Presiones ¨¢rabes sobre Sud¨¢n obligan a Israel a dejar en suspenso la Operaci¨®n Mois¨¦s
La Operaci¨®n Mois¨¦s, que ha permitido desde mediados de noviembre la llegada a Israel de m¨¢s de 10.000 jud¨ªos et¨ªopes miembros de la tribu falasha, qued¨® suspendida ayer debido a las reacciones de hostilidad de la mayor¨ªa de los pa¨ªses ¨¢rabes contra Sud¨¢n, una vez que trascendi¨® a mediados de la pasada semana el papel clave jugado por este pa¨ªs ¨¢rabe en la operaci¨®n, mantenida hasta entonces en el m¨¢s riguroso secreto. En Jerusal¨¦n ya se ha anunciado el nacimiento del primer falasha nacido en Israel.
El ¨¦xodo de los falashas "ha quedado brutalmente interrumpido" debido "a la publicidad que se ha dado a este asunto", anunci¨® ayer en Jerusal¨¦n el portavoz de la Agencia Jud¨ªa, Zvi Eyal, que apenas pod¨ªa ocultar su malestar por el hecho. El Gobierno israel¨ª iba a estudiar ayer, en su habitual reuni¨®n semanal, la nueva situaci¨®n.Horas antes, la compa?¨ªa belga de vuelos charter TEA anunci¨® que pon¨ªa fin al puente a¨¦reo entre Sud¨¢n e Israel, v¨ªa Bruselas, mediante el cual ha venido trasladando jud¨ªos et¨ªopes hacia Tel Aviv desde mediados del mes de noviembre. La compa?¨ªa belga anunci¨® que la publicidad dada a la operaci¨®n hac¨ªa imposible seguir con los planes. La compa?¨ªa realiz¨® dos vuelos desde el jueves, fecha en la que se anunci¨® su participaci¨®n en el puente a¨¦reo, en el que hab¨ªa decidido colaborar una vez garantizado el secreto.
La ¨²ltima escala de un Boeing 707 de TEA en el aeropuerto de Bruselas se registr¨® el s¨¢bado. Se calcula que se encuentran ya en Israel m¨¢s de la mitad de los aproximadamente 25.000 falashas que iban ser transportados. De hecho, la evacuaci¨®n se remonta a hace cuatro a?os, aunque el grueso de la emigraci¨®n se ha llevado a cabo en el ¨²ltimo mes y medio debido al hambre que azota a Etiop¨ªa.
El s¨¢bado por la noche Israel desminti¨® toda colaboraci¨®n con Sud¨¢n en la Operaci¨®n Mois¨¦s. Un portavoz del primer ministro Sim¨®n Peres manifest¨® que circulaba gran n¨²mero "de informaciones completamente inexactas" sobre esta evacuaci¨®n.
El Jerusalem Post escrib¨ªa ayer que "tambi¨¦n hay una viva emoci¨®n en Washington por el hecho de que la censura israel¨ª haya levantado el secreto sobre esta operaci¨®n sin advertir previamente a la Administraci¨®n norteamericana". Estados Unidos "ha ofrecido a esta operaci¨®n una ayuda financiera considerable, esfuerzos diplom¨¢ticos y muchos otros medios, y por ello ten¨ªan derecho a ser consultados", se?ala el rotativo.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Sud¨¢n desminti¨® el s¨¢bado toda participaci¨®n en la evacuaci¨®n de los jud¨ªos et¨ªopes. La misma Etiop¨ªa acus¨® el viernes a Sud¨¢n y a otras potencias extranjeras, de las que no dio el nombre, de haber organizado la emigraci¨®n ilegal de los falashas.
Denuncias
La posici¨®n de Jartum (capital de Sud¨¢n) ha sido fuertemente criticada por los pa¨ªses ¨¢rabes de la l¨ªnea dura, al tiempo que los m¨¢s moderados se limitaban a denunciar esta nueva emigraci¨®n jud¨ªa a Israel.
La Prensa siria habla de la colusi¨®n" del r¨¦gimen sudan¨¦s con Israel y acusa al presidente Gaafar Numeiri de "contribuir al reforzamiento de la maquinaria de guerra del enemigo sionista".
Entre los palestinos, las reacciones son reflejo de las divisiones que minan a la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina (OLP) desde hace un par de a?os. Mientras las facciones que se oponen al liderazgo de Yasir Arafat piden el boicoteo al r¨¦gimen sudan¨¦s, "que minusvalora a su pueblo y a la naci¨®n ¨¢rabe", quienes siguen a Arafat se han limitado a pedir a los pa¨ªses ¨¢rabes que intervengan en¨¦rgicamente ante el presidente sudan¨¦s para lograr que se ponga fin a la evacuaci¨®n de los falashas. La OLP ha pedido, adem¨¢s, la intervenci¨®n de instancias internacionales para que pongan fin a este delito que supone solucionar el problema de los falashas a costa del pueblo palestino".
Para el diario argelino El Muyahid, los nuevos inmigrantes "est¨¢n llamados a formar asentamientos en los territorios ocupados y, debido a su inter¨¦s en ello, van a convertirse en los m¨¢s ardientes defensores de la pol¨ªtica anexionista" israel¨ª.
En Israel, mientras, siguen los trabajos de recepci¨®n, tratamiento y acomodaci¨®n de los reci¨¦n llegados. La mayor¨ªa de ellos presenta graves carencias y enfermedades, e incluso algunos de los evacuados han muerto de hambre en el mismo avi¨®n que les trasladaba hacia Israel, tal y como ha manifestado un directivo de TEA.
Un nuevo sabra
La primera alegr¨ªa para ¨¦sta comunidad ha sido el nacimiento, el viernes, del primer sabr¨¢ (jud¨ªo nacido en Israel) de los evacuados. El ni?o pes¨® 1.800 gramos y es hijo de una madre que lleg¨® a Israel cinco d¨ªas antes de dar a luz, seg¨²n la Prensa israel¨ª.
Pero tambi¨¦n han surgido problemas: los m¨¢s relevantes, relacionados con la ortodoxia religiosa, que exige pruebas para confirmar el juda¨ªsmo de los reci¨¦n llegados. El gran rabino de los falashas, Hadani, protest¨® ayer ante el Gran Rabinado por "el ritual humillante que se quiere imponer a los miembros de la comunidad. Somos tan jud¨ªos como el que m¨¢s y rechazamos la ceremonia que se nos exige, aunque s¨®lo tenga car¨¢cter simb¨®lico", dijo Hadani, seg¨²n la radio israel¨ª.
La ceremonia consiste en la extracci¨®n de una gota de sangre en los hombres (s¨ªmbolo de la circuncisi¨®n) y la inmersi¨®n ritual de la mujeres. El rito se practica, seg¨²n precept¨²a la Halaja (ley oral jud¨ªa), sobre todo miembro de una comunidad que haya vivido durante siglos al margen de la corriente principal del juda¨ªsmo.
La suspensi¨®n de la Operaci¨®n Mois¨¦s ha provocado diversas reacciones en Israel. Algunos minimizan el presunto car¨¢cter secreto de un plan que implicaba a centenares de personas y un puente a¨¦reo y otros responsabilizan al Gobierno de lo ocurrido y anuncian la convocatoria de un debate parlamentario sobre el caso.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.