El viaje extra?o

He le¨ªdo el editorial de su peri¨®dico de fecha 20 de octubre y, al ser asiduo lector de este diario, no puedo menos que sentir perplejidad al ver las cosas que en ¨¦l se manifiestan. Nunca pens¨¦ que su peri¨®dico, que tan valientes editoriales ha tenido en decisivas fechas de la reciente historia de Espa?a, llegara a aliarse con los pensamientos m¨¢s reaccionarios de la pol¨ªtica econ¨®mica del Gobierno.Muy sutilmente, ustedes ¨²ltimamente van atacando a un Sindicato cuyo ¨²nico pecado es defender hasta sus ¨²ltimas consecuencias los derechos irrenunciables que los trabajadores de este pa¨ªs tienen, y no se les ha ocurrido otra manera de hacerlo que atacando la figura de uno de los hombres que m¨¢s se ha comprometido y significado en el movimiento obrero de nuestro pa¨ªs. S¨ª, se?ores: atacar a Camacho y a CC OO. Han sido ustedes, sin darse cuenta, los mensajeros de Boyer, de Solchaga y, por ende, del mismo presidente del Gobierno, que, olvidando lo prometido en su programa electoral y traicionando a su propio electorado, quer¨ªan hacer un pacto social para su tranquilidad en lo que les queda de legislatura (poder adquisitivo por debajo de las subidas del IPC; reconversiones salvajes que van a dejar a muchos padres de familia sin empleo, pero que se quieren hacer con un cheque en blanco por parte de los sindicatos, sin soluciones imaginativas y haciendo recaer sobre los trabajadores los costes m¨¢s importantes de la crisis; pensiones en muchos casos indignas; flexibilidad de plantillas -l¨¦ase despido encubierto-, y si no, ah¨ª est¨¢n las recientes manifestaciones de los m¨¢s altos directivos de la CEOE; nada de reforma agraria ni nada que se le parezca, etc¨¦tera). A cambio se nos dice que los funcionarios p¨²blicos tendr¨¢n una subida salarial del 6,5%; que se va a crear empleo, pero no se cuantifica; que para el a?o que viene los salarios crecer¨¢n entre el 5,5% y el 7,5%, cuando los ¨²ltimos avances del IPC ponen en entredicho toda la pol¨ªtica que trajo el equipo econ¨®mico del Gobierno.

No, no es la mano del PCE la que dijo que no se firmara el AES, sino la inmensa cantidad de asambleas que se celebraron en los centros de traba o a la vista de los resultados negativos que tendr¨ªa su firma por parte de CC OO. De haber existido otra pol¨ªtica econ¨®mica se podr¨ªa haber estudiado una eventual firma, creo yo.

Ustedes, se?ores de EL PAIS, han apostado contra el sindicalismo coherente que practica CC OO y pretenden sembrar la confusi¨®n y la duda sobre uno de los bastiones m¨¢s firmes de la democracia: la figura y la persona de Marcelino Camacho y las CC OO.

Ustedes pretenden cambiar la l¨ªnea sindical de Comisiones, y para eso disparan (imagino que en el buen sentido) sobre el secretario general; pero en el fondo no dicen sus intenciones: que lo que les gustar¨ªa es que Comisiones fracasara y se convulsionara interiormente, de tal manera que hicieran posible la pol¨ªtica econ¨®mica del AES y el triunfo sindical de la UGT, af¨ªn al partido del Gobierno, en el que ustedes, se?ores de EL PAIS, por cierto, est¨¢n totalmente institucionalizados.

Todo esto demuestra que los ¨²nicos que han iniciado un viaje extra?o son ustedes, que se las tildan de diario independiente de la ma?ana y no son m¨¢s que voceros del Gobierno.-