Hilda Narcisco
Hilda Narcisco, catequista cat¨®lica laica en Filipinas, afirma que fue violada y sometida a abusos sexuales tras ser detenida sin orden judicial el 24 de marzo de 1983. Alrededor de 30 militares allanaron la casa de un pastor luterano alem¨¢n en Ciudad Davao, en la isla de Mindanao. Hilda Narcisco fue introducida a la fuerza en un autom¨®vil y, al parecer, llevada con los ojos vendados a una casa de seguridad, centro de interrogatorio secreto.Durante el viaje, Hilda sufri¨® vejaciones de car¨¢cter sexual, y al d¨ªa siguiente, en un momento en que se interrumpi¨® el interrogatorio, fue llevada a otro cuarto y violada. El 26 de marzo fue trasladada al campo de Catitip¨¢n, en Ciudad Davao. En agosto, un juez orden¨® que los cargos de subversi¨®n formulados contra Hilda fueran retirados por falta de pruebas, pero no fue liberada hasta el 6 de septiembre.
Mientras se encontraba recluida, Hilda Narciso inici¨® los tr¨¢mites para querellarse contra el personal militar que hab¨ªa cometido abusos sexuales con ella.
En diciembre de 1983, el ministro de Defensa Nacional inform¨® a sus abogados de que no exist¨ªan pruebas suficientes para llevar el caso a los tribunales.
Se ruega enviar cartas cort¨¦smente redactadas, instando a las autoridades a que los malos tratos a que ha sido sometida Hilda Narcisco sean investigados imparcialmente y que las personas halladas culpables sean llevadas ante la justicia.
Env¨ªe sus cartas a: Presidente Ferdinando E. Marcos. Palacio Malacanang. Metro Manila. Filipinas; y a Se?or Juan Ponce Enrile. Ministro de Defensa Nacional. Ministerio de Defensa Nacional. Campo Emilio Aguinaldo. Ciudad Quez¨®n. Metro Manila. Filipinas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.