Una econom¨ªa de trueque

, Durante dos a?os, a todo lo largo del pa¨ªs, he escuchado a mozambique?os de todos los niveles, desde miembros de la nomenclatura dirigente hasta habitantes de aldeas olvidadas en el mato: "Viv¨ªamos mejor en tiempos de los portugueses". Esta dolorosa afirmaci¨®n, que algunos matizan con todas las justificaciones posibles, s¨®lo tiene, a pesar de la generalizaci¨®n, una ¨²nica lectura. Incluso para la privilegiada elite pol¨ªtica es muy duro comer, vestir y calzarse despu¨¦s de la independencia alcanzada en junio de 1975.

El pueblo llano sufre hoy de hambre y escasez como nunca antes hab¨ªa conocido. Antes, si una persona trabajaba y administraba con cabeza su salario, com¨ªa todos los d¨ªas y ten¨ªa acceso a vestido y calzado suficiente. Ahora el dinero no tiene valor, porque nada o casi nada puede comprarse.

Las tiendas est¨¢n vac¨ªas y la comida escasea hasta l¨ªmites por debajo de los niveles m¨ªnimos de subsistencia. El Estado mozambique?o coloca art¨ªculos de consumo elemental -ropa, cazuelas, zapatos, peines, etc¨¦tera- en las lojas de las capitales de distrito para estimular a los campesinos a cambiar por ellos su producci¨®n de copra, de caju o de mafurra.

Pero, a pesar de las dificultades, pr¨¢cticamente nadie a?ora los tiempos coloniales.