Ideas para una reforma del s¨ªstema financiero
JUAN RODR?GUEZ INCIARTEEspa?a corre el riesgo de ingresar en la CEE con unas instituciones financieras obsoletas, seg¨²n el autor. La interrupci¨®n del proceso de liberalizaci¨®n del sistema financiero puede colocar a las instituciones espa?olas en una situaci¨®n de desventaja, debido a la mayor competencia internacional.
Hasta mediados de los a?os seienta, el sistema financiero se movi¨® en el eterno dilema entre intervenci¨®n o liberalizaci¨®n, afectando negativamente a una asignaci¨®n racional de los recursos econ¨®micos con una intervenci¨®n administrativa completa y m¨¢s r¨ªgida, que ha impedido cualquier evoluci¨®n o modernizaci¨®n.Adem¨¢s, la crisis bancaria espa?ola, que ha sido una de las m¨¢s graves en la Europa occidental, parad¨®jicamente, ha demostrado que la masiva intervenci¨®n y regularizaci¨®n no s¨®lo ha sido un factor decisivo de paralizaci¨®n y de ineficiencia en la utilizaci¨®n de los recursos financieros, sino que no cumpli¨® con la finalidad b¨¢sica de cualquier regulaci¨®n de un sistema financiero: asegurar la solvencia y liquidez de las instituciones.
Objetivos de la reforma
Los pa¨ªses de Europa occidental y, Estados Unidos empezaron a desnormativizar y liberalizar sus sistemas financieros a comienzos de los a?os sesenta; Espa?a inici¨® ese camino con un decenio de retraso. Entre 1974 y 1982 se tomaron diversas medidas importantes de liberalizaci¨®n y apertura al exterior, pero esta pol¨ªtica se encuentra interrumpida en la actualidad, en unos a?os en los que precisamente todos los pa¨ªses occidentales han dado nuevos pasos en el sentido de internacionalizaci¨®n, liberalizaci¨®n y desregularizaci¨®n.
El objetivo de cualquier pol¨ªtica de reforma de nuestro sistema financiero considerada a medio y largo plazo debe ser, sencillamente, conseguir un sistema financiero eficiente que:
1. Utilice razonablemente los recursos financieros disponibles en aquellas actividades de mayor rentabilidad.
2. Estimule el ahorro y facilite la inversi¨®n precisamente porque utiliza los recursos en las actividades m¨¢s necesarias.
3. Mejore la estructura financiera de las empresas, al primar el uso de recursos propios en relaci¨®n con los ajenos, al existir una mayor discriminaci¨®n de precios y al estar el capital-riesgo debidamente retribuido.
Las causas de la ineficacia del sistema
En esta situaci¨®n, cabe preguntarse el porqu¨¦ de la ineficiencia del sistema financiero espa?ol. A mi juicio, caben ser citadas al menos seis causas fundamentales:
a) La existencia todav¨ªa de muchos tipos de inter¨¦s y precios regulados por v¨ªa administrativa.
b) Los mercados no est¨¢n integrados, se encuentran segmentados en compartimientos estancos, que impiden que la.liquidez fluya adecuadamente de unos sectores a otros, de unos instrumentos a otros y de unas necesidades a otras; las bolsas no est¨¢n conectadas entre s¨ª; un certificado de dep¨®sito de un banco no puede venderse en otro, etc¨¦tera.
c) La apertura al exterior es insuficiente, y sin esta apertura no puede haber garant¨ªas de competencia y de modernizaci¨®n.
d) M¨¢s del 50% del pasivo bancario est¨¢ controlado d¨ªrectamente por el Gobierno: en la actualidad, exactamente el 51,5%. En esta situaci¨®n, la actividad que realiza nuestra banca es s¨®lo parcialmente actividad bancaria en entido estricto, porque lo m¨¢s importante para sus cuentas de resultados es sencillamente su funci¨®n como departamento de financiaci¨®n del Estado fuera de los mercados. Esta situaci¨®n, que arranca de muy atr¨¢s en nuestra historia financiera, se ha agravado notablemente en los ¨²ltimos a?os debido al aumento del d¨¦ficit.
e) En nuestro mercado financiero falta formaci¨®n e informaci¨®n. Esto quiere decir que los inversores espa?oles toman sus decisiones de inversi¨®n en activos financieros un tanto a ciegas, sin informaci¨®n adecuada por parte de los prestatarios y emisores de titulos, sin capacidad de discriminar entre unos activos y otros. El hecho de que, por ejemplo, sea todav¨ªa tan deficiente la informaci¨®n p¨²blica que aportan las empresas cuyos t¨ªtulos se cotizan en bolsa, o que sea todav¨ªa tan poco frecuente la auditor¨ªa externa de las empresas, o que se realicen emisiones sin ninguna clase de cualificaci¨®n p¨²blica comparativa, indica la opacidad, falta de especializaci¨®n y quiz¨¢ amateurismo, en definitiva, de ciertos agentes financieros y de los inversores. Un mercado eficiente es un mercado bien informado, en el que los inversores toman sus decisiones tras el an¨¢lisis de la informaci¨®n disponible, y aquellos prestatarios y emisores que no den informaci¨®n, sencillamente, no obtendr¨¢n financiaci¨®n.
