tuba mirum, con su alarde en la percusi¨®n y sus efectos estereof¨¦nicos, o el grandioso comienzo del Confutatis maledictis, el Requiem de Torrandell busca, al igual que el de Gabriel Faur¨¦, la belleza ¨ªntima y serena. Tal el Lacrymosa y el Hostias. La obra discurre siguiendo los m¨²ltiples dise?os mel¨®dicos, que se presentan con una gran riqueza de contrapunto arm¨®nico.

Junto a la gran labor de Od¨®n Alonso hay que destacar la musicalidad del corno ingl¨¦s Angel Beriain y de la organista Presentaci¨®n R¨ªos. Cantaron muy bien los solistas Mar¨ªa Luisa Castellanos, Evelia Marcote, de tan bello timbre, Carlos Soto y Domingo Cedr¨¦s. Tanto el coro c¨®mo la orquesta respondieron a la excelente ac¨²stica del auditorio palmesano con una brillante actuaci¨®n.