Un enemigo del populismo

Kaare Willoch, 56 a?os, responde perfectamente al dicho de que la cara es el espejo del alma. Agudo y afilado de rostro, es arrogante y agresivo en el debate pol¨ªtico. Sarc¨¢stico, duro y nada populista, el primer ministro se enfrenta a una pr¨®xima campa?a electoral en la que el abanderado conservador ser¨¢ el presidente del partido, Erling Norvik, mucho m¨¢s capacitado para atraerse a un elector al que el primer ministro se niega a halagar.Amante del esqu¨ª, como buen noruego, Kaare Willoch, cuya inteligencia reconocen propios y extra?os, est¨¢ casado con una enfermera, de la que tiene dos hijas (una de ellas, conocida militante izquierdista en Oslo) y un hijo. El primer ministro noruego es un corredor de fondo de la pol¨ªtica, en la que ya lleva 32 a?os. En este tiempo, sin embargo, s¨®lo ha sido ministro dos veces, si no contamos su actual posici¨®n, y ambas al frente de la cartera de Comercio y Navegaci¨®n. Su presencia en el Parlamento noruego, en cambio, ha sido constante desde 1957, lo que le hace ser el segundo parlamentario m¨¢s veterano de la actual C¨¢mara. Willoch, economista estrechamente relacionado con el mundo empresarial, es un firme partidario del liberalismo, aunque del liberalismo a la n¨®rdica, esto es, un liberalismo que no pone en tela de juicio los principios b¨¢sicos del estado del bienestar. El l¨ªder Conservador encabeza y dirige una coalici¨®n de partidos que le obliga a continuos equilibrios. El Partido Cristiano Popular y el Partido del Centro se encuentran, en m¨¢s ocasiones de las que Willoch quisiera, en posiciones a la izquierda de las que ocupa el Partido Conservador, lo que le obliga a hacer concesiones que, por otra parte, pueden alinearle a una fracci¨®n de su propio electorado, ¨¢vidamente cortejado por el Partido del Progreso, una agrupaci¨®n de extrema derecha. Atlantista convencido, Willoch era tambi¨¦n partidario de la integraci¨®n de su pa¨ªs en la CEE, lo que los noruegos rechazaron en 1972 por el 53%. de los votos frente al 47%. La m¨¢xima ambici¨®n de Willoch es ahora, adem¨¢s de mantenerse en la jefatura del Gobierno, internacionalizar la econom¨ªa noruega.