El Real Madrid no encontr¨® rival en la cancha
Le crecen canas por momentos y se le pierde la vista en la cancha. Tom¨¢s Gonz¨¢lez, t¨¦cnico del Cajamadrid, medita a solas sus problemas, pero parece que ha llegado al l¨ªmite de su credulidad. A veces dio la sensaci¨®n de que volv¨ªa en s¨ª, pero a una no realidad, y aplaud¨ªa a sus jugadores; los animaba. ?Qu¨¦ importa que el marcador se?alara 40 tantos de diferencia!. Tom¨¢s Gonz¨¢lez hac¨ªa sus apuntes existencialistas.Fue un partido que no fue. Se jugaban dos puntos que no se jugaron. Lo l¨®gico hubiera sido que Tom¨¢s Gonz¨¢lez hubiera abandonado el banquillo, solicitado pronta eutanasia para esta primera fase. Tambi¨¦n que Phillips, el ¨²nico americano en activo de momento porque puede pasar al banquillo por sanci¨®n en la pr¨®xima jornada, hubiera pedido un traduotor para entender lo que pasaba, que parece que no lo entend¨ªa. Y, muy posiblemente, Joe Llorente tenia que haber arrojado el bal¨®n fuera del pabell¨®n. Total, que a falta de cuatro minutos para el descanso, 53-23 en el marcador.
La zona que puso el Cajamadrid tuvo una eficacia directamente proporcional al tiempo que Jackson necesit¨® para encontrar acomodo en sus disparos. Y fue bien poco. El Real Madrid hab¨ªa descubierto mal¨¦volamente sus armas antes del encuentro al presentar un banquillo con Romay y Rull¨¢n en ropa de calle y tres juveniles con ch¨¢ndal y dispuestos al estreno. No salieron, pero la verdad es que hubieran podido actuar. El Cajamadrid, por jugar a no jugar, lleg¨® a mostrar divisi¨®n en sus filas, por un lado los que conflan en sus recursos (Llorente y Phillips); por el otro, los que no saben qu¨¦ hacer en las circunstancias que atraviesa la plantilla (el resto). Todos terminaron por libre, y el p¨²blico se dedic¨® a ovacionar un par de jugadas consecutivas de Corbal¨¢n e Iturriaga, de bella factura.
Tom¨¢s Gonz¨¢lez deber¨¢ esperar que los tiempos le sean propicios. Es el destino el que ha puesto al Cajamadrid de colista, porque no cabe buscar razones t¨¦cnicas en esa situaci¨®n. No es un fracaso, sino una coyuntura adversa. Cuando pase, y el equipo se recomponga, podremos empezar a ver lo que da de si este a?o. Entretanto, el Cajamadrid no existe.
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