El Prado ampl¨ªa su casa
El m¨¢s universal de nuestros museos contar¨¢ en tres a?os con otros 28.000 metros cuadrados
Autonom¨ªa y 28.000 metros cuadrados. Con estos dos regalos oto?ales, el Museo del Prado abre una etapa calificada como la m¨¢s importante de su historia y que, seg¨²n todas las previsiones, culminar¨¢ en el plazo de tres a?os convirtiendo a la pinacoteca y su entorno, en un gran complejo muse¨ªstico. Tanto el r¨¦gimen auton¨®mico, que entrar¨¢ en vigor el 1 de enero, como los criterios a seguir respecto a las ampliaciones, ser¨¢n desarrollados por la direcci¨®n del centro y por el patronato, organismo ¨¦ste con atribuciones semejantes a las de un consejo de administraci¨®n
Cuando el ministro de Cultura, Javier Solana, habla del futuro del Prado, asegura una y otra vez que el museo vive su cuarta fecha hist¨®rica. Rotulador en mano, va dibujando, casi emocionado, un amago de mapa en el que reproduce el actual edificio del Prado. "Aqu¨ª ya ten¨ªamos el museo del siglo XIX, en el que se expone el Guernica. Ahora dispondremos del sal¨®n de los Reinos (actual Museo del Ej¨¦rcito, con 8.000 metros cuadrados), que ser¨¢ una recuperaci¨®n monumental y pict¨®rica. Y, sobre todo, el palacio de Villahermosa, con 20.000 metros cuadrados, que servir¨¢n para poder exhibir en las condiciones adecuadas lo mejor de los fondos del Prado, cuya extensi¨®n actual es de 14.000 metros".El plazo m¨ªnimo del que habla el ministro para que este complejo muse¨ªstico pueda ser visitado es de tres a?os. "Lo importante es haber puesto en marcha estas medidas. Y yo estoy por asegurar que todo esto constituye una de las decisiones m¨¢s importantes. adoptadas por este ministerio".
Dentro del mismo museo, su actual director, Alfonso P¨¦rez S¨¢nchez, confiesa estar muy satisfecho de la ampliaci¨®n del museo y de la recuperaci¨®n del r¨¦gimen auton¨®mico, perdido en 1968.
Cuando se le pregunta qu¨¦ es lo que supone la autonom¨ªa para la vida cotidiana del museo, P¨¦rez S¨¢nchez asegura sin reparos que la transformaci¨®n es total. Empieza contando que la decisi¨®n de anular la autonom¨ªa obedeci¨® a la pretensi¨®n de que se repartieran los beneficios y de que todos los museos tuvieran el mismo tratamiento.
"?Cu¨¢les fueron las consecuencias? Pues, de entrada, que se desnud¨® a un santo y no se visti¨® a ning¨²n otro. Las adquisiciones ya no pod¨ªan ser directamente decididas desde el museo, sino que hab¨ªa que hacerlo a trav¨¦s de la Direcci¨®n General de Museos, de la Junta de Valoraci¨®n. Hab¨ªa que hacer un sinn¨²mero gestiones burocr¨¢ticas, de forma que pod¨ªan transcurrir seis meses hasta que se ten¨ªa una respuesta. Luego, al vendedor se le pagaba en plazos lent¨ªsimos, por lo que muchos se han vuelto atr¨¢s".
Donaciones
"Todo esto se puede extender", prosigue P¨¦rez S¨¢nchez, "a cosas tan incre¨ªbles como la compra de un frasco de tinta china. Pero lo
El Prado ampl¨ªa su casa
peor es que el Prado, por su significado, desempe?a un especial papel de cara al p¨²blico, hasta el punto de que no es escaso el n¨²mero de personas que han querido hacer donaciones a la pinacoteca, pero exclusivamente para el Prado. Bien, resulta que esto no se pod¨ªa hacer, que las donaciones ten¨ªan que ser canalizadas a trav¨¦s de la Direcci¨®n General del Patrimonio del Estado, organismo dependiente del Ministerio de Hacienda. Esto no quiere decir que, finalmente, las donaciones no fueran para el Prado, pero el que no pudieran ser entregadas aqu¨ª hac¨ªa que mucha gente se arrepintiera. Yo mismo he tenido que devolver varios cheques, y luego esos donantes no los han querido remitir a Hacienda".En cuanto a la posibilidad de autofinanciaci¨®n de la pinacoteca, Alfonso P¨¦rez S¨¢nchez asegura que es imposible, pese al alto n¨²mero de visitantes -9.000 diarios, seg¨²n los ¨²ltimos datos del pasado verano- y a los ingresos procedentes del copyright o la venta de publicaciones. Los gastos de personal que generan los 370 empleados del centro parecen ser la primera causa de la imposibilidad de la autofinanciaci¨®n.
