Miles de ni?os indios nacer¨¢n con grandes deformidades
Las madres gestantes afectadas por la nube de gas t¨®ideo de la ciudad india de Bhopal van a alumbrar ni?os cm grandes deformidades, seg¨²n el doctor Heyndrickx, jefe del departamento de Toxicolog¨ªa de la universidad belga de Gante, considerado como uno de los mejores especialistas del mundo en este campo. El cient¨ªfico belga cree que los m¨¢s gravemente afectados llegar¨¢n a perder todos los sentidos, menos el del gusto. Mientras, crece la conciencia mundial sobre la vulnerabilidad del hombre ante muchas formas de desarrollo cient¨ªfico y t¨¦cnico.
"Las desgracias que se abaten sobre Bhopal est¨¢n lejos de llegar a su fin", dice Heyndrickx, consejero de las Naciones Unidas para asuntos de sanidad. "No hay duda", afirma, "de que los ni?os en gestaci¨®n van a nacer con enormes deformidades, y de los que vayan a ser concebidos a partir de ahora, aunque nada es seguro, se puede decir que corren un alto riesgo".El especialista belga, en declaraciones al rotativo La Libre Belgique, dice que muchos de los afectados "van a sucumbir a efectos secundarios pulmonares y neurol¨®gicos". El isocianato de metilo "va a destruir los centros nerviosos y, en particular, los centros de percepci¨®n: vista, olfato, o¨ªdo y tacto", dice.
En Estados Unidos se ha iniciado una busca exhaustiva en laboratorios industriales y acad¨¦micos de datos sobre los efectos de la exposici¨®n al isocianato de metilo. Aunque la informaci¨®n sobre este compuesto es escasa, se ha comprobado que existen amplios estudios sobre sustancias parecidas, como el diisocianato de tolueno, ampliamente usado en la fabricaci¨®n de pl¨¢sticos.
Yves Alarie, de la universidad de Pittsburgh, dice que ha aplicado 10 de estos tipos de sustancia en animales. "Los experimentos con isocianato de metilo son tan escasos", dice, "porque es muy t¨®xico y vol¨¢til", aunque se?ala que los efectos de toda esta familia de productos son similares y s¨®lo var¨ªan en intensidad.
"Los cient¨ªficos nos preguntamos c¨®mo no ocurren con m¨¢s frecuencia accidentes como el de Bhopal", dice Heyndrickx, para quien "los dirigentes del Tercer Mundo cometen un error al creer que van a resolver sus problemas de subdesarrollo mediante la importaci¨®n de cualquier clase de tecnolog¨ªa".
El temor de los desarrollados
El desastre de Bhopal, sin embargo, ha tocado a la conciencia de todo el mundo industrializado. Al contrario de lo que ocurre con otras cat¨¢strofes, ¨¦sta ha reavivado el amorfo pavor que la Humanidad paga a veces como precio por el desarrollo tecnol¨®gico y ha confirmado uno de los peores temores de nuestra civilizaci¨®n: el de que en algunos lugares hay silenciosos e invisibles asesinos fabricados por el hombre."Desgraciadamente, el progreso siempre ha llevado aparejada una cierta cantidad de incertidumbre", dice Owen Gingerich, historiador de la universidad de Harvard. "Siempre hay tragedias, y, retrospectivamente, se ve que todas hubieran podido evitarse. Tenemos que estar continuamente aprendiendo", dice.
Las antiguas cat¨¢strofes, como las plagas de la Edad Media, siempre pod¨ªan atribuirse a Dios o a la naturaleza. Los psic¨®logos dicen que lo que resulta nuevo y preocupante en la vida moderna son las amenazas que tienen origen humano, como la poluci¨®n industrial, la contaminaci¨®n radiactiva y los efectos colaterales de nuevas drogas y productos qu¨ªmicos. Los asbestos y el riesgo de c¨¢ncer que implican, por ejemplo, crean el temor de que existe una bomba de relojer¨ªa en nuestro entorno. Los asbestos se utilizan como aislantes, en algunos filtros y para fabricar tejidos refractarios.
La complejidad del cambio tecnol¨®gico puede superar los propios medios de control, seg¨²n Marcel Lafollette, que trabaja en el Instituto Tecnol¨®gico de Massachusetts y en la universidad de Harvard. "Podemos construir la tecnolog¨ªa, podemos calcular los riesgos, pero no podemos predecir la reacci¨®n de la gente, ya sea por falta de educaci¨®n o por incompetencia. Siempre existe el impredictible factor humano".
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