Encarcelado en Italia el general Masumeci, ex jefe del servicio secreto militar

El terremoto desencadenado por los jueces en los ¨²ltimos tiempos en Italia no cesa de dar sacudidas. Ayer estall¨® con fuerza un nuevo esc¨¢ndalo que ha llevado a la c¨¢rcel al general de carabineros Pietro Masumeci, ex vicejefe del SISMI, los servicios secretos militares italianos.Tambi¨¦n han acabado en el calabozo sus colaboradores el coronel D'Eliseo, el teniente coronel Belmonte, el capit¨¢n Artinghelli y dos colaboradoras civiles.

La espectacular operaci¨®n se debe a uno de los magistrados m¨¢s relevantes e independientes de Roma, Domenico Sica, que lleva en sus manos los principales procesos relativos al terrorismo.

Las acusaciones contra el general Masumeci, por ahora gen¨¦ricas, son de asociaci¨®n para delinquir, favoritismo, posesi¨®n y tr¨¢fico ilegal de armas y explosivos, as¨ª como utilizar su cargo en su beneficio personal.

Eso quiere decir, seg¨²n las primeras indiscreciones, que al general Masumeci se le acusa de haber organizado un organismo paralelo y de car¨¢cter subversivo dentro de los servicios secretos. Algo parecido a lo que hab¨ªa ocurrido con el antiguo servicio secreto, el SID, implicado en la matanza de la Plaza Fontana de Mil¨¢n y que tuvo que ser reestructurado cuando acab¨® en la c¨¢rcel su jefe, el general Vito Miceli.

Sin embargo, esa reforma no tuvo mucho efecto, ya que todos los nuevos jefes de los nuevos servicios secretos nombrados por Giulio Andreotti, entonces presidente del Gobierno, pertenec¨ªan a la logia secreta clandestina Propaganda Dos (P-2) y tuvieron que dimitir.

Masumeci figura tambi¨¦n en la lista de militares que se hab¨ªan reunido en el chal¨¦ de Gelli en Arezo para estudiar la posibi- lidad de un golpe militar, seg¨²n aparece en las actas de la comisi¨®n parlamentaria que investiga a la P-2.

El otro hombre que con Masumeci hab¨ªa creado la estructura paralela a los servicios secretos militares oficiales es el intrigante Francesco Pazienza, contra quien se acaba de lanzar un s¨¦ptimo mandato internacional de captura. Pazienza, que est¨¢ considerado como un hombre cercano a Flaminio Piccoli, actual presidente de la Democracia Cristiana, hab¨ªa sido un hombre clave al lado de Gelli y de Roberto Calvi y desde su clandestinidad acaba de confesar que trabajaba para los servicios secretos, de los que recib¨ªa siete millones de pesetas al mes, excluidos los gastos.

El hecho de que Masumeci y sus c¨®mplices hayan sido acusados de tr¨¢fico y posesi¨®n ilegal de armas y explosivos podr¨ªa esclarecer, seg¨²n algunos observadores, no pocos de los misterios de los ¨²ltimos 10 a?os de vida italiana, sin excluir algunas de las acciones m¨¢s importantes imputadas al terrorismo negro, como la matanza de Bolonia.