La po¨¦tica musical del 'Iied' en la voz de Edda Moser
Segundo ciclo de recitales l¨ªricos.
Soprano: Edda Moser. Piano: Edelmiro Arn¨¢ltez. Obras de Woff, Brahms, Luis Fernando de Prusia y Strauss.
Teatro Real. D¨ªa 9 de octubre.
En d¨ªas consecutivos hemos tenido entre nosotros al don Juan y a la do?a Ana del c¨¦lebre filme de Losey, esto es, a Ruggero Raimondi y a Edda Moser, asistidos por un pianista manchego que inici¨® sus estudios en Granada y march¨® luego a Viena, donde reside: Edelmiro Arn¨¢ltez. Colaboraci¨®n menos que discreta muchas veces y, en todos los casos, prestada desde la lejan¨ªa; tal es la desigualdad de planos entre voz y piano.
El recital de Edda Moser constituy¨® una entera lecci¨®n de bien decir, bien cantar y bien interpretar: el lied cobra en el arte de la bella berlinesa, hija y disc¨ªpula primera de un excelente music¨®logo, Hans-Joachim Moser (1889-1967), todo su valor expresivo como g¨¦nero dram¨¢tico, que asume y transfigura en po¨¦tica musical el ser y el significado de las palabras.
Mil veces se ha escrito: el lied, espec¨ªfica invenci¨®n alemana, es alma del romanticismo europeo. Por serlo, su vigencia se prolonga hasta muy entrado el presente siglo. Tras los maestros -Schubert, Schumann, Wolf, Brahms-, el lied tiende a transformarse por v¨ªa Mahler o se encari?a con su repertorio de siempre a trav¨¦s de la creaci¨®n culminante de Ricardo Strauss. Acompa?an al m¨²sico b¨¢varo en su persistencia lieder¨ªstica Max Reger, Hans Pfizner, Franz Schreker, Erik Korngold, Josef Mattias Hauer, Alexander Von Zemlinsky, Julius Bittner, Justus Hermann Wetzel (con excelentes cielos sobre Hermann Hesse) o el suizo Othomar Schoek, sin olvidar al sencillo y prol¨ªfico Josef Marx, que vino a mi recuerdo mientras escuchaba las cuatro p¨¢ginas de Luis Fernando de Prusia, la ¨²ltima de las cuales, sobre texto de Charnisso, es particularmente bella.
S¨®lo por el comienzo de la serenata sobre versos de Von Schack, de Strauss, el concierto de Edda Moser habr¨ªa merecido la pena. Creo que nunca escuch¨¦ la c¨¦lebre p¨¢gina en tan seguro e irreal pian¨ªsimo, con tan prodigiosa ligereza e incisiva expresividad. Lo que, salvando las caracter¨ªsticas de cada caso, habr¨ªa que decir de todo Strauss, de Brah¨ªns o de Wolf. Cada autor supone un mundo dentro de un panorama general. La Moser recrea ese mundo desde una elegancia espiritual como valor sustantivo. Est¨¢ en el escenario y en el m¨¢s m¨ªnimo gesto, en el menor movimiento, sintetiza el contenido dram¨¢tico-l¨ªrico que su voz alberga y su clara inteligencia gobierna.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.