Un juez de Ayacucho acusa a Vargas Llosa de encubrir el asesinato de ocho periodistas

El juez Hermenegildo Ventura Huayhua provocar¨¢ en los pr¨®ximos d¨ªas un esc¨¢ndalo nacional en Per¨² al acusar, como ¨¦l mismo ha adelantado, a las fuerzas armadas del asesinato de ocho periodistas en el poblado de Uchuraccay en enero de 1983. Ventura Huaylma tiene previsto procesar adem¨¢s al escritor Mario Vargas Llosa, presidente de la comisi¨®n que investig¨® el caso, por encubridor, as¨ª como al entonces presidente del comando pol¨ªtico militar de Ayacucho, general Clemente Noel, a varios ministros y ex ministros y a algunos periodistas que, seg¨²n el juez, mintieron al prestar declaraci¨®n.

Ventura Huayhua asegura que dispone de pruebas para respaldar esas sospechas, aunque las que hasta ahora ha adelantado a los familiares de los asesinados y a la Prensa no parecen suficientes para desmentir la conclusi¨®n de la Comisi¨®n Vargas Llosa de que fueron los campesinos de Uchuraccay los que mataron a los periodistas. La decisi¨®n judicial ser¨¢ con toda seguridad recurrida ante el Tribunal Supremo de Per¨², que, seg¨²n Ventura Huayhua, confirmar¨¢ su decisi¨®n.Este caso se ha visto rodeado desde un principio por una serie de pruebas falsas y mutua desautorizaci¨®n entre el Gobierno y el tribunal de Ayacucho, lo que sin duda afectar¨¢ a la credibilidad de la sentencia. El propio Ventura Huayhua ha contribuido a esa desconfianza en su trabajo adelantando lo esencial de sus conclusiones, sin acompa?arlas de las pruebas correspondientes. A juicio de quienes han seguido el trabajo, el presidente del tribunal da muchas veces la sensaci¨®n de estar embarcado en una cruzada personal contra Vargas Llosa que le obliga a centrar todas sus explicaciones en desautorizar el trabajo de la comisi¨®n, en lugar de exponer los fundamentos de sus tesis.

El aspecto que mejor parece tener amarrado Ventura Huayhua es su convicci¨®n de que los campesinos no pudieron confundir a los periodistas con miembros de Sendero Luminoso. Dos de los periodistas, Juan Argumedo y Oto, que es la mujer con la que est¨¢n conversando en la foto -tomada por Willy Retto (uno de los asesinados) y que dio la vuelta al mundo-, hablaban quechua y todos llevaban documentaci¨®n que probaba que eran periodistas; luego son f¨¢bulas lo que dice Vargas Llosa de que los confundieron con terroristas, afirma Ventura Huayhua.

El juez asegura que el m¨²ltiple asesinato se produjo el d¨ªa 27 de enero por la ma?ana, y no el d¨ªa 26, como dice el informe de la Comisi¨®n Vargas Llosa. "No lo digo yo, lo dicen los peritos de fotograf¨ªa que han examinado las fotos".

Entierro de los cad¨¢veres

Ventura Huayhua concede mucha importancia a la forma en que se hallaban enterrados los cuerpos de los periodistas, de dos en dos y boca abajo, lo que no es corriente entre los ind¨ªgenas. Lo curioso es que a un militar de alta graduaci¨®n se le escap¨® decir antes del 30 de enero (fecha del levantamiento de los cad¨¢veres), y est¨¢ grabado en el informe, que los periodistas estaban enterrados de dos en dos y, cuando lo dijo, el juez no hab¨ªa llegado todav¨ªa a Uchuraccay, dice Huayhua.

El presidente del tribunal asegura que tiene ya los nombres de los asesinos, pero s¨®lo quiere adelantar que no fueron los campesinos ni los sinchis (cuerpo especial de la guardia civil peruana), "porque si yo le digo qui¨¦nes son ma?ana desaparecen". De las personas que tienen algo que ver con el suceso, el 90% han muerto. El Ej¨¦rcito ha estado eliminando a los autores, afirma.

Entre los tres ¨²nicos detenidos en la c¨¢rcel de Ayacucho por su participaci¨®n en el crimen, todos ellos campesinos, se encuentra Dionisio Morales, presidente del Consejo de Administraci¨®n (jefe de la comunidad) de Uchuraccay, quien, al igual que los otros dos, se declara inocente.

Dionisio Morales manifiesta su inocencia en quechua, en el cuarto de visitas de la prisi¨®n: "Ni a m¨ª ni a nadie de la comunidad nos dieron instrucciones para que mat¨¢semos a nadie. Quiz¨¢ se lo dijeron al teniente gobernador" (jefe de la defensa civil), repite una y otra vez el dirigente ind¨ªgena.

"Yo no vi nunca soldados en el pueblo ni tampoco compa?eros, aunque los compa?eros probablemente caminan por la noche". Morales llama compa?eros a los miembros de Sendero Luminoso, aunque seguramente no por afinidad, sino porque ¨¦sa es la forma en que los integrantes de ese grupo se dirigen a los campesinos. Al ser preguntado, en otro momento de la conversaci¨®n, qu¨¦ pensaba de Sendero Luminoso, Dionisio Morales dijo, seg¨²n la traducci¨®n de un funcionario de la c¨¢rcel: "Los odiamos porque matan a nuestras familias. Cuando van a Uchuraccay nos piden que participemos con ellos en la lucha y si nos negamos nos matan".

Los padres de los periodistas muertos acusan del crimen a las fuerzas armadas y al general Noel como su m¨¢ximo responsable en aquel momento, pero reconocen que no tienen pruebas.

Mario Vargas Llosa cree que, en lo esencial, no han aparecido hasta el momento pruebas que contradigan su conclusi¨®n m¨¢s importante, que es que los campesinos, seg¨²n dijeron ellos mismos, hab¨ªan matado a los periodistas y que no hab¨ªa autoridades militares o policiales en el momento del crimen. Hay un margen de interpretaci¨®n para pensar que los campesinos creyeron que matando a esos ocho supuestos enemigos actuaban dentro de lo que el Gobierno y los militares quer¨ªan.

El campo ayacuchano vive desde hace m¨¢s de dos a?os en un clima de tal tensi¨®n que hace comprensible el que los campesinos desconfiasen de cualquier extra?o que se acercase a su comunidad. Los familiares de los periodistas aseguran, que sus hijos hab¨ªan encontrado en el camino hasta Uchuraecay alg¨²n tipo de informaci¨®n que les convirti¨® en peligrosos para las fuerzas de seguridad.