Espa?a se neg¨® siempre a servir de base para la FDR
Un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores calific¨® el pasado mes de junio de "rayana en el delirio" la idea sugerida por un grupo de analistas militares seleccionados por el Pent¨¢gono en el sentido de que Espa?a deb¨ªa ser considerada como posible base log¨ªstica para las Fuerzas de Despliegue R¨¢pido (FDR). "Cualquier intelectual es muy libre de hacer todas las especulaciones que le d¨¦ la gana, pero nosotros no las podemos tomar en consideraci¨®n", indic¨® la misma fuente, que a?adi¨®: "A ning¨²n funcionario norteamericano se le ha ocurrido proponer cosa semejante" .La utilizaci¨®n de las bases conjuntas -al amparo de los acuerdos de cooperaci¨®n bilateral entre Espa?a y Estados Unidos- como punto de apoyo para las fuerzas norteamericanas en misi¨®n hacia zonas de conflicto ha sido, por otra parte, de fricciones frecuentes.
En enero de 1980, el entonces presidente Su¨¢rez rechaz¨®, cuando se entrevist¨® con el presidente James Carter en Washington, que las bases conjuntas pudieran ser utilizadas para operaciones en Asia central.Del mismo modo, el Gobierno Su¨¢rez deneg¨® oficialmente a EEUU autorizaci¨®n para emplear las bases de utilizaci¨®n conjunta como punto de apoyo en una eventual intervenci¨®n norteamericana en el golfo P¨¦rsico. Se asegur¨® entonces que las bases hispano-norteamericanas no ser¨ªan utilizadas en el conflicto irano-iraqu¨ª, respecto al cual Espa?a siempre ha tenido vocaci¨®n de neutralidad. Los norteamericanos aduc¨ªan el tratado de Amistad y Cooperaci¨®n entre ambos pa¨ªses, pero en Espa?a se negaba que ¨¦ste permitiera tal interpretaci¨®n. No obstante, algunas informaciones aseguraron en diciembre de 1978 que EEUU utilizaba las bases conjuntas para completar un puente a¨¦reo de ayuda militar al r¨¦gimen del sha.
Las especiales relaciones que Espa?a mantiene con los pa¨ªses ¨¢rabes, as¨ª como la dependencia de su petr¨®leo, vienen situado a los sucesivos Gobiernos en una posici¨®n dif¨ªcil entre aquellos y el aliado norteamericano. Para Estados Unidos, el uso de las bases espa?olas dentro de su estrategia en el Oriente Pr¨®ximo es de vital importancia, pero el Gobierno espa?ol se resiste a hacer algo que pueda dificultar esas relaciones, o sus suministros de petr¨®leo
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