El Madrid aprovech¨® su ventaja estad¨ªstica ante el F¨®rum
El Madrid se impuso por la fuerza de la costumbre o porque existe una ley probabil¨ªstica seg¨²n la cual ganar¨¢ muchos encuentros por el simple motivo de que los tiene que ganar. Ayer sucedi¨® uno de estos pasos estad¨ªsticos, y el Real Madrid se convierte en finalista y posiblemente en favorito, a la vista de que a cancha del Joventut suele serle propicia. El F¨®rum practic¨® variantes defensivas hasta la extenuaci¨®n y result¨® un rival bullicioso, molesto, pero endeble porque ayer tampoco disfrut¨® de un gran d¨ªa de juego y esa s¨ª es una condici¨®n sine quanon que debe cumplirse para que gane al Madrid.Real Madrid y F¨®rum jugaron un mal partido, poco intenso tambi¨¦n, porque el silencio se hizo en el pabell¨®n badalon¨¦s. El aficionado no se sinti¨® emocionado por la marcha del juego, y el F¨®rum no supo provocar adhesiones. La primera parte result¨® nefasta en sus primeros inicios porque, a los 8 minutos, el marcador se fij¨® en un escaso 6-9 favorable al equipo de Valladolid. Lolo Sainz hab¨ªa preparado la entrada de Romay desde el primer minuto para dificultar el poder reboteador de la pareja Singleton-Trumbo. Aunque Romay se carg¨® de personales, contagi¨® de la misma causa a Trumbo, y en ese te¨®rico empate sali¨® grandemente perjudicado el F¨®rum.
Una buena defensa bast¨® para que el marcador se pusiera en 3523. Jackson disfrutaba de una de sus t¨ªpicas fases de aciertos, y, solo eso bastaba para dejar entrever que el partido quedaba sentenciado. No fue as¨ª en cuanto que el empe?o del F¨®rum y la inquietud t¨¢ctica de Mario Pesquera lograron que al descanso se llegara con alguna esperanza (46-39).
Y es en la segunda parte cuando qued¨® demostrada la ventaja estad¨ªstica de un club como el Madrid, de una plantilla sobrada y de unos jugadores que, ante todo, conocen su oficio, que no es otro que el de ganar partido tras partido.
La astucia de Singleton y la disciplina defensiva del F¨®rum permitieron que el marcador se colocara en ventaja a los cinco minutos de este per¨ªodo (54-56). Parecer¨ªa que el Real Madrid estaba a punto de colapsarse, pero, sin mediar tiempo muerto alguno, el marcador pas¨® a un 66-58. No hab¨ªa pasado nada extraordinario. Simplemente que el F¨®rum fall¨® tres canastas f¨¢ciles, y el Real Madrid hab¨ªa cumplido, con la obligaci¨®n de marcar en su turno correspondiente. No hubo nada m¨¢s.
El F¨®rum, sin Salvo, prontamente expulsado, y con Trumbo sentado precautoriamente durante muchos minutos por sus cuatro personales, no pudo sino mostrar voluntad y deseo de que el Real Madrid no practicara con ¨¦l ninguna exhibici¨®n humillante. A falta de tres minutos, la diferencia era de siete tantos, que a punto estuvo de reducirse a cinco. Sin embargo, la diferencia pas¨® a los 10 tantos un minuto despu¨¦s, y a los 17 al final del encuentro.
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