Deshielo, fracaso econ¨®mico y severa represi¨®n, notas de la 'era Chernenko'
Los casi 13 meses en que Konstant¨ªn Chernenko ha ostentado el liderazgo de la Uni¨®n Sovi¨¦tica se han caracterizado por los contrastes, dentro del car¨¢cter de provisionalidad que propios y extra?os dieron desde el principio a la presencia de este hombre achacoso en el Kremlin. Lo m¨¢s positivo ha sido el deshielo evidente registrado en las relaciones Este-Oeste. En el otro platillo de la balanza se encuentran la fuerte represi¨®n ejercida sobre toda forma disidencia, la delicada situaci¨®n de la econom¨ªa sovi¨¦tica y la t¨ªmida vuelta a los viejos modos de la ¨¦poca de Leonid Breznev.
Llamado a la secretar¨ªa general del Partido Comunista de la Uni¨®n Sovi¨¦tica como portavoz de una direcci¨®n colegiada m¨¢s que como l¨ªder con poder discrecional, Chernenko acumul¨® r¨¢pidamente las atribuciones de presidente del misterioso Consejo de Defensa, primero y de presidente del presidium del Soviet Supremo -es decir, jefe del Estado-, m¨¢s tarde.Al estilo de Yuri Andropov, te?ido de rigor y acogido con satisfacci¨®n por una poblaci¨®n cansada de la ineficacia de la burocracia sovi¨¦tica, el nuevo m¨¢ximo dirigente sovi¨¦tico respondi¨® con una vuelta a los viejos h¨¢bitos implantados por la corte de Leonid Breznev, a cuya sombra realiz¨® toda su carrera. La parte de la nomenklatura que vio con pavor la pol¨ªtica de modernizaci¨®n, moralizaci¨®n y exigencia emprendida por Andropov dio un suspiro de alivio al ver ocupar el jefatura del Kremlin a Chernenko, quien se presentaba como el primer luchador por la ortodoxia y bland¨ªa la espada de la intransigencia contra toda forma de innovaci¨®n, muy especialmente en el campo de la cultura o en el de la juventud sovi¨¦tica.
Sin embargo, los andropovianos, cuya cabeza visible era Mijail Gorbachov, no cedieron posiciones y las pr¨¦dicas del n¨²mero uno en favor de las viejas ideas no se materializaron en hechos. A pesar de que en su discurso del 14 de febrero de 1984 Chernenko preconiza la estabilidadad y rinde homenaje a los cuadros intermedios que constituyen la base de su poder, sus adversarios consiguen mantenerse y consolidar posiciones. El 70? aniversario del nacimiento de Yuri Andropov se conmemora con una numerosa serie de art¨ªculos en la Prensa sovi¨¦tica, lo que para los analistas es un gui?o que les permite comprender cu¨¢l es la relaci¨®n de fuerzas en un sistema en el que la historiografia siempre ofrece un absoluto vac¨ªo entre Lenin y el secretario general del momento.
Lo que si consigui¨® Chernenko durante su corta estancia en el Kremlin es romper el aislamiento a que hab¨ªa llevado a la URSS la pol¨ªtica de Andropov. Poco despu¨¦s de ser llamado a ocupar la jefatura del Estado, Chernenko habla de distensi¨®n -una palabra que su predecesor hab¨ªa borrado del vocabulario sovi¨¦tico- a cambio de que la Casa Blanca trate con el Kremlin "de igual a igual". El proceso de acercamiento es largo y atravesado por numerosas medidas de fuerza -entre las que el boicoteo a los Juegos Ol¨ªmpicos es quiz¨¢s la m¨¢s significativa- pero finalmente la evidencia de que Ronald Reagan va a continuar siendo presidente de Estados Unidos desencadena el proceso que concluye con la reanudaci¨®n de las negociaciones sobre control de armamentos de Ginebra, que hoy se abren en la ciudad helv¨¦tica.
Visitas en el Kremlin
Chernenko recibi¨® en el Kremlin a jefes del Estado como el rey Juan Carlos o el presidente franc¨¦s, Fran?ois Mitterrand, primeros ministros como el austr¨ªaco Fred Sinowatz, ministros de Asuntos Exteriores como el alem¨¢n Hans-Dietrich Genscher o el italiano Giulio Andreotti, dirigentes comunistas occidentales como el griego Hilarios Floriakis o el portugu¨¦s ?lvaro Cunhal, l¨ªderes ¨¢rabes como el sirio Hafez el Asad, africanos como el et¨ªope Mengistu Haile Mariam o asi¨¢ticos como el mongol Jambin Barmunj, entre otros. La caravana de dirigentes de uno y otro signo en el Kremlin no tuvo ni la m¨¢s m¨ªnima contrapartida. Por razones de salud Chernenko no pudo acudir siquiera a la cumbre del Pacto de Varsovia que hab¨ªa de celebrarse en la capital b¨²lgara, donde su presencia era preceptiva.La econom¨ªa sovi¨¦tica no ha conseguido remontar vuelo, a pesar de la reforma experimental auspiciada por Andropov, que Chernenko se comprometi¨® a mantener. El experimento, iniciado en enero de 1984, consist¨ªa en relacionar salario con resultados y en brindar una mayor autonom¨ªa de gesti¨®n empresarial.
El rotativo Industria Socialista ha reconocido que las empresas en r¨¦gimen experimental -pertenecientes a tres ramas industriales de alcance estatal y a dos de ¨¢mbitos menores- hab¨ªan logrado una mejora en la productividad aunque inferior a los previsto.
Durante el a?o 1984, la renta nacional (baremo sovi¨¦tico equivalente al Producto Nacional Bruto occidental) subi¨® medio punto menos de lo previsto y se qued¨® en el 2,6%. La agricultura contin¨²a siendo el tal¨®n de Aquiles del sistema productivo sovi¨¦tico, y el a?o pasado la cosecha de cereales rond¨® los 170 millones de toneladas, seg¨²n estimaciones occidentales, 70 millones por debajo de la planificada, inferior a los "m¨¢s de 190 millones de toneladas" de que hablara Chernenko al referirse a la de 1983 y muy lejos de los 237 millones logrados en 1978, ¨²ltima cosecha de la que se ofreci¨® informaci¨®n oficial hasta la llegada de Chernenko.
La represi¨®n contra los disidentes no disminuy¨® con la presencia de Chernenko en el Kremlin. La comunidad jud¨ªa se vio particularmente afectada por esta dureza cuyas v¨ªctimas m¨¢s conocidas fueron el matrimonio compuesto por Andrei Sajarov y Elena Bonner.
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