f) Finalmente, la legislaci¨®n fiscal espa?ola sobre activos financieros es extremadamente confusa, crea diversos agujeros legales que diferencian artificialmente los distintos activos financieros y dan lugar a p¨¦rdidas y ganancias cuyo origen est¨¢ en la intervenci¨®n de las autoridades fiscales y no en la calidad y naturaleza de los activos. Y lo que es todav¨ªa peor, una legislaci¨®n cambiante que imposibilita toda planificaci¨®n.
El sistema financiero se basa en la confianza y es un conjunto complejo de interrelaciones entre agentes, inversores, instrumentos e instituciones. Por ello, cualquier reforma debe ser cuidadosa y tener en cuentra que de la rigidez del sistema financiero derivan directamente rigideces en otros mercados. Tal vez el ejemplo m¨¢s obvio es el de los costes de transformaci¨®n o margen de intermediaci¨®n de la banca, que son en Espa?a muy altos, pero cuyo decremento est¨¢ condicionado por la rigidez del mercado laboral, que impide ajustes de plantilla en los principales bancos.
Por ello, cualquier pol¨ªtica de reforma debe precisar sus objetivos teniendo en cuenta que el sistema financiero es un mecanismo delicado que necesita, ante todo, confianza y estabilidad.
Las l¨ªneas b¨¢sicas de la mejora de nuestro sistema financiero ser¨ªan:
1. La limitaci¨®n de la intervenci¨®n y regulaci¨®n administrativas directas, en la medida de lo posible, para sustituirlas por mecanismos de supervisi¨®n e informaci¨®n. De hecho, en Espa?a, las autoridades est¨¢n siguiendo esta v¨ªa desde hace algunos a?os, pero hay que insistir en que ¨¦ste es un principio permanente y b¨¢sico de cualquier pol¨ªtica ortodoxa en la materia.
2. La integraci¨®n de los mercados, mediante la ruptura de compartimientos estancos: para empezar, hay que integrar las cuatro bolsas espa?olas y hay que eliminar las trabas legales o burocr¨¢ticas que impiden la amalgama de otros mercados (mercado de certificados de dep¨®sito, mercado de pagar¨¦s, etc¨¦tera).
3. El mantenimiento de la pol¨ªtica de desregularizaci¨®n y liberalizaci¨®n de tipos de inter¨¦s iniciada en 1974 y detenida desde 1982.
4. Mayor decisi¨®n en la apertura al exterior, preparando la entrada en vigor de los acuerdos alcanzados con la CEE en materia de derechos de establecimiento de bancos y entidades de cr¨¦dito, acuerdos que prev¨¦n que a partir del s¨¦ptimo a?o de la adhesi¨®n de las entidades bancarias de cr¨¦dito a la CEE gozar¨¢n de un estado social y operativo id¨¦ntico al de las entidades espa?olas.
5. La reducci¨®n del nivel de pasivos controlados directamente por la Administraci¨®n en la medida que el sector p¨²blico vaya disminuyendo su d¨¦ficit. Pero dado que, previsiblemente, esta disminuci¨®n del d¨¦ficit ser¨¢ lenta, hay que tomar medidas para impedir que el actual nivel de las retribuciones de los pasivos cautivos pueda introducir distorsiones graves en los precios. Dado que los pasivos cautivos son una parte tan importante de los pasivos totales, hay que buscar procedimientos para adecuar su retribuci¨®n a la existente en el mercado.
6. El est¨ªmulo, en lo posible, de una mejor formaci¨®n de los inversores y una m¨¢s amplia y mejor informaci¨®n por parte de las agencias financieras y empresas en general. Todas las medidas que se van a obtener en este terreno son positivas y deben ser estimuladas: extensi¨®n de las auditor¨ªas externas, calificaci¨®n por empresas independientes de la calidad de las emisiones y prestatarios cuando aparecen en el mercado, informaci¨®n por parte de los bancos, empresas financieras y bolsa sobre los activos y productos financieros ofrecidos, etc¨¦tera.
En suma, es preciso proseguir el movimiento de liberalizaci¨®n detenido durante los ¨²ltimos a?os y conseguir un sistema financiero en el que, eencialmente, los precios discriminen adecuadamente los diferentes usos de los recursos y los diferentes riesgos. S¨®lo as¨ª se conseguir¨¢ estimular el ahorro y, simult¨¢neamente, mejorar la estructura financiera de nuestras empresas, primando aquellas que se basen en recursos propios en relaci¨®n con las que deben seguir apelando a los recursos ajenos.
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