Un director general 'inc¨®modo'

El nombramiento de Luis ?lvarez Pousa sorprendi¨® tanto a la derecha gallega como a los c¨ªrculos culturales del pa¨ªs. No es exagerado decir que fue toda una sorpresa general. En menos de un a?o, ?lvarez Pousa, un experimentado e inquieto periodista que acept¨® los b¨¢rtulos de la Direcci¨®n General de Cultura de la Xunta, revolucionando el ap¨¢tico campo institucional, se ha convertido en una aut¨¦ntica bestia negra para los sectores m¨¢s conservadores de Alianza Popular, tanto a nivel nacional como gallego.Las presiones contra este director general, que lleg¨® del fr¨ªo de la cultura marginada de la mano del vicepresidente Xos¨¦ Luis Barreiro, se ha acentuado en los ¨²ltimos d¨ªas.

El primero que decidi¨® dejarle solo ante el peligro ha sido su propio conselleiro, el de Educaci¨®n y Cultura, el lucense V¨¢zquez Portome?e, del que se dice que todav¨ªa se asusta cuando ve un desnudo pict¨®rico, aunque sea cubista.

Hasta Ricardo de la Cierva ha pedido su cabeza. En un art¨ªculo reciente, el ex ministro y fasciculista afirmaba que la Xunta "mantiene, absurdamente, incrustaciones indeseables, como ese director general de Cultura que pertenece a la extrema izquierda y act¨²a como tal, ?en un Gobierno de AP!".

Paso por el seminario

El ¨²nico compromiso directamente pol¨ªtico que se le conoce a Luis ?lvarez Pousa es el que tiene actualmente con un Gobierno conservador. Tambi¨¦n pas¨® por el seminario, como todo ni?o despierto de familia humilde de la monta?a orensana. Y eso parece aportarle grandes dosis de paciencia, mientras el cerco se estrecha. Por lo pronto, le han colocado de secantes a dos subdirectores generales. Dicen que el presidente Albor puede estar dispuesto a prestarle su apoyo y a sostenerle en el cargo. Lo que hasta el momento no se sabe es lo que piensa Manuel Fraga.