Soy lector asiduo

y constante de EL PAIS y deseo continuar si¨¦ndolo, a pesar de algunas cosas de este peri¨®dico que no me gustan del todo.Una de ellas, su constante y desaforada cr¨ªtica, rayana en lo obsesivo, a mi juicio, contra la persona y la actuaci¨®n del se?or ministro Barrionuevo.

A m¨ª tampoco me gusta este ministro, como no me ha gustado jam¨¢s ning¨²n ministro cuya funci¨®n -voluntaria u obligada- sea la de reprimir.

En la edici¨®n de ayer, d¨ªa 30, en respuesta a la demanda judicial del se?or Barrionuevo contra usted, se?alan toda una serie de -a su juicio- desaciertos de este ministro. Pero, objetivamente, deb¨ªa usted se?alar -el indudable ¨¦xito obtenido por el se?or Barrionuevo en la lucha antiterrorista, de cuya necesidad ha sido su peri¨®dico reclamante asiduo.

Admito que a usted le hubiera gustado m¨¢s que estos ¨¦xitos -indudables- se hubieran obtenido con otros m¨¦todos y, sobre todo, con otras personas.

Y finalmente, quiero decirle, se?or Cebri¨¢n, que al partido socialista y a sus gobernantes se les acusa constantemente de "prepotencia... ".

Reconozcamos que diez millones y medio de votos, si no la justifican, por lo menos la disculpan.

Pero tambi¨¦n existe prepotencia, y muy subida, en EL PAIS, y en usted, se?or Cebri¨¢n, que ser¨ªa bueno corrigiera, ya que EL PAIS, aun siendo el de mayor n¨²mero de lectores, no alcanza ni con mucho los diez millones y medio.

Entre los cuales me honro en figurar yo, esperando sea por muchos a?os.

PD (off the record). En Catalu?a, y por determinados estamentos pol¨ªticos, se est¨¢ levantando una campa?a contra usted y contra EL PAIS, tild¨¢ndolos de anticatalanistas.

El que suscribe, catal¨¢n y catalanista, no comparte esta opini¨®n. Por tanto, quede bien claro que los anteriores tiros -que no son tales, sino amigable reconvenci¨®n- no parten de aquel supuesto.-

Barcelona.