'No hay localidades'

Cuando un espect¨¢culo crea mucha expectaci¨®n, como ha ocurrido en sonadas ocasiones en esta y en la pasada temporada, el cartel de "No hay localidades" ha llegado hasta a provocar casi des¨®rdenes de orden p¨²blico. Para el director general de M¨²sica y Teatro, Espa?a cuenta en este terreno con una desventaja importante. "Nuestros teatros son de juguete porque se hicieron en la ¨¦poca de la Restauraci¨®n, cuando hab¨ªa un modelo de teatro bien distinto al de ahora". Los dos teatros que est¨¢n disfrutando en este momento de una exitosa afluencia de p¨²blico son, sin embargo, de los m¨¢s peque?os de la ciudad: el Espa?ol tiene un aforo de 860 localidades, y el Mar¨ªa Guerrero, de 682Pero las salas que realmente se distinguen por provocar las airadas protestas del p¨²blico son el Real y la Zarzuela. Ambas ofrecen espect¨¢culos l¨ªricos o musicales de contadas funciones, el p¨²blico sospecha del excesivo grosor de los llamados cortes oficiales y de cr¨ªtica y los responsables son poco expl¨ªcitos a la hora de dar explicaciones al aficionado.

Problemas que, en parte, va a paliar el Plan Nacional de Auditorios, que prev¨¦ cuatro salas en funcionamiento para 1987 en Madrid, Las Palmas, Valencia y Santander. "De todos modos", dice Jos¨¦ Manuel Garrido, "no se pueden hacer pr-9visiones en base a una demanda de excepci¨®n. Nosotros hemos de trabajar sobre la demanda real, y ¨¦sa es la que hay todos los d¨ªas en el Real, que raras veces se llena. Cuando se arma el foll¨®n es cuando viene Bernstein o Montserrat Caball¨¦".

"Creo que en la temporada de ¨®pera", a?ade Garrido, "ya se ha dado un paso importante al instituir una tercera funci¨®n de abono, pues hasta ahora ¨¦stos estaban vedados para el que no perteneciera a la Asociaci¨®n de Amigos de la Opera. En el Real ha pasado otro tanto. ?Sab¨ªa usted que los abonos del Real se heredaban de padres a hijos?".