Goya, en Villahermosa
La utilizaci¨®n definitiva del palacio de Villahermosa y del Museo del Ej¨¦rcito deber¨¢ ser decidida por el patronato y la direcci¨®n del Prado. No obstante, Alfonso P¨¦rez S¨¢nchez dice que los criterios iniciales apuntan a trasladar las colecciones de Goya y la pintura del siglo XVII a las salas principales y celebrar tambi¨¦n aqu¨ª las exposiciones temporales. El gabinete de dibujo y las oficinas de gerencia tambi¨¦n ser¨¢n distribuidas a lo largo de los 20.000 metros cuadrados del palacio.
Tanto P¨¦rez S¨¢nchez como el director general de Bellas Artes, Dionisio Hern¨¢ndez Gil, aseguran que la ampliaci¨®n territorial del Prado no supondr¨¢ la exhibici¨®n de las 9.000 pinturas y esculturas que integran sus fondos, sino que las colecciones que se expongan se podr¨¢n ver en el espacio adecuado. "Esas piezas se van exhibiendo en las exposiciones temporales", dice P¨¦rez S¨¢nchez, "pero ser¨ªa absurdo pretender que se mostrara todo".
A partir de enero, en cuyos primeros d¨ªas el palacio de Villahermosa pasar¨¢ a disposici¨®n del Prado, se har¨¢ un estudio de las obras necesarias para su utilizaci¨®n. El edificio, anterior propiedad de la Banca L¨®pez Quesada y que hasta ahora se encontraba en el Fondo de Garant¨ªa de Dep¨®sitos del Banco de Espa?a, necesita obras de acondicionamiento que a¨²n no han sido determinadas ni calculadas econ¨®micamente.
La adquisici¨®n de este palacio, valorado en 3.000 millones de pesetas, le supone al Ministerio de Cultura un coste de 1.500 millones, que ser¨¢n abonados en tres a?os.
Recuperaci¨®n monumental
Respecto al antiguo sal¨®n de los Reinos, actual sede del Museo del Ej¨¦rcito, los planes existentes sobre sus 8.000 metros cuadrados supondr¨¢n una recuperaci¨®n b¨¢sicamente monumental. En sus paredes volver¨¢n a ser colocadas todas las colecciones de pinturas que actualmente est¨¢n en el Prado y que inicialmente fueron realizadas para este edificio. Este es el caso de las colecciones de cuadros de batallas o de los paisajes de Claudio de Lorena.
El edificio del Museo del Ej¨¦rcito constituye los restos del antiguo palacio del Buen Retiro, que se orden¨® construir por el conde duque de Olivares bajo el reinado de Felipe IV y que tras la invasi¨®n francesa qued¨® casi totalmente destrozado.
Para ese sal¨®n de los Reinos fueron pintadas las batallas de principios del reinado de Felipe IV. Se incluye tambi¨¦n la serie de Los trabajos de H¨¦rcules, con la que se quer¨ªa dar una unidad simb¨®lica a las primeras batallas dedicadas a Felipe IV recurriendo a la mitolog¨ªa para equiparar a H¨¦rcules con el monarca espa?ol.
Las salas restantes podr¨ªan ser dedicadas a exposici¨®n de pintura madrile?a. En opini¨®n de Diego Angulo, el miembro m¨¢s antiguo del patronato, explica que a la hora de elaborar el plan de actuaci¨®n definitivo debe tenerse en cuenta el punto de vista hist¨®rico, art¨ªstico y simb¨®lico con el que fue concebido el palacio.
Los fondos del Museo del Ej¨¦rcito no tienen todav¨ªa ubicaci¨®n definitiva, aunque el ministro de Cultura asegura que el acuerdo con el Ministerio de Defensa est¨¢ ya totalmente cerrado. "Se trata ahora", dice Javier Solana, "de buscar unas instalaciones acordes con las necesidades de espacio que requieren estos fondos, para que puedan ser exhibidos con el lucimiento que les corresponde".
Diego Angulo apunta que una posible ubicaci¨®n pod¨ªa estar en Atocha, donde, al parecer, Defensa dispone de amplios edificios. Se tratar¨ªa de elaborar un plan por el que, en un plazo de unos cinco a?os, los museos que ahora se encuentran dispersos por la ciudad se fueran concentrando en torno al Prado, de forma que hubiera un distrito muse¨ªstico perfectamente localizado.
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