La Constituci¨®n y el refer¨¦ndum sobre la OTAN
El refer¨¦ndum sobre la OTAN es perfectamente constitucional, seg¨²n argumenta el autor de este art¨ªculo, por cuanto las votaciones de este tipo tienen car¨¢cter consultivo y pueden producir efectos pol¨ªticos pero no jur¨ªdicos sobre los acuerdos parlamentarios. Con ello sale al paso del dictamen y de las declaraciones del dirigente reformista Miquel Roca, que considera como un aspecto m¨¢s de la campa?a destinada a evitar la celebraci¨®n del refer¨¦ndum.
Uno de los argumentos m¨¢s peregrinos de los que no quieren que se celebre el refer¨¦ndum sobre la OTAN es el que acaba de avanzar el portavoz de Converg¨¨ncia i Uni¨® y l¨ªder del Partido Reformista, Miquel Roca, al aducir la posible inconstitucionalidad de dicho refer¨¦ndum.Seg¨²n se argumenta -al parecer con el aval de un dictamen jur¨ªdico encargado al efecto- la celebraci¨®n del refer¨¦ndum significaria invadir las competencias de las Cortes puesto que ¨¦stas ya decidieron por mayor¨ªa autorizar el ingreso de Espa?a en la OTAN y el refer¨¦ndum equivaldr¨ªa a una ratificaci¨®n o a una invalidaci¨®n de dicho acuerdo, supuesto que, efectivamente, no est¨¢ permitido por la Constituci¨®n.
Digo que ¨¦ste es un argumento peregrino porque cuesta entender que ning¨²n jurista pueda aducirlo con un m¨ªnimo de seriedad. El posible refer¨¦ndum sobre la OTAN s¨®lo puede ser el refer¨¦ndum consultivo previsto por el art¨ªculo 92 de la Constituci¨®n. Si es consultivo quiere decirse que no produce efectos jur¨ªdicos por s¨ª mismo y que, por consiguiente, no ratifica ni deroga ninguna decisi¨®n de las Cortes Generales ni de cualquier otro ¨®rgano institucional.
El refer¨¦ndum del art¨ªculo 92 de la Constituci¨®n no es m¨¢s que una consulta que el presidente del Gobierno, debidamente autorizado por el Congreso de los Diputados, decide plantear al conjunto de los ciudadanos cuando se encuentra ante una decisi¨®n pol¨ªtica que ¨¦l considera de especial trascendencia.
El resultado del refer¨¦ndum no obliga ni al presidente del Gobierno ni a nadie en el plano estrictamente jur¨ªdico. Otra cosa es el efecto que puede producir en el plano pol¨ªtico.
Si el refer¨¦ndum se lleva a cabo -cosa que hoy por hoy parece problem¨¢tica- s¨®lo pueden ocurrir dos cosas: que la propuesta del Gobierno obtenga la mayor¨ªa o que quede en minor¨ªa. En ambos casos, el Gobierno deber¨¢ sacar las conclusiones, pol¨ªticas que se impongan. En teor¨ªa, cabe incluso que el refer¨¦ndum d¨¦ una mayor¨ªa favorable a la salida de Espa?a de la OTAN y que el Gobierno, a pesar de ello, decida continuar en ella.
El problema es, evidentemente, pol¨ªtico, porque est¨¢ claro que si el refer¨¦ndum diese una mayor¨ªa favorable a la salida de Espa?a de la OTAN el precio que el Gobierno pagar¨ªa si decidiese ignorar esta manifestaci¨®n mayoritaria de la voluntad popular ser¨ªa alt¨ªsimo y la propia credibilidad del sistema podr¨ªa quedar afectada. Pero insisto en que desde un punto de vista estrictamente jur¨ªdico, que es el que cuenta para hablar de inconstitucionalidad, el. refer¨¦ndum no obliga a nada.
Una maniobra pol¨ªtica
Si el refer¨¦ndum se celebra, da un resultado favorable a la salida de Espa?a, de la OTAN y el Gobierno decide hacer case, de esta opini¨®n mayoritaria del electorado el procedimiento a seguir est¨¢ trazado por los art¨ªculos 93, 94, 95 y 96 de la Constituci¨®n y, por consiguiente, en ning¨²n case, puede hablarse de invasi¨®n de competencias de las Cortes, de supeditaci¨®n de ¨¦stas ni de anulaci¨®n anticonstitucional de ninguna decisi¨®n del Parlamento. ?D¨®nde est¨¢, pues, la inconstitucionalidad que se denuncia?
Lo que hay en realidad es una amplia maniobra pol¨ªtica, impulsada desde distintos frentes, para impedir que el refer¨¦ndum se celebre. Las dificultades de calendario, reales o provocadas, los pretendidos atentados a la Constituci¨®n y todos los dem¨¢s argumentos jur¨ªdicos que se han aducido o se puedan aducir no son m¨¢s que pantallas destinadas a ocultar el verdadero fondo del asunto.
Y el fondo del asunto es, en primer lugar, que el Gobierno de los Estados Unidos, secundado por los gobiernos de otros pa¨ªses miembros de la OTAN y por toda la derecha espa?ola no quieren que Espa?a salga de la organizaci¨®n y que, por consiguiente, no se consulte al pueblo espa?ol sobre la posibilidad de hacerlo. El fondo del asunto es, tambi¨¦n, que al PSOE en el Gobierno, atrapado entre sus planteamientos electorales y sus realidades actuales, el refer¨¦ndum no le hace ninguna gracia.
Y el fondo del asunto es, en tercer lugar, que nadie de los citados llama a las cosas por su nombre y por eso se buscan y se inventan pretextos.
Al final puede ocurrir que el pueblo espa?ol, del que, como titular de la soberan¨ªa nacional emanan todos los poderes, seg¨²n la Constituci¨®n, se encuentre con que nadie le pidi¨® su opini¨®n para entrar en la OTAN y que nadie se la pida ahora para decidir si se contin¨²a en ella o se sale. Puestos a hablar de la Constituci¨®n quiz¨¢ ser¨ªa bueno que nos fij¨¢semos en este aspecto, nada trivial, del problema.
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