Un recuerdo hist¨®rico

La noticia publicada por ustedes el pasado d¨ªa 23 de marzo, referente a los restos humanos hallados en las obras que se realizan en el teatro Calder¨®n de nuestra capital, me trae a la memoria todo el esplendor epis¨®dico del convento de las Trinitarias. Quisiera puntualizar, sin embargo, sobre otro dato hist¨®rico muy interesante y complementario a la noticia, que fue omitido, tal vez por salirse de espacio y contexto.Los huesos encontrados son efectivamente del siglo XVI; pudieran ser tambi¨¦n anteriores, pues el convento se fund¨® en el siglo XV. All¨ª vivi¨® Juan Gil, fraile que liber¨® a Cervantes en Argel, y all¨ª permaneci¨® enterrada do?a Mar¨ªa de Mendoza, amante de don Juan de Austria, hasta que sus restos, con los de otros, fueran arrasados con el convento a finales del siglo XIX para unir la plaza de Tirso de Molina con Carretas por medio de la calle Trinidad Alta (hoy Doctor Cortezo), como bien informa EL PA?S. Pero esta determinaci¨®n, tan vand¨¢lica como incre¨ªble, que convirti¨® en solar uno de los m¨¢s bellos edificios herrerianos de la ¨¦poca -y he aqu¨ª el dato hist¨®rico-, fue tomada por el insigne cronista, historiador y amante de Madrid, don Ram¨®n de Mesonero Romanos, por entonces concejal del Ayuntamiento. La soluci¨®n urban¨ªstica se llev¨® a efecto a pesar de la oposici¨®n de don Juan Bravo Murillo.-