La Guardia Civil debe basarse en los principios de eficacia y correcci¨®n exquisita, seg¨²n Barrionuevo

El ministro del Interior, Jos¨¦ Barrionuevo, y el director de la Guardia Civil, teniente general Jos¨¦ S¨¢ez de Santa Mar¨ªa, asistieron ayer en Albacete a los actos con que la Guardia Civil celebra la festividad de su patrona, la virgen del Pilar. Durante la celebraci¨®n, el ministro dijo en una alocuci¨®n: "Vamos a ser extraordinariamente exigentes en la prestaci¨®n del servicio de la Guardia Civil, un servicio que debe basarse en los principios de eficacia y correcci¨®n exquisita". "Huimos" a?adi¨®, "de ese entusiasmo falso en la presentaci¨®n de aspectos superficiales".

El ministro se?al¨® los tres puntos fundamentales que en la protecci¨®n de los derechos preocupan al Estado: la defensa y seguridad de la colectividad, defensa y protecci¨®n de las v¨ªctimas de la delincuencia y protecci¨®n de los derechos de los delincuentes. En medio de aplausos entusiastas, el ministro se refiri¨® a que en los 22 meses de gesti¨®n el Gobierno socialista no tiene absolutamente ninguna queja de la Guardia Civil y s¨ª grandes motivos de satisfacci¨®n ante el modo como entiende ese cuerpo de seguridad el servicio al pueblo. Agreg¨® que, mientras siga efectuando un trabajo honesto, leal y disciplinado, contar¨¢, adem¨¢s de con el apoyo del Gobierno, con el del pueblo.

Barrionuevo y Jos¨¦ Bono, presidente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, firmaron el protocolo del convenio por el que se destinan unos 69 millones de pesetas a rehabilitaci¨®n de las casas-cuartel m¨¢s necesitadas de la regi¨®n. Esta cantidad la aportan a partes iguales el Ministerio del Interior y la Junta de Comunidades, que da as¨ª curso a los 34.264.871 pesetas del super¨¢vit registrado en el ejercicio de 1983.

El ministro, pese a negarse a responder en la conferencia de prensa a cualquier pregunta que no se relacionara estrechamente con los actos que se celebraban, declar¨® posteriormente a los periodistas que el ambiente en el Pa¨ªs Vasco, en materia de seguridad ciudadana, es cada vez m¨¢s distendido. "Las patrullas antiterroristas que visitan las zonas rurales y los caser¨ªos aislados advierten cada d¨ªa un clima m¨¢s satisfactorio y tranquilo", a?adi¨®. Por otra parte, Barrionuevo insisti¨® reiteradas veces en el s¨ªmil arquitect¨®nico seg¨²n el cual "el cambio profundo no son los retoques de fachada que han sido tradicionales en nuestro pa¨ªs, sino los cambios interiores".

Por su parte, el presidente de la comunidad castellanomanchega, Jos¨¦ Bono, destac¨® en su discurso que la presencia de la Guardia Civil s¨®lo la temen quienes tienen asuntos pendientes con la ley, y tuvo palabras de afecto para las familias de los guardias civiles, que, "aunque no cobran del cuerpo, comparten sus sacrificios y sufrimientos". Bono se dirigi¨® al ministro para decirle que "en los castellanomanchegos tendr¨¢ para defender la libertad no s¨®lo a un aliado sino, si es menester, un c¨®mplice"

"Ben¨¦fico y protector"

A continuaci¨®n, el teniente general S¨¢ez de Santa Mar¨ªa mostr¨® su satisfacci¨®n con el titular de un peri¨®dico local en el que se se?alaba que Albacete era ese d¨ªa capital de la Guardia Civil. El teniente general insisti¨® en la necesidad de lograr que el pueblo espa?ol "nos siga viendo como un cuerpo ben¨¦fico y protector".

Posteriormente, se?al¨® que la Guardia Civil se encuentra "a las ¨®rdenes del Gobierno leg¨ªtimamente constituido para agrandar el marco de paz y libertad, para que el pueblo nos siga viendo como un cuerpo protector". A prop¨®sito del cambio de imagen propiciado anteriormente por ¨¦l mismo para la Polic¨ªa Nacional, S¨¢ez de Santa Mar¨ªa respondi¨® que "la Guardia Civil no necesitaba ese cambio; s¨®lo necesitaba combinar cada d¨ªa la tradici¨®n con la modernidad. En la preparaci¨®n de los nuevos guardias civiles se insiste ahora m¨¢s en el aspecto policial y humanista, y esto es particularmente notable en la oficialidad, que, al menos en un 25%, tiene ya, adem¨¢s, titulaci¨®n civil".

Reconoci¨® S¨¢ez de Santa Mar¨ªa la imposibilidad de mantener en buen estado los 3.200 puestos de la Guardia Civil, muchos de los cuales se encuentran en condiciones penosas, "quiz¨¢ por la propia austeridad de la Guardia Civil, que nunca reclamaba nada".