Acquaviva: " El proyecto de las Brigadas Rojas ha fracasado definitivamente"
Sabino Acquaviva, de 57 a?os, casado y padre de dos hijos, catedr¨¢tico de Sociolog¨ªa en la universidad de Padua, est¨¢ considerado como el mayor experto de Italia en terrorismo y guerrilla. Delgado como un junco, activo y siempre en movimiento como una gota de mercurio, juvenil e inconformista como un estudiante, cuenta en su haber cultural con m¨¢s de 30 obras, algunas publicadas originariamente en ingl¨¦s y en alem¨¢n. Entre las m¨¢s conocidas, se encuentran Guerrilla y guerra revolucionaria en Italia, Terrorismo y guerra revolucionaria en Italia, Terrorismo y guerrilla, Necesidades y sistema social y Eclipse de lo sagrado en la sociedad industrial. En esta entrevista opina que "el proyecto de las Brigadas Rojas ha fracasado definitivamente".
Cuando a mitad de los a?os setenta pocos cre¨ªan que el terrorismo pod¨ªa acabar ensangrentando las calles y plazas italianas, Sabino Acquaviva, el soci¨®logo de Padua (la universidad que acabar¨ªa siendo la cuna de Autonom¨ªa Obrera y la fragua de una buena parte del terrorismo de extrema izquierda de este pa¨ªs) public¨® varios escritos sobre este tema. Pero pocos le hicieron caso. S¨®lo cuando las Brigadas Rojas se manifestaron con toda su virulencia y el terrorismo sembr¨® de muertos las principales ciudades del pa¨ªs, Acquaviva se convirti¨® en el soci¨®logo m¨¢s consultado.Era entonces decano de la facultad de Ciencias Pol¨ªticas donde Toni Negri ense?aba Derecho del Estado. Cuando la universidad de Padua fue ocupada por los estudiantes convirti¨¦ndola en un fort¨ªn de la subversi¨®n izquierdista, Acquaviva se encerr¨® con ellos durante un mes "para analizar de cerca, como soci¨®logo e investigador, su comportamiento".
Hoy, cuando, seg¨²n algunos observadores, el terrorismo ha sido derrotado en Italia pol¨ªticamente, mientras, seg¨²n otros, est¨¢ volviendo a levantar la cresta, EL PAIS ha entrevistado en la universidad de Padua al soci¨®logo del terrorismo.
Pregunta. ?En qu¨¦ punto est¨¢ hoy el terrorismo en Italia?
Respuesta. A mi juicio, el terrorismo hoy no tiene ya muchas perspectivas en Italia. Aqu¨ª el terrorismo naci¨® a trav¨¦s de una compleja elaboraci¨®n. No hay que olvidarse que en Italia ha habido siempre una gran tradici¨®n revolucionaria. Como en Espa?a, en per¨ªodo reciente, arranca de la resistencia. Ahora bien, la cultura revolucionaria militar de la resistencia no se hab¨ªa extinguido nunca completamente. Tuvo dos momentos culminantes: el atentado a Togliatti en 1948 y otro en los a?os sesenta, en el per¨ªodo de Tambroni. Despu¨¦s, la cultura revolucionaria oficial enmudeci¨®. Renaci¨® en 1968. Era la primera vez que en Italia exist¨ªa una cultura de izquierda y revolucionaria no controlable, ya que no estaba controlada por el partido comunista.
Pasan as¨ª otros 10 a?os. En este tiempo, dicha cultura fue elaborada, y poco a poco se convirti¨® en una realidad. As¨ª se llega a 1977. Los estudiantes del 68 pod¨ªan gestionar ahora en primera persona la nueva cultura revolucionaria no controlada por la izquierda oficial. Y se lanzan a realizarlo. Pero en el espacio de cinco a?os todo se disuelve. Coincide adeffi¨¢s con el hecho de que el marxismo hist¨®rico entra en crisis. Ya se puede ser intelectual y progresista sin ser o sin apellidarse marxista. Por eso, cuando intentaron pasar a la lucha armada, lo m¨¢ximo que consiguieron fue realizar algunas acciones terroristas. En realidad era un pu?ado de supervivientes del 68 con casi 30 a?os, que hoy son ya viejos. Por eso pienso que no existe el espacio para una acci¨®n, revolucionaria armada.
P. ?Por qu¨¦ fracas¨® un intento de lucha revolucionaria que contaba con cierta base en este pa¨ªs?
R. Porque en realidad era una cultura, como la de Ton? Negri, meramente human¨ªstica, ideol¨®gica y poco pragm¨¢tica, poco cient¨ªfica. Se equivocaron totalmente, porque, contando entonces, como contaba, la nueva cultura revolucionaria extremista de izquierdas con unas 10.000 personas, pod¨ªan haber realizado mucho m¨¢s.
P. ?Qu¨¦, ten¨ªan que haber hecho?
R. En primer lugar, haberse dilatado m¨¢s en la base, y despu¨¦s, salir al descubierto. Tuvieron demasiada prisa, y cuando salieron se equivocaron de plano. Baste pensar que empezaron matando a un famoso magistrado, a un conocido jefe de carabinieri, a un sindicalista comunista, a un periodista socialista y al pol¨ªtico democristiano m¨¢s apreciado por la izquierda, como era Aldo Moro.
