Una iron¨ªa cercana al mundo de los hermanos Marx

Tiene raz¨®n Jos¨¦ Lul s Alonso, afortunado y feliz director esc¨¦nico de El d¨²o de la Afiricana, cuando asegura que Miguel Echegaray, autor del texto de esta obra, "escribi¨® un libreto muy gracioso en el que escap¨® del ruralismo y t¨®picos zarzueleros tan en boga en la ¨¦poca". En efecto, esa ingeniosa visi¨®n de un teatro l¨ªrico por dentro, que ironiza sobre la grand opera por excelencia del romanticismo, la de Meyerbeer, y retrata sat¨ªricamente a los compa?¨ªas italianas, sirvi¨® a Miguel Echegaray para trazar un libro muy divertido, con tintes bufos, magn¨ªficamente resaltados por Jos¨¦ Luis Alonso, sobre todo en el grotesco final, esta vez presentado cara al p¨²blico, muy cercano al divertido mundo de Una noche en la ¨®pera de los hermanos Marx. Tal vez ese libro hubiese dormido injustamente el sue?o del olvido si no fuese por la m¨²sica, tan imaginativa, inspirada y elegante del compositor Manuel Fern¨¢ndez Caballero (1835-1906).

El compositor murciano consigui¨® en El d¨²o de la Africana una de sus partituras maestras (es una l¨¢stima que hoy se desconozcan piezas tan buenas como El salto del pasiego, La marsellesa o El atrevido en la corte, esta ¨²ltima con texto de Luis Mariano de Larra), con p¨¢ginas corales en su mejor l¨ªnea, como el gracios¨ªsimo d¨²o de Giuseppini y Querubini, bordado por Antonio Ordo?ez y Jos¨¦ Mar¨ªa Pou, o el celeb¨¦rrimo d¨²o final, Africana gitana, filigrana del mejor y m¨¢s refinado popularismo. Dicen que Caballero escribi¨® este d¨²o en una noche, mientras se com¨ªa -glot¨®n impenitente- un pastel de liebre que le hab¨ªa llevado su hijo desde el restaurante Lhardy.

El tenor Antonio Ordo?ez cant¨® con la fuerza y autoridad que ¨²ltimamente muestra, habiend mejorado mucho como actor.Josefina Meneses, aus¨¦rite alg¨²n tiempo del escenario de la Zarzuela, volvi¨® a ganarse el aplauso por su buen momento vocal y esa comunicatividad y simpat¨ªa que la distingue siempre. Jos¨¦ Mar¨ªa Poti dio una lecci¨®n de buen hacer c¨®mico, haciendo re¨ªr al p¨²blico hasta las l¨¢grimas. Todos los dem¨¢s dieron el punto justo a sus respectivos cometidos, destacando la Amina de Milagros Mart¨ªn y la Do?a Serafina de Carmen Rossi.

Muy bien los coros que fueron dirigidos por Jos¨¦ Perera y la rector¨ªa musical del maestro Benito Lauret, director musical del teatro de la Zarzuela, a una Orquesta Arb¨®s que ha conseguido ser el instrumento flexible y experto que necesita un teatro l¨ªrico estable.

En cuanto a la otra piez¨¢ de este primer programa de la temporada de la zarzuela, La verbena de la Paloma, se repiti¨® la producci¨®n de la temporada anterior, con ligeros cambios en el reparto. Muy seguro Jos¨¦ B¨®dalo en Don Hilari¨®n, Jos¨¦ Javier Alaba hizo un buen Juli¨¢n, Mar¨ªa Uriz tambi¨¦n hizo una convincente Se?¨¢ Rita y Lupe S¨¢nchez cant¨® muy bien su Susana.