Giovanni Falcone

Giovanni Falcone, magistrado, de 45 a?os, siciliano de pura cepa, es casi un mito en Italia, porque no es posible hablar de la lucha contra el pulpo de la Mafia sin nombrar al que est¨¢ considerado como el juez m¨¢s famoso de la antimafia. La gente le considera un "protagonista positivo de la ciudad, porque es uno que se arriesga y que se sacrifica", ha dicho el periodista Antonio Calabro, redactor jefe del diario siciliano L'Ora, el ¨²nico peri¨®dico de oposici¨®n de la isla. Y ese adjetivo de "positivo" tiene mucha enjundia en Sicilia.

En un reciente perfil hecho por Francesco la Liata en el semanario m¨¢s importante del pa¨ªs, L`Espresso, se le hace el mayor elogio que puede concebirse para un juez siciliano: "Hoy en Palermo, con Falcone, ning¨²n poderoso se siente ya seguro ni invulnerable".La caracter¨ªstica que todos destacan del magistrado Falcone es, junto con su valent¨ªa, su aguda inteligencia. Y se asegura que hasta la Mafia lo admira, aunque lo tema y lo odie, porque ha sido capaz de convertir en denunciante a un capo de la honorable sociedad como Buscetta, relicario de 20 a?os de secretos mafiosos.

Es tan siciliano que naci¨® en la popular plaza de la Revoluci¨®n, de Palermo. Tan conocedor de su tierra, que se asegura que ha confiado a un amigo que el m¨¦todo que le ha llevado al ¨¦xito es muy sencillo: "Pienso en cada caso c¨®mo actuar¨ªa un mafioso, y hago lo mismo".

Hab¨ªa empezado como juez de primera instancia en el pueblecito de Lentini, de Siracusa. De all¨ª pas¨® a Trapani, donde trabaj¨® como fiscal. Y al final, el salto a Palermo, donde fue descubierto por uno de los jueces m¨¢s valientes de los ¨²ltimos tiempos, quien lo hizo su primer colaborador: Rocco Chinnici, asesinado por la Mafia el 29 de julio del a?o pasado.

De Gaetano Costa, fiscal jefe de Palermo, que cay¨® bajo el fuego de la Lupara, Falcone recibi¨® la primera gran investigaci¨®n contra la Mafia: la del clan Spatola-Inzirillo, c¨²pula de toda la Mafia siciliana. Fue la primera vez que todos los grandes capos mafiosos fueron encarcelados. Desde entonces Falcone se convirti¨® en el gran fustigador y especialista en la Mafia. Fue el primero que entendi¨® que la lucha contra ese c¨¢ncer siciliano hab¨ªa que darla encerr¨¢ndose meses enteros en investigaciones financieras y bancarias de los hombres considerados intocables.

Y ha tocado a Falcone llevar a la c¨¢rcel al primer democristiano de la historia, acusado p¨²blica y oficialmente de mafioso: el ex, alcalde Vito Ciancimino. Y con ¨¦l a los dos hombres m¨¢s ricos y poderosos de Sicilia: los primos Salvo, que hab¨ªan llegado a hacer caer Gobiernos nacionales por sus presiones contra algunas leyes presentadas al Parlamento y que no les favorec¨ªan. Tal era la fuerza de los Salvo, a cuya sombra y riqueza se forjaron tantos hombres pol¨ªticos de primera plana nacional.

El precio de todo eso el magistrado palermitano lo paga con la renuncia a su vida privada. Es el hombre m¨¢s protegido y blindado de Italia, m¨¢s a¨²n que Pertini. Le acompa?an siempre, hasta cuando va de excursi¨®n o al cine, 15 agentes ultraespecializados en acciones antiterrorismo, con cinco coches.

Cuando atraviesa la ciudad y se tiene que parar ante un sem¨¢foro, los 15 salen del coche y le hacen una corona con las metralletas en la mano. Tiene blindado hasta el ba?o de su casa. Cuando muri¨® su madre, para que pudiera rezar ante su tumba fue desalojado de visitantes el cementerio, y cuando Falcone se arrodill¨®, los 15 hombres de su escolta apuntaban con sus armas hacia la puerta de entrada del camposanto.