Pertini propone oficiosamente como sucesor suyo en el Quirinal al democristiano Zaccagnini
El presidente de la Rep¨²blica italiana, Sandro Pertini, ha propuesto como candidato y sucesor suyo en el Quirinal al l¨ªder democristiano Benigno Zaccagnini, del ala izquierda de su partido. La declaraci¨®n de Pertini ha cogido por sorpresa a la opini¨®n p¨²blica y a toda la clase pol¨ªtica.
La decisi¨®n de Pertini de lanzar la candidatura de Zaccagnini ha estado revestida de una cierta solemnidad, porque lo ha hecho en Ravena, que es la ciudad del dirigente democristiano, y en la festividad del 40? aniversario de la batalla de Senio, que supuso la uni¨®n de todas las fuerzas de la resistencia.Pertini fue aclamado en la calle por una multitud entusiasta. Los periodistas, entonces, le dijeron que "todos quieren que sigas en el Quirinal" a lo que respondi¨®: "No dig¨¢is eso si no quer¨¦is enemistaros con los de Roma", antes de a?adir que "al Quirinal, que vaya el bravo, honrado, ex partisano Zaccagnini". La frase de Pertini corri¨® de boca en boca como un rayo. El l¨ªder democristiano se limit¨® a decir: "Se ha tratado de un gesto de simpat¨ªa, nada m¨¢s. Yo quiero estar tranquilo en mi casa".
Los observadores est¨¢n ahora analizando el verdadero sentido de las palabras de Pertini, que, en un tema tan delicado, no pudieron ser fruto de improvisaci¨®n. Seg¨²n los primeros comentarios, el presidente, que ve que cada d¨ªa que pasa c¨®mo aparecen m¨¢s candidatos a sucederle, ha querido cerrar el paso a muchos de ellos ante la opini¨®n p¨²blica trazando el perfil del personaje que, a su parecer, deber¨ªa sucederle.
C¨®mo no debe ser el sucesor
Por eso, m¨¢s que el problema de la persona de Zaccagnini, que no seria extra?o que llegado el momento volviera a renunciar, como ya hizo en dos ocasiones anteriores, lo importante es que Pertini ha querido trazar los rasgos de "c¨®mo no debe ser" su sucesor. Es decir, no deber¨ªa ser uno que no haya participado directamente en la resistencia, y as¨ª, ha eliminado ya de un plumazo a Giovanni Spadolini, uno de los primeros en la lista; no deber¨¢ ser uno a quien la opini¨®n p¨²blica no considere bravo, palabra que en Italia tiene todo el significado de persona "que merece todos los respetos". Con aquel honrado se ha cargado a cualquier pol¨ªtico que haya estado implicado en alg¨²n esc¨¢ndalo.Pertini sabe muy bien que ¨¦l no puede imponer un candidato, pero es tambi¨¦n consciente de la fuerza enorme que posee ante la opinion publica la cual, seg¨²n escribi¨® ayer el observador de Panorama Massimo Riva, "lo votar¨ªa plebiscitariamente" si hubiese elecciones populares.
Por otra parte al se?alar a Zaccagnini, amigo de Aldo Moro, cat¨®lico y democristiano, Pertini acata la regla no escrita de la alternanza: despu¨¦s de un laico, un democristiano.
Todo esto no excluye, sin embargo, el hecho que Pertini desee y piense quedarse a¨²n en el Quirinal. Sus colaboradores m¨¢s estrechos no lo ocultan, aunque comprenden que el anciano presidente, a sus 88 a?os, s¨®lo podr¨ªa aceptar la reelecci¨®n con la seguridad de ser reelegido casi plebiscitariamente en la primera votaci¨®n del Parlamento. Dado que esto comienza a parecer cada d¨ªa m¨¢s dif¨ªcil, probablemente Pertini quiere contribuir, por lo menos, a que pueda sucederle un hombre, como ha escrito Repubblica, "digno de ¨¦l", en uno de los momentos m¨¢s cruciales para las instituciones democr¨¢ticas de Italia.
Pertini ha lanzado la bomba 48 horas antes de que el semanario L'Expresso revelara que los servicios secretos militares (SISMI), que dirigieron Santovito y Pietro Musumeci, intentaron arrancar al jefe de la polic¨ªa francesa el informe secreto sobre las actividades de Pertini cuando ¨¦ste se encontraba refugiado en Francia. El encargado de llevar a cabo la operaci¨®n fue Francesco Pazienza. La operaci¨®n se abort¨® gracias a la oposici¨®n del presidente Fran?ois Mitterrand. Seg¨²n Pazienza, en dicho informe se afirma que en aquella ¨¦poca Pertini colabor¨® con los sovi¨¦ticos.
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