P. ?Qu¨¦ consecuencias se registraron?
R. Muy sencillo: poner en pie, alarm¨¢ndolas en todo el pa¨ªs, a las instituciones m¨¢s importantes, consiguiendo la enemistad de todas juntas. Adem¨¢s, eliminaban no a los m¨¢s corrompidos, sino a los mejores. No pod¨ªan pretender ning¨²n tipo de consenso popular de esta manera. Todo el pa¨ªs se organiz¨® para acabar con ellos -se prepar¨® t¨¦cnicamente la magistratura, se moderniz¨® el aparato militar y pol¨ªtico de izquierdas- y se les puso duramente en contra.
Adem¨¢s, las Brigadas Rojas, con su ansia de lanzarse a la clandestinidad y a la lucha armada, acabaron con el movimiento, que era el agua en la que pod¨ªan vivir.
La muerte de Tarantelli
P. ?Se equivocaron tambi¨¦n t¨¦cnicamente?
R. Por supuesto. Yo siempre he sostenido que la guerrilla urbana no puede vencer. Un principio cl¨¢sico de toda guerrilla seria es la movilidad. Las Brigadas Rojas, por el contrario, escogieron la t¨¦cnica de centros fijos en las grandes ciudades, donde se mov¨ªan con facilidad las fuerzas del orden. Y acabaron derrotados.
P. ?C¨®mo ve usted el ¨²ltimo atentado firmado por las Brigadas Rojas, en el que ha perdido la vida el economista Ezio Tarantelli?
R. Estoy plenamente de acuerdo con el an¨¢lisis que ha hecho Luciano Lama (ver EL PAIS de ayer) de que se trata s¨®lo de algunas piezas sueltas de una vieja m¨¢quina que ya ha perdido su fuerza inicial. Confirma adem¨¢s, si de verdad se ha tratado de los ¨²ltimos restos de las Brigadas Rojas, que siguen en su cerraz¨®n ideol¨®gica reaccionaria, aunque se apelliden de izquierdas. Con este nuevo atentado se dan de nuevo armas a la derecha. para que no se considere a¨²n zanjado el per¨ªodo de emergencia; se retrasar¨¢ la revisi¨®n de la ley Reale, que concedi¨® poderes extraordinarios a las fuerzas del orden durante los a?os duros del terrorismo; y ser¨¢, adem¨¢s, mucho m¨¢s dif¨ªcil que el Parlamento apruebe el nuevo proyecto de ley a favor de los terroristas simplemente disociados. Mi opini¨®n es que el proyecto de las Brigadas Rojas ha fracasado definitivamente tanto dentro de la organizaci¨®n como en el pa¨ªs. Lo cual no significa que tengamos que seguir a¨²n sufriendo atentados durante otros 10 a?os.
P. ?Qu¨¦ piensa del terrorismo de la extrema derecha?
R. En Italia, la extrema derecha ha contado siempre s¨®lo con peque?os segmentos.
P. ?Y los atentados considerados de marca nazi-fascista?
R. Personalmente, pienso que seguros, de la derecha, fueron s¨®lo el del tren Italicus y el de la plaza de la Logia de Brescia. El de la estaci¨®n de Bolonia y el ¨²ltimo del tren N¨¢poles-Mil¨¢n es m¨¢s dif¨ªcil probarlo.
P. Se acusa de ello a la contaminaci¨®n de los servicios secretos.
R. Hoy no bastar¨ªa. Hasta los agentes de los servicios secretos van a la c¨¢rcel.
P. ?El terrorismo italiano es casero o est¨¢ manejado internacionalmente?
R. En primer lugar, hay que decir que en estas cosas los pol¨ªticos llevan normalmente un retraso no inferior a 10 a?os. Puedo asegurarle que la lucha revolucionaria de este pa¨ªs ha sido siempre italiana. Conocemos a todos sus l¨ªderes. Los hemos visto crecer, madurar, equivocarse. Los que hemos investigado el fen¨®meno hemos adelantado incluso no pocas conclusiones futuras. Recuerdo un caso personal curioso. Cuando entr¨® en la b¨¢rcel Emilio Vesce, le encontraron un escrito en el que se analizaba lo que iba a ser la futura acci¨®n terrorista italiana. Aquel escrito fue considerado como la prueba de que Vesce hab¨ªa teorizado ya anticipadamente lo que habr¨ªan realizado m¨¢s tarde. Result¨® que se trataba de un art¨ªculo m¨ªo para Corriere della Sera, que no consideraron oportuno public¨¢rmelo.
La divisi¨®n europea
P. ?Y el terrorismo que est¨¢ tomando auge en Europa?
R. Servir¨¢ s¨®lo, parad¨®jicamente, para conseguir una unidad europea que no han conseguido obtener otros factores. Servir¨¢ para que Europa comprenda que no ser¨¢ nada mientras se empe?e en seguir dividida.
P. ?Qu¨¦ ha cambiado ahora en su universidad, que un d¨ªa fue el terror de Italia?
R. Todo. Se ha acabado todo. Ha entrado el gusto por la computadora, por la biogen¨¦tica, por los c¨ªrculos de matem¨¢ticas.
P. ?Usted ser¨ªa partidario de una amnist¨ªa?
R. Por supuesto. ?ste es un pa¨ªs cl¨¢sico en el olvido. Olvidemos pues, tambi¨¦n, esta p¨¢gina de historia y demos posibilidades de que esos miles de j¨®venes encarcelados encuentren caminos nuevos de pacificaci¨®n y de realizaci¨®n. A veces la historia es curiosa. Me atrevo a decir que Italia, parad¨®jicamente, se ha transformado, radical y r¨¢pidamente, en un pa¨ªs enormemente m¨¢s moderno gracias al terrorismo.
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