MX, el misil que no pudo ser invulnerable
Esta semana, el presidente Ronald Reagan ha obtenido finalmente del Congreso la aprobaci¨®n de 1.500 millones de d¨®lares para la construcci¨®n de 21 de los 100 MX, o guardianes de la paz (como ¨¦l los rebautiz¨®), que se instalar¨¢n en Estados Unidos entre 1986 y 1990. Del abultado presupuesto de Defensa norteamericano para este decenio, gran parte se destina a la modernizaci¨®n de su arsenal para conseguir que las armas sean m¨¢s r¨¢pidas, menos detectables, m¨¢s m¨®viles, m¨¢s inteligentes y, gracias a todo esto combinado, m¨¢s precisas.El MX ser¨¢ un misil que despu¨¦s de volar desde EE UU hasta la URSS podr¨¢ dar en un blanco determinado con un margen de error de 100 metros, gracias a un sofisticado sistema de gu¨ªa inercial que le permite corregir el rumbo durante el vuelo. M¨¢s que un arma para atacar una ciudad, en consecuencia, servir¨ªa para destruir otras armas del enemigo antes que pudiesen ser disparadas. Debido a esta precisi¨®n, los MX son misiles de primer golpe.
Factor de ataque
Ideado hace m¨¢s de 10 a?os, el MX ha ido pasando los sucesivos filtros de las agitadas votaciones en el Senado y la C¨¢mara de Representantes. El presidente James Carter quer¨ªa instalar 200 MX con 10 cabezas nucleares cada uno. El programa se reduce hoy a 100 misiles con el mismo n¨²mero de cabezas para objetivos independientes. Este misil bal¨ªstico intercontinental (ICBM) es defendido por quienes consideran que en los a?os setenta la debilidad de Estados Unidos y la pol¨ªtica de control de armas -expresada en los acuerdos SALT- favoreci¨® el crecimiento del arsenal estrat¨¦gico sovi¨¦tico en misiles intercontinentales, hasta el punto que los ICBM norteamericanos se encontrar¨ªan hoy ante el peligro de ser destruidos.
Para usar una imagen simb¨®lica muy utilizada por Reagan, los misiles de la URSS podr¨ªan entrar por la supuesta ventana de vulnerabilidad que se ha creado. Numerosos an¨¢lisis no gubernamentales insisten en que es una falacia de la derecha norteamericana, dado que si bien la Uni¨®n Sovi¨¦tica tiene m¨¢s misiles de largo alcance, ¨¦stos no son lo suficientemente precisos como para arriesgarse a un ataque. Adem¨¢s, Washington cuenta con el 75% de su fuerza nuclear estrat¨¦gica instalada en submarinos indetectables, mientras que los sovi¨¦ticos la tienen en silos fijos, algo que la hace mucho m¨¢s vulnerable. Desde esta perspectiva, los guardianes de la paz no son necesarios, excepto para los 33 contratistas que los fabricar¨¢n.
Pero entre los partidarios de los MX no faltan las discrepancias. Para algunos -hoy, la mayor¨ªa-, lo b¨¢sico es su capacidad disuasoria, al ser arma de primer golpe. Para otros, estos misiles deber¨ªan ser invulnerables, de tal forma que si un ataque de la URSS eliminase a los otros ICBM norteamericanos -los Titan II y los Minuteman II y III-, los MX quedasen como carta de reserva y factor de represalia; arma de segundo golpe, en definitiva. Para lograr este ¨²ltimo objetivo, desde 1974 se estudiaron m¨¢s de 35 sistemas de instalaci¨®n de los cohetes, entre otros emplazarlos en barcos, dirigibles, submarinos, aviones anfibios, trenes o camiones blindados que circularan sin cesar, remolcados por los r¨ªos de EE UU, viajando bajo tierra por una pista de miles de kil¨®metros y en silos reforzados. Ninguno result¨® fiable.
Cuando las pol¨¦micas alcanzaron un nivel que bloque¨® los fondos que deb¨ªa aprobar el Congreso, el presidente Reagan encarg¨® a una comisi¨®n formada por dem¨®cratas y republicanos, y presidida por Brent Scowcroft -partidario de los MX y cercano a Henry Kissinger- que buscara soluciones. En abril de 1983, la comisi¨®n entreg¨® sus recomendaciones. Entre otras, sugiri¨® las siguientes: el inmediato despliegue de 100 MX, que se instalar¨ªan en silos que ahora albergan a los Minuteman y los Titan II; investigar otras formas m¨®viles de lanzamiento para los MX; y que los misiles llevaran una sola carga nuclear muy potente. Este ¨²ltimo aspecto no ha sido respetado, y cada MX tendr¨¢ las 10 cabezas previstas.
Paradojas
Desde entonces, el presidente Reagan gan¨® partidarios, mientras aumentaban las cr¨ªticas. ?stas se basan en cuestiones econ¨®micas y militares. Tomando datos oficiales, el coste total aproximado del desarrollo y despliegue ser¨¢ de 39.000 millones de d¨®lares. Un estudio del Consejo sobre las Prioridades Econ¨®micas, de Nueva York, considera que 200 MX podr¨ªan costar 232.000 millones y que tendr¨ªa un impacto negativo en la generaci¨®n comparativa de empleo, ampliar¨ªa la inflaci¨®n y el d¨¦ficit presupuestario y quitar¨ªa medios a la industria civil.
En el terreno militar aparecen las paradojas: numerosos analistas y pol¨ªticos, entre ellos el senador Edward Kennedy, consideran que los MX favorecen la inseguridad. El almirante retirado Eugene J. Carroll, hijo, que fue planificador de guerra nuclear, dice que ante un arma de primer golpe corno el MX, la URSS tendr¨¢ una raz¨®n de peso para tratar de atacar antes que EE UU en caso de crisis e intentar destruir estos misiles. Y Stansfield Turner, alrnirante retirado y ex director de la CIA, afirma que "construir el MX, m¨¢s que estabilizar el balance estrat¨¦gico, lo desestabilizar¨ªa". Un razonamiento que completa el cient¨ªfico del Instituto Tecnol¨®gico de Massachusetts Kosta Tsipis al decir que los MX no servir¨¢n para que la URSS acepte negociar, sino para que perfecc¨ªone sus ICBM.
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