La represi¨®n sexual y la biolog¨ªa

Le¨ª en EL PAIS del domingo 11 de noviembre un art¨ªculo sobre La adicci¨®n al sexo, de Daniel Coleman. Seg¨²n el articulista, hay personas -a las que se les denomina actualmente adictos sexuales- que emplean generalmente el sexo como narc¨®tico psicol¨®gico, y algunos terapeutas sexuales han empezado a trabajar en la identificaci¨®n de sus caracter¨ªsticas despu¨¦s de equiparar esta desviaci¨®n incluso con el alcoholismo o los narc¨®ticos.Perm¨ªtanme una reflexi¨®n. En los comienzos de la historia, la vida sexual humana segu¨ªa leyes naturales que pon¨ªan los fundamentos de una socialidad natural. Desde entonces, el per¨ªodo del patriarcado autoritario de los 4.000 a 6.000 a?os ¨²ltimos, ha creado, con la energ¨ªa de la sexualidad suprimida, la sexualidad reprimida y perversa del hombre de hoy, de la que no nos salvamos ni yo ni tantos raros terapeutas que andan sueltos por el mundo. La represi¨®n sexual que hay actualmente es de origen socio-econ¨®mico y no biol¨®gico, por lo que caer¨¦ en la inmodestia de advertir a aquellos especialistas que cita Coleman para que anden con cuidado y no yerren el camino en su caza, captura y disecci¨®n de donjuanes y ninf¨®manas, si es que la intenci¨®n de esta nueva intromisi¨®n de la ciencia no se debe al reaccionarismo pol¨ªtico que, si Dios no lo remedia, se avecina, el adelantado mayor del cual, ?c¨®mo no!, son los Estados Unidos de Am¨¦rica.-