Un homenaje a Cunqueiro se transforma en alegato contra la violencia y el totalitarismo
Encuentro sobre 'H¨¦roes, aventureros y dandys' en el pazo coru?¨¦s de Mari?¨¢n
La reivindicaci¨®n de la aventura intelectual, civil, y de la ¨ªntima heroicidad frente a la aventura de la violencia, los totalitarismos y el concepto brutal del h¨¦roe fue una de las reflexiones centrales del encuentro que sobre H¨¦roes, aventureros y dandys se celebr¨®, en homenaje a Alvaro Cunqueiro, a lo largo de la pasada semana en el pazo de Mari?¨¢n, en Betanzos (La Coru?a). Seg¨²n Fernando Savater, uno de los participantes, "la violencia en el plano pol¨ªtico es la aventura m¨¢s cobarde".
"El hombre precisa, en primer lugar, como quien bebe agua, beber sue?os". Este pensamiento del escritor gallego Alvaro Cunqueiro, a quien se rend¨ªa homenaje en el recuerdo, sirvi¨® de p¨®rtico para este encuentro que reuni¨® en Mari?¨¢n a una docena de estudiosos y escritores -Luis Alberto de Cuenca, Luis Antonio de Villena, Mauro Armi?o, Jos¨¦ Mar¨ªa ?lvarez y Savater, entre ellos- y a 150 cursillistas convocados por la Universidad a Distancia (UNED) en La Coru?a. Poblado de referencias hist¨®ricas y de viajes literarios al pasado, el curso fue tambi¨¦n marco para descarnadas tomas de posici¨®n sobre el presente. "Tengo la sensaci¨®n de que los nazis ganaron, aunque perdieran la guerra", dijo el poeta Jos¨¦ Mar¨ªa ?lvarez despu¨¦s de hablar de La aventura del dandy. Para el autor de Museo de Cera, Ia cultura, como la civilizaci¨®n, se hunde inexorablemente ante el avance, parece que indetenible, de los totalitarismos, porque no hay en estos momentos poder que no est¨¦ impregnado de ansias de sometimiento a todas las iniciativas".
En un ambiente de revalorizaci¨®n de la heroicidad y la aventura, Jos¨¦ Mar¨ªa ?lvarez, como paradoja, dibuj¨® un panorama intelectual espa?ol m¨¢s bien sombr¨ªo. "El simple af¨¢n por obtener un sueldecillo al amparo de las directrices oficiales es algo que acaba con la intelectualidad cr¨ªtica y si no la somete la hace dependiente". El poeta situ¨® los l¨ªmites del dandismo en las postrimer¨ªas del siglo pasado, desmarcando esta figura de otras modas actuales con acidez cr¨ªtica. "La posmodernidad", dijo ?lvarez, "me parece una versi¨®n m¨¢s de la imbecilidad; son una sarta de cretinos amparados por otra reata de parvenues". "La cultura", concluye Jos¨¦ Mar¨ªa ?lvarez, "es un acto solitario que algunos seres, de manera misteriosa, producen y que otros seres, no menos misteriosamente, gozan. Lo dem¨¢s no tiene mucha importancia. Siempre hay que estar nadando contra corriente. Siempre ha sido as¨ª".
La aventura interior
El fil¨®sofo Fernando Savater tambi¨¦n invit¨® a nadar contra corriente en una "aventura interior" que defina una nueva heroicidad frente al concepto brutal y guerrero del h¨¦roe. "El ¨¢nimo her¨®ico debe revivir en cada uno de nosotros o no tiene inter¨¦s", dijo el autor de La tarea del h¨¦roe. "La mirada interior es lo humano, porque, si no hay conciencia de lo maravilloso, no hay aventura exterior y el pirata se aburre del abordaje". Refiri¨¦ndose a la realidad, tan pr¨®xima a todos nosotros, de la violencia, Savater dijo: "Mitificar la lucha armada es mitificar la m¨¢s cobarde de las luchas, porque el valor en la pol¨ªtica es el de sustituir lo militar por lo civil". "La aventura de la violencia no puede socavar el sistema, porque el sistema es violencia. Es como intentar poner fin a una inundaci¨®n con una boca de riego".
Como "antiguo, moderno, audaz y cosmopolita", recordando un verso de Rub¨¦n Dar¨ªo, se defini¨® Luis Antonio de Villena, tocado con guantes y bufanda colorados para hablar de los Dandys crepusculares. El dandy, un perdedor individualista y antipositivista, rompe la moda, nunca la constituye, vino a decir el autor de Corsarios de guante amarillo.
Luis Alberto de Cuenca desmenuz¨® Las m¨¢scaras del h¨¦roe. Pese a la evidente degradaci¨®n del mito her¨®ico de su versi¨®n cl¨¢sica, "el h¨¦roe sub conserva ¨ªntegro, para uso y abuso de las masas, el vigor antiguo: su fuerza y su belleza no envejecen. La cultura popular puede crear y destruir h¨¦roes para solaz del consumidor, pero no inventa formas nuevas".
Seg¨²n Cuenca, Ios h¨¦roes se suceden, se transmiten el relevo con una habilidad caracter¨ªstica, digna de seres privilegiados o del equipo norteamericano de cuatro por cien metros lisos", pero la imagen del h¨¦roe, pura representaci¨®n, no var¨ªa. "Un solo sue?o universal ha imaginado, desde el comienzo de la historia, todas las pasiones her¨®icas posibles".
En el encuentro intervinieron tambi¨¦n Jos¨¦ Carlos Bermejo, que habl¨® sobre El h¨¦roe griego: mito, culto, literatura; Carlos Garc¨ªa Gual, sobre Alejandro, el ¨²ltimo h¨¦roe; Carlos Alvar, sobre El trovador, h¨¦roe enamorado; Jos¨¦ Fradejas, sobre Nacimiento y ocaso del h¨¦roe; Mauro Almi?o, sobre El viaje maravillado: de lord Byron a Jules Verne; Juan Tebar, sobre Galicia y algunos sue?os, y Santiago Santerb¨¢s, sobre El aventurero irrisorio.
Babelia
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