Daniel Ortega jura los pincipios del sandinismo al convertirse en presidente constitucional de Nicaragua

Nicaragua tiene desde ayer un presidente en ejercicio salido de las urnas. No han cambiado los nombres de los gobernantes, pero s¨ª el origen de su mandato. La legitimidad de los votos ha sustituido, al menos formalmente, a la de las armas. Daniel Ortega, de 39 a?os, tom¨® posesi¨®n de la presidencia al filo de la medianoche (hora peninsular), en un acto multitudinario celebrado en la plaza de la Revoluci¨®n, con una f¨®rmula juramenta] que consagra los principios pol¨ªticos sandinistas. Fidel Castro fue la estrella sorpresa de las delegaciones extranjeras.

ENVIADO ESPECIALTres jefes de Estado (Cuba, Yugoslavia y Surinam), un vicepresidente (Argentina), los cuatro cancilleres del Grupo de Contadora y una quincena de ministros asistieron a la toma de posesi¨®n. En esta zona conflictiva, en la que Gobiernos opuestos compiten por un reconocimiento internacional que a menudo excluye a los dem¨¢s, puede decirse en t¨¦rminos generales que el rango de las 69 delegaciones presentes fue superior a las que hace menos de un a?o arroparon al salvadore?o Jos¨¦ Napole¨®n Duarte.Entre aquel acto y el celebrado ayer en Managua pueden establecerse varias diferencias sustanciales. En primer lugar, el boicoteo gubernamental de Estados Unidos y los cuatro vecinos de Centroam¨¦rica. Justamente la v¨ªspera, el presidente Reagan anunci¨® que su Gobierno restablecer¨¢ las ayudas financieras a los grupos que luchan contra el Gobierno sandinista, a quienes dedic¨® nuevamente el apelativo de "luchadores de la libertad".

A cambio de estas ausencias, en la plaza de la Revoluci¨®n estuvieron representados ayer pr¨¢cticamente todos los pa¨ªses del bloque comunista, algunos de ellos con pol¨ªticos de alto nivel Por lo que se refiere a Europa occidental y a Am¨¦rica Latina, el grado de las delegaciones fue similar, aunque en San Salvador predominaron los conservadores y democristianos, en tanto que en la capital nicarag¨¹ense dominaban los socialdem¨®cratas.

El intento norteamericano de anular cualquier rastro de legitimidad democr¨¢tica de las elecciones celebradas el 4 de noviembre ha chocado contra la decisi¨®n mayoritaria de la Internacional Socialista de otorgar un relativo voto de confianza a las autoridades nicarag¨¹enses, aunque persiste su exigencia de una m¨¢s decidida apertura que d¨¦ cabida a toda la oposici¨®n que utiliza m¨¦todos pol¨ªticos. -

Una delegaci¨®n de la Internacional Socialista se entrevist¨® con el comandante Bayardo Arce para recomendar al Gobierno nicarag¨¹ense la conveniencia de mantener un di¨¢logo con los grupos de la oposici¨®n.

En el caso de Espa?a, el Gobierno socialista envi¨® al ministro de Cultura, Javier Solana; al presidente del Instituto de Cooperaci¨®n Iberoamericana, Luis Y¨¢?ez, y a la directora general para Latinoam¨¦rica, Mercedes Rico. La delegaci¨®n trajo consigo una donaci¨®n de instrumentos musicales y deportivos, as¨ª como medicinas. Tambi¨¦n en este caso, la comparaci¨®n con El Salvador resulta ventajosa para los sandinistas, ya que en la toma de posesi¨®n de Duarte la representaci¨®n formal espa?ola estuvo encabezada por el presidente del Consejo de Estado, Antonio Hern¨¢ndez Gil, sin ninguna presencia del Ejecutivo.

La llegada de Fidel Castro a Managua estuvo rodeada de especulaciones y un cierto misterio, durante los ¨²ltimos d¨ªas. Como suele ser habitual en los viajes del comandante cubano al exterior, los periodistas fueron convocados s¨®lo unas horas antes, sin revelar exactamente el motivo de la cita. Acompa?aban al comandante el vicepresidente Rafael Rodr¨ªguez y el escritor colombiano Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez. Al pie del avi¨®n Hyushin le esperaba Daniel Ortega. El jefe

del Estado cubano se limit¨® a realizar una declaraci¨®n de solidaridad con el pueblo nicarag¨¹ense. La masiva presencia de los pa¨ªses comunistas indica que Nicaragua cuenta con su apoyo frente al acoso norteamericano.

Al margen del relativo respaldo internacional obtenido por Ortega en al acto de su investidura, es cierto que se perdi¨® la oportunidad hist¨®rica para que Managua se hubiera convertido en sede de una cumbre internacional al estilo de la que se celebr¨® en Argentina en la toma de posesi¨®n de Ra¨²l Alfons¨ªn. Las controvertidas elecciones del 4 de noviembre, de las que se apearon cuatro partidos de centro-derecha, impidieron que Managua fuera ayer una fiesta democr¨¢tica en la que se dieran cita Am¨¦rica y Europa.

El camino que va a seguir el nuevo Gobierno lo han marcado ya el propio Ortega, al hablar de continuidad antes de su toma de posesi¨®n, y el comandante Carlos N¨²?ez, en el discurso pronunciado tras asumir la presidencia de la nueva Asamblea Nacional.