Toros, ordenadores y quinielas
El mundillo taurino emprende con aires de modernidad y optimismo la temporada 1985
La temporada 1985 puede ser hist¨®rica, y con esta vocaci¨®n comienza: por primera vez en todos los siglos de su existencia, y tras m¨²ltiples concili¨¢bulos, el mundillo taurino ha observado que su dilema es renovarse o morir, y para lograr la supervivencia ha tomado la heroica determinaci¨®n de modernizarse. A algunos taurinos les puede costar una enfermedad el cambio, porque no lo entienden. Razonan: si durante generaciones las cuentas del espect¨¢culo se han llevado siempre en una libretilla, y las ideas para promocionarlo, en el canto de una servilleta de papel, y nunca pasaba nada, ?a qu¨¦ vienen los aires de modernidad?
El presidente de la asociaci¨®n de empresarios taurinos, Jos¨¦ Barcel¨®, lamenta que se pierdan los viejos usos, y dice: "?ste ha sido siempre un mundillo encantador, desorganizado a su manera e imprevisible, que se guiaba por una exquisita correcci¨®n en el trato y en la contrataci¨®n. Exist¨ªa, incluso, el empresario que ni siquiera echaba cuentas y organizaba las corridas a la aventura. A veces perd¨ªa un dineral, y ni se inmutaba, pues sol¨ªa justificarse con pintorescos argumentos como ¨¦ste: si no hubiera perdido el dinero aqu¨ª, a lo mejor me lo habr¨ªa gastado en el casino y en mujeres".Pero, l¨®gicamente, la singularidad del entorno taurino, que es uno de sus grandes valores en el ¨¢mbito del espect¨¢culo, en lo organizativo y econ¨®mico es un cuerpo extra?o dentro del mundo actual. De manera que su futuro inmediato es ¨¦ste: o renovarse, o morir. Y Barcel¨® piensa que donde antes hab¨ªa libretilla ahora tiene que haber ordenadores y la gesti¨®n ha de adecuarse al ritmo que dicte la ciencia empresarial.
La fiesta de toros genera muy variadas categor¨ªas de empleo, en las que ocupa a miles de personas altamente especializadas; se mantiene merced a una estructura con solidada en cosos, fincas, instalaciones camperas, cuadras, ganader¨ªa aut¨®ctona seleccionada en pureza, de tal magnitud, que "no habr¨ªa dinero suficiente" si ahora tuviese que crearse nueva; pone en juego y sacrificio una cantidad ingente de reses; se realiza en pr¨¢cticamente todos los n¨²cleos de poblaci¨®n del pa¨ªs. Y, sin embargo nadie sabe a ciencia cierta cu¨¢les son los n¨²meros reales del empleo, la estructura, el ganado y los festejos. Los datos vienen a ser barruntativos. Por la propia din¨¢mica rom¨¢ntica del espect¨¢culo, cada estamento tira por su lado y hace de la anarqu¨ªa blas¨®n.
Siendo el espect¨¢culo de multitudes m¨¢s antiguo, con m¨¢s rica historia y leyenda, ni siquiera cuenta con un ¨®rgano institucional o gremial que coordine actividades o, por lo menos, intente resolver los problemas comunes.
La 'quite'
Los aires de modernidad, sin embargo, incluyen la creaci¨®n de ese ¨®rgano, aunque de momento s¨®lo sea de forma indirecta. Seguramente surgir¨¢, espont¨¢neo, como consecuencia de la quiniela taurina, que ya est¨¢ en un avanzado estado de elaboraci¨®n y podr¨ªa implantarse el pr¨®ximo verano. En el colmo de la modernizaci¨®n y el sacrificio, los taurinos han recurrido a un gestor que no pertenece a sus familias, sino que se ha acreditado en el mundo del deporte: Manuel de Benito. En sus manos est¨¢ el invento. Por indicaci¨®n suya, representantes de toreros, ganaderos y empresarios constituyen la Asociaci¨®n para el Fomento de la Fiesta Brava, que ser¨¢ gestora y administradora de la quite. Que nadie se alarme: significa quiniela taurina espa?ola.Tanto Barcel¨® como Manuel Chopera, empresario de Las Ventas y muchas otras plazas, dan a la quite categor¨ªa de panacea. Ambos coinciden: "No s¨®lo por los beneficios directos que vaya a reportar, que son los econ¨®micos, sino por los indirectos, que se traducir¨¢n en una importante popularizaci¨®n del espect¨¢culo". De las recaudaciones, un porcentaje ser¨¢ para premios, otro para gastos de administraci¨®n, y otro se reinvertir¨¢ en la promoci¨®n del espect¨¢culo, seg¨²n las prioridades -que determine la asociaci¨®n gestora.
