El triunfo de la voz

No es esta ¨®pera, La fille du r¨¦giment, una obra cimera entre las de su autor, pero si podemos decir de ella que representa -con Don Pasquale y Elixir de amor- a un Donizetti distinto del t¨®pico: ligero, conectado con el esp¨ªritu de Rossini, un Donizetti vivo, zigzagueante, y al mismo tiempo abier tamente belcantista. Sobre un libreto de Vernoy de Saint Georges y Bayard, la obra se estrena en franc¨¦s en la ¨®pera C¨® mica parisiense el a?o 1840; s¨®lo dos a?os despu¨¦s la presenta en Madrid el Teatro de la Cruz, en italiano. M¨¢s tarde, el Real la llevar¨¢ a su escenario hasta 31 veces y en 1860 fue cantada en castellano. Garantizaba el ¨¦xito de La fille en esta ocasi¨®n la presencia de uno de los maestros indiscutibles de la ¨®pera contempor¨¢nea: Alfredo Kraus, due?o de una t¨¦cnica gracias a la cual su voz se mantiene fresca, ¨¢gil y bien coloreada. Nada diremos de su estilo, pues la carrera del gran tenor espa?ol es la historia de su autoexigencia y su af¨¢n depurador. La excelente l¨ªnea de Kraus luci¨® en todas sus intervenciones, as¨ª como la gallard¨ªa con que atac¨® y mantuvo los agudos. No hay que decir que el p¨²blico aplaudi¨® y brave¨® a quien, sobre ser una primera estrella, es para muchos cantante favorito. Que en la ¨®pera son inevitables estos entusiasmos que en ocasiones estallan en un grito: "?Sigues siendo el mejor!".

La importante parte de soprano (Mar¨ªa, la hija del regimiento) encontr¨® en June Anderson al mismo tiempo una cantante y una actriz absolutamente id¨®nea. La gentil artista estadounidense posee una voz consistente, extensa, de gran igualdad y color enormemente atractivo, movida por una t¨¦cnica y una inteligencia de primer orden. Su triunfo junto a Alfredo Kraus fue tan definitivo como leg¨ªtimo.

El poder¨ªo y la densidad de la mezzo veneciana Rosa Laghezza, el talento musical y esc¨¦n¨ªco del zaragozano Carlos Chausson y del potenzano Roberto Coviello cubrieron -con dominio y decidida categor¨ªa- el reparto en sus partes principales.

Trabajo de conjunto

Con ser esto importante, lo decisivo es el trabajo de conjunto que unifica el de todos y hace de la representaci¨®n un todo org¨¢nico, incisivo y equilibrado gracias a la excelente rector¨ªa del rriaestro franc¨¦s Alain Guingal, a la musicalidad del regista Giuseppe de Tomasi, a la preparaci¨®n de los coros, al discurso luminoso y flexible de la orquesta.La t¨®nica general, verdaderamente valiosa, permite un mayor brillo de todas estas voces esperadas, y una pieza raramente representada en Madrid, de pulso f¨¢cil y alma alegre, de las que puede disfrutarse con normalidad. Como si en realidad tuvi¨¦ramos lo que nos falta: las seguridades y garant¨ªas propias de un teatro l¨ªrico estable.