Altos dirigentes empresariales italianos, encarcelados como sospechosos de fraude
La magistratura de Mil¨¢n acaba de provocar un nuevo terremoto judicial al ordenar el encarcelamiento, como sospechosos de fraude, de dos personajes de primera plana de las finanzas p¨²blicas: Fausto Calabria, de 62 a?os, romano, ex director central del Instituto de Reconstrucci¨®n Industrial (IRI) y actual presidente de Mediobanca, y Sergio de Amicis, de 66 a?os, ex partisano, nacido en Campobasso, pero de familia piamontesa, actual presidente de Aiscat, la asociaci¨®n que agrupa a los constructores y concesionarios de autopistas.
Pero Amicis, ex partisano, nacido en Campobasso, aunque de familia piamontesa, hab¨ªa sido, sobre todo, durante siete a?os, presidente del Italstrade, sociedad dedicada a la construcci¨®n de autopistas. En el que parece ser el ¨²ltimo esc¨¢ndalo m¨¢s grave de la pol¨ªtica italiana se encuentran implicadas otras siete personas. Entre ellas Figuran el senador Gluseppe Petrelli, ex presidente del IRI, y el presidente del Cr¨¦dito Italiano, Alberto Boyer.De acuerdo con la acusaci¨®n, durante los a?os setenta, cuando Calabria era presidente de la divisi¨®n financiera del IRI y Amicis estaba al frente de Seal e Italstrade, sociedades ambas dependientes de dicho instituto, los dos principales acusados abrieron cuentas corrientes por las que pasaban, sin estar autorizados, los fondos destinados a estas dos empresas filiales. Los titulares de las cuentas reten¨ªan los fondos y se quedaban con los intereses.
Se dice que los detenidos deber¨¢n responder de un agujero negro de 24.000 millones de pesetas, que no figuran en los balances oficiales. Pero la hip¨®tesis es que parte de dicho dinero haya podido pasar a las arcas de los partidos pol¨ªticos o de grupos internos de las formaciones pol¨ªticas para asegurarse de este modo la permanencia en puestos tan importantes.
La polic¨ªa fiscal inici¨® sus investigaciones en los a?os 1975-1976, pero sin resultados concretos, por lo que el fiscal general del Estado propuso archivar el caso. El juez instructor se opuso a esta decisi¨®n y orden¨® que se relanzaran las investigaciones, con el resultado de que la polic¨ªa fiscal encontr¨® pruebas definitivas el pasado verano.
Para comprender, sin embargo, estos terremotos judiciales que continuamente sacuden a este pa¨ªs hay que recordar que, antes de que fuera aprobada la ley de Financiaci¨®n de los Partidos Pol¨ªticos, procedimientos como el denunciado en este caso constitu¨ªan el sistema normal -aunque ?legal- de subvenci¨®n de la mayor parte de las fuerzas pol¨ªticas. El mismo ex secretario del Partido Socialista italiano, Francesco de Martini, hab¨ªa dicho en pleno Congreso que su partido ten¨ªa que abandonar estos m¨¦todos.
La pregunta que se hace la calle es por qu¨¦ estos personajes, hasta ayer intocables, acaban ahora en la c¨¢rcel. Hay quien asegura que es el clima lo que ha cambiado, que hay una magistratura m¨¢s atenta y m¨¢s valiente. Otros hablan de una guerra de la magistratura, de bandas que se combaten entre ellas azuzadas por los pol¨ªticos.
Ayer, el director de Il Giornale, de Mil¨¢n, Indro Montanelli, alert¨® sobre el hecho de que este nuevo esc¨¢ndalo del IRI debilita al clan Fanfani, mientras su adversario pol¨ªtico, Andreotti, acaba de recibir el golpe del asunto Sindona. Y es que, se asegura, la guerra ya abierta por la conquista del Quirinale no es ajena, quiz¨¢, a esta guerrilla judicial.
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