Fluir de promesas
La temporada taurina, de implantarse la quiniela taurina, experimentar¨¢ una revalorizaci¨®n inmediata, pues los empresarios se comprometen en firme a garantizar un aumento en el n¨²mero de corridas, con participaci¨®n segura de los diestros en cuyas actuaciones se base el pron¨®stico cada semana. Ahora bien, aun sin quiniela, este a?o habr¨¢ m¨¢s corridas, pues el espect¨¢culo subi¨® su ¨ªndice de popularidad la temporada anterior. Las funciones registraron mayor asistencia de p¨²blico y hubo un creciente inter¨¦s por las novilladas gracias al importante semillero de las escuelas taurinas.Opina Manuel Chopera que, en lo que se refiere al plantel de toreros, la fiesta ha variado poco en lo que ¨¦l llama "por arriba" -es decir, matadores de alternativa consagrados-, mientras por abajo -la noviller¨ªa- hay un continuo fluir de promesas. "Las escuelas taurinas", manifiesta, "est¨¢n realizando una labor trascendental, pues en primer lugar dan oportunidad a que los aspirantes a torero satisfagan su vocaci¨®n, y, por otra, les ense?an muy bien el oficio. Ahora mismo, un n¨²mero notable de novilleros torea con profundidad y repertorio. No sabemos cu¨¢l de ellos ser¨¢ ese genio que llena una ¨¦poca, pero lo importante es que tienen profesionalidad suficiente para ir renovando el escalaf¨®n en un futuro pr¨®ximo".
Lo malo es que este a?o no podr¨¢n torear mucho, pues las camadas son cortas y hay cierta escasez de novillos. Manuel Garc¨ªa-Aleas, un ganadero legendario, secretario de la Uni¨®n de Criadores de Toros de Lidia, tambi¨¦n contempla con optimismo la temporada que hoy empieza y la quiniela -al parecer son los ganaderos quienes han fichado a Manuel de Benito-, aunque no tanto la soluci¨®n de problemas b¨¢sicos que tiene planteados su gremio, al cual no parece que la Administraci¨®n le preste el apoyo debido. El libro geneal¨®gico de ganader¨ªas, presentado a?os ha al Ministerio de Agricultura para su aprobaci¨®n, parece que enmohece en alg¨²n rinc¨®n del antiguo caser¨®n de Fomento, y el reglamento taurino, que conten¨ªa positivas novedades para los ganaderos, seguramente no se aprobar¨¢. Los estudios sobre el toro de lidia que encargaron a varios investigadores para el per¨ªodo 1978-1983 ya han sido elaborados y est¨¢n en libro, pero falta su desarrollo y con qu¨¦.
Alrededor de 16.000 reses ser¨¢n lidiadas en el transcurso de la temporada dentro de los distintos tipos de festejos que abarca la fiesta. Como suele decir ?lvaro Domecq, dar¨¢n espect¨¢culo y alimento: unos tres millones de kilos de carne de primera calidad y adem¨¢s barata, pues el valor principal del toro de lidia no es su rendimiento c¨¢rnico, sino su casta, y eso es lo que se paga.
Autogesti¨®n
"?C¨®mo se presenta la temporada?", suele preguntar al aficionado el ciudadano curioso en cuanto ya se puede quitar el abrigo. Pues se presenta as¨ª, como dicen los taurinos, y tambi¨¦n con la dolorosa ausencia de Paquirri, tr¨¢gicamente fallecido a finales de la temporada anterior. Con la menos gloriosa ausencia de Paco Ojeda, que ya iba de capa ca¨ªda el a?o ¨²ltimo y en el presente no quiere saber nada de toros. Con una ganader¨ªa de bravo preocupada por recuperar su casta. Con un grupo de toreros en plenitud art¨ªstica y trayectoria ascendente que presentar¨¢n pelea a las figuras de siempre.Con el empuje de los jovenc¨ªsimos novilleros. Con un Curro Romero que reverdece su largo oto?o en el musical crujido de la ver¨®nica inimitable y en el socialismo militante que ha exhibido vest¨ªo de as¨², y con pegatina. Con un Anto?ete en su a?o de despedida, que solemnizar¨¢ en la feria de oto?o de Madrid, y dejar¨¢ una perfumada herencia de nostalgias.
Y se presenta, tambi¨¦n, con la novedad de la autogesti¨®n, asumida por la Diputaci¨®n de Valencia para la explotaci¨®n de su centenario coso de la calle de X¨¢tiva. Ha encargado la gesti¨®n, por el dedo, a un franc¨¦s, Sim¨®n Casas, y el orbe taurino se llena de suspicacias por ello, a¨²n no se sabe si fundadas. Pero todo el toreo est¨¢ pendiente de los resultados que dar¨¢ la nueva f¨®rmula, que si son positivos, con la modernizaci¨®n podr¨ªa traer la revoluci¨®n econ¨®mica y social del mundo de los toros. Valencia en fallas tambi¨¦n inicia ahora su andadura y programa una larga feria de buenos carteles, la cual dar¨¢ fin el d¨ªa de San Jos¨¦.
Todo est¨¢ a punto. Los aficionados desperezan su hibernaci¨®n; los empresarios pactan, buscan clientela -mejor joven- y sue?an con tardes de sol y moscas; los diestros de m¨¢s cartel van regresando de las Am¨¦ricas; los otros gestionan contratos donde los haya; los apoderados castigan el h¨ªgado comiendo con quien pueda dar un puesto a sus pupilos, y el toro, como siempre, pondr¨¢ a cada cual en su sitio.
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