Estreno bajo una carpa
Todas las instituciones se vuelcan para que la moda femenina se exhiba en Madrid
Durante el ¨²ltimo d¨ªa de febrero y los primeros de marzo, Madrid tuvo una cita con la moda espa?ola. Por primera vez, y bajo la iniciativa y apoyo del Gobierno aut¨®nomo, el Instituto Madrile?o de Desarrollo de Nuevas Actividades y el reci¨¦n formado Comit¨¦ de Moda, presidido por Epifanio Mayo, se organizaron unos desfiles de creadores de moda femenina en una carpa circense en la plaza de Col¨®n, con el prop¨®sito de potenciar la imagen de la moda espa?ola.Siete firmas participaron en los desfiles, aunque se hab¨ªa invitado a m¨¢s, como Antonio Mir¨® y Adolfo Dom¨ªnguez, quienes optaron por no incluirse, al no poder pasar simult¨¢neamente colecciones masculinas. Otros, como Montesinos y Roberto Verinno, prefirieron seguir la t¨¢ctica de presentar en privado. La decisi¨®n, ya irreversible por parte de la Administraci¨®n central -en particular, el Ministerio de Industria-, de apoyar el 30% de los salones de moda de la siguiente forma: ni?o-infantil, Valencia; Gaud¨ª-hombre, hilados y tejidos, Barcelona, y moda femenina en Madrid, influy¨® en la actitud del comit¨¦ en cuanto a negar que se pasaran colecciones masculinas en esta ocasi¨®n.
Los problemas que han surgido a lo largo de estos d¨ªas en la carpa fueron m¨²ltiples, el m¨¢s grave fue el escaso tiempo (menos de un mes) con que se ha contado para la organizaci¨®n, sobre todo para los dise?adores, quienes tuvieron que preparar en un tiempo r¨¦cord las colecciones. Hubo detalles significativos, como telas que no llegaron; improvisaciones de ¨²ltima hora; una pasarela excesivamente alta (tres metros), que imped¨ªa ver con facilidad a las modelos; inexistencia de ensayos previos; focos excesivamente potentes, que, si bien sirvieron para iluminar a leones y tigres, quemaban algunos colores de los tejidos y detalles de las prendas; largos retrasos y colas a¨²n m¨¢s largas, a base de empujones y dem¨¢s.En todo caso, hay que agradecer que pudiera asistir a los desfiles la Prensa extranjera, ya que, con asombro, el ingl¨¦s Stanley Costin, de Fashion Weekly, confes¨® que, "despu¨¦s de 10 a?os visitando salones de IFEMA en la Casa de Campo, jam¨¢s pens¨¦ que hubiese este nivel de moda en Espa?a". L¨¢stima que se haya tenido que esperar tanto, aunque es mejor tarde que nunca. El primer desfile, que se inaugur¨® en la pista central, en presencia de Carmen Romero, correspondi¨® a Mar¨ªa Moreira (que sustituy¨® en el ¨²ltimo momento a Adolfo Dom¨ªnguez). Esta gallega, maestra en g¨¦neros de punto, ofreci¨® en la primera parte acertados conjuntos basados en la l¨ªnea esqu¨ª, con pantalones estrechos y grandes abrigos y chaquetones 7/ 8 a juego, en punto crudo y dibujo jacquard gris, aunque en la segunada parte su confecci¨®n en tejido defraud¨® a sus admiradores por su total incongruencia de estilo, como sus trajes frac, dotados de cadenas de oro en hombros y pecho, que no se sab¨ªa si se trataba de lord Nelson, Napole¨®n o el jefe de la pista del circo, dotados con extra?os artefactos de charol para la cabeza.
Segu¨ªa Jorge Gonsalves, modista de alta costura de las ni?as bien de Madrid, especialista en trajes de novia, que lanza por primera vez una l¨ªnea de difusi¨®n dentro de un estilo cl¨¢sico a base de ricos tejidos como sedas, terciopelos y astracanes para trajes de sastrer¨ªa.
El m¨¢s profesional
Por la noche, Manuel Pi?a puso la nota sofisticada con sus grandes abrigos y trajes, con el acento sobre el volumen de hombros que se va ci?endo a lo largo de la silueta. Sus vestidos de punto en angorina y los abrigos grandes y envolventes, como los de cuadros blancos y negros con cuello chal en piel del T¨ªbet, de Elena Benarroch, o su espl¨¦ndido final con Bib¨ª Andersen luciendo un estrech¨ªsimo traje en organza plisada, color morado, con un hombro descubierto y enorme volante en bajo, demostr¨® que el esfuerzo val¨ªa la pena. El viernes, al contrario, rein¨® el caos total. Paco Casado anul¨® su pase por problemas de confecci¨®n en el 60% de su colecci¨®n, y Antonio Alvarado, previsto para desfilar a las 19.30, no empez¨® hasta las 21.10, con lo que perdi¨® a la Prensa, que se fu¨¦ corriendo a ver a Montesinos, quien ten¨ªa cita a las nueve de la noche, aunque no empez¨® hasta las 22.30.
El s¨¢bado, Domingo C¨®rdoba present¨® su primera l¨ªnea de difusi¨®n, optando por cortes dentro de estilo costura-artesanal, sobresaliendo su abrigo de estructura arquitect¨®nica en lana negra en forma de trapecio, con raso fucsia, rosa y rojo para cuellos rectos y horizontales y pu?os anchos, o el abrigo con canes¨² incorporado, tambi¨¦n de lana negra, con vuelo campana en bajos y forrado de volantes flamencos en amarillo, lima y verde esmeralda, lucido espl¨¦ndidamente por M¨®nica.
Finalmente, Jes¨²s del Pozo cerr¨® el acto con el pase m¨¢s profesional y m¨¢s diverso, abriendo con rayos, truenos y lluvia para una salida de variaciones sobre impermeables y gabardinas, combinados con pantalones, faldas y bermudas; el saludo a Par¨ªs, con se?oras supersofisticadas paseando por la pasarela con perros, todas en combinaciones de blazers, faldas rectas, pantalones, intercambiando terciopelo granate y lana negra, o sus abrigos-esmoquin en terciopelo azul gris¨¢ceo, con solapas y pu?os en raso sobre fluidos vestidos largos en ray¨®n brillante con profundos cuellos en V.
Por otro lado, Roberto Verinno, ajeno a la carpa, pas¨® su joven y din¨¢mica colecci¨®n en sal¨®n privado. Su l¨ªnea se basa totalmente en el sport casual, incluyendo coordinados perfectamente armonizados, en tonos vivos (rojo, fucsia, malvas) para minifaldas, bermudas, faldas midis y abrigos y chaquet¨®n tres cuartos de lana con grandes cuellos, chal en punto, adem¨¢s de otra l¨ªnea inspirada en el romaticismo alem¨¢n. Verinno jugaba con la ambig¨¹edad masculina y femenina para abrigos redigote, pantalones de montar, chalecos cashemera, y, finalmente, su l¨ªnea confort, a base de prendas amplias estilo trincheras, en lanas cheviot, tweeds, patas de gallo en verdes oscuros, morados o marrones y pantalones de esqu¨ª, camisas por fuera y minijerseis encima.
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