Wilson Ferreira, en libertad tras cinco meses de c¨¢rcel

El l¨ªder pol¨ªtico uruguayo Wilson Ferreira Aldunate, de 65 a?os, recuper¨® ayer la libertad tras permanecer encarcelado durante 168 d¨ªas. Wilson Ferreira, principal dirigente del Partido Nacional, o blanco, abandon¨® el cuartel de artiller¨ªa de Trinidad a las 19.20, hora local. El juez penal militar de segundo turno, coronel Alfredo Ram¨ªrez, que decret¨® la excarcelaci¨®n del pol¨ªtico, comunic¨® personalmente la decisi¨®n al acusado. Ferreira sali¨® del cuartel, donde estaba recluido desde el pasado 16 de junio, acompa?ado de sus familiares, los abogados y los integrantes del directorio del partido blanco.

El caso Ferreira experiment¨® un cambio dr¨¢stico el pasado mi¨¦rcoles, cuando el Tribunal Supremo de Justicia resolvi¨® declarar la nulidad de dos de los tres delitos que se le imputaban y dej¨® el tercero -agravio a la moral de las fuerzas armadas- en manos del juez militar.Mientras tanto, los dirigentes del Partido Nacional levantaron ayer una tribuna sobre la avenida Dieciocho de Julio, la principal de la capital uruguaya, para que Ferreira pronunciase su primer mensaje p¨²blico desde que regres¨® al pa¨ªs tras 11 a?os de exilio. Un portavoz del partido desminti¨® que Wilson Ferreira, de 65 a?os, sufra alg¨²n quebranto en su salud y ratific¨® que tanto su estado fisico como el espiritual es muy bueno.

Al trascender la noticia de la inminente liberaci¨®n, miles de euf¨®ricos militantes blancos se concentraron ante la sede del juzgado, que desde hac¨ªa 48 horas se encontraba fuertemente custodiada por fuerzas de seguridad.

La liberaci¨®n se produjo cinco d¨ªas despu¨¦s de las primeras elecciones nacionales celebradas en Uruguay en 13 a?os, el pasado domingo, en las cuales los blancos fueron ampliamente derrotados por los colorados.

Ferreira Aldunate, que tambi¨¦n fue derrotado en 1971 (por s¨®lo 12.000 votos de diferencia frente al candidato colorado), abandon¨® el pa¨ªs en junio de 1973, pocas horas despu¨¦s del golpe de Estado militar, y fij¨® su residencia en Argentina. All¨ª se transform¨® en uno de los m¨¢s radicales opositores a las fuerzas armadas uruguayas e intent¨® organizar desde el exilio a su partido.

Tras el asesinato de dos parlamentarios uruguayos, Zelmar Michelini y Guti¨¦rrez Ruiz, compa?eros de Ferreira, en Buenos Aires, y despu¨¦s de escapar milagrosamente de un comando que intent¨® matarle, Wilson Ferreira comenz¨® un largo peregrinaje por distintos pa¨ªses. En esa etapa logr¨®, entre otras cosas, que el Gobierno de Estados Unidos retirara la ayuda militar a Uruguay.

Regreso del exilio

Enterado de la confirmaci¨®n de la celebraci¨®n de las elecciones para el pasado 25 de noviembre de este a?o, Wilson Ferreira decidi¨® volver al pa¨ªs el 16 de junio y enfrentarse a la justicia militar, que le hab¨ªa procesado en rebeld¨ªa. El l¨ªder blanco regres¨® en barco a Montevideo, acompa?ado de numerosos periodistas, y fue inmediatamente detenido por la Armada uruguaya en un ins¨®lito y desproporcionado despliegue militar. Una gran movilizaci¨®n popular, en la que participaron miles de simpatizantes tanto blancos como del izquierdista Frente Amplio, fue el recibimiento que le dio su pueblo al regresar del exilio.Wilson Ferreira tuvo que seguir el desarrollo de la campa?a pol¨ªtica y electoral desde un establecimiento militar situado en el interior del pa¨ªs. Desde su prisi¨®n decidi¨® no sumarse a las restantes fuerzas pol¨ªticas que hab¨ªan firmado un pacto con las fuerzas armadas y se opuso a que su grupo participara en cualquier tipo de acuerdo para lograr la salida institucional propuesta por los militares.

Todos estos factores hicieron que el partido blanco presentara una plataforma electoral considerada por muchos como radical, en la cual se propon¨ªa el rechazo de todo lo hecho en materia constitucional por el Gobierno militar, as¨ª como un proyecto de nacionalizaci¨®n de la banca y la reforma agraria.

La derrota de esa posici¨®n en las urnas se debi¨®, seg¨²n algunos observadores y dirigentes blancos, a la prisi¨®n del principal dirigente, que no pudo conducir a su partido en los momentos claves.

Otras fuentes consideran, no obstante, que el programa radical del partido blanco habr¨ªa tenido resultados adversos en las urnas incluso en la suposici¨®n de que su l¨ªder hubiese estado en libertad.