Miedo a volar
LAS ACUSACIONES de la Asociaci¨®n Confederal Espa?ola de Controladores A¨¦reos (ACECA) han provocado lo que en t¨¦rminos judiciales se llamar¨ªa una duda razonable sobre la seguridad del transporte a¨¦reo en Espa?a. La contestaci¨®n del ministro de Transportes anunciando que proceder¨ªa judicialmente contra los controladores por sus afirmaciones es de una miserabilidad pol¨ªtica nada sorprendente a estas alturas en la gesti¨®n de Enrique Bar¨®n. A los espa?oles les preocupa la situaci¨®n del tr¨¢fico a¨¦reo con hartos motivos: no es normal la frecuencia de accidentes de nuestra aviaci¨®n comercial, y la Administraci¨®n tiene indudables responsabilidades pol¨ªticas en la prevenci¨®n de los mismos. Lo que la sociedad espera del Gobierno es una explicaci¨®n sobre el tema, no una demostraci¨®n de autoridad del ministro. Pues no es su autoridad, sino su capacidad, lo que est¨¢ en entredicho.Las acusaciones de los controladores se concretan en que todos los centros y torres de control de navegaci¨®n a¨¦rea del Estado se encuentran mal dotados t¨¦cnicamente. Y a?aden que el espacio a¨¦reo de Madrid es "inseguro", seg¨²n los t¨¦rminos empleados por la Asociaci¨®n Regional Centro de Controladores A¨¦reos (ARCCA, una de las ocho asociaciones regionales integradas en ACECA).
Estas acusaciones se vieron reforzadas por Victoriano Mart¨ªn, el director del centro de control de Madrid -que, junto al de Barcelona, son los dos ¨²nicos de categor¨ªa especial-, en su comparecencia ante la Comisi¨®n de Aeropuertos Nacionales del Senado. Mart¨ªn afirm¨® que la tecnolog¨ªa se encontraba "obsoleta" y que en los tres primeros meses de este a?o hab¨ªan estado a punto de producirse en el espacio a¨¦reo de Madrid hasta nueve colisiones de aviones.
El ministro de Transportes, Turismo y Comunicaciones ha rechazado tales denuncias contundentemente, calificando de "irresponsabilidad" la actitud de los colectivos de controladores y asegurando que "hay que ser enormemente prudente con este tipo de manifestaciones, sobre todo cuando no est¨¢n contratastadas t¨¦cnicamente". La comparecencia de su subordinado, el director del centro de control de Madrid, en el Senado un d¨ªa despu¨¦s de estas afirmaciones supone, no obstante, una desautorizaci¨®n t¨¦cnica del ministro.
Otra de las argumentaciones de Bar¨®n es la de que los controladores enga?an a la Prensa, y que ACECA, la asociaci¨®n acusadora, representa s¨®lo a una minor¨ªa. Sin embargo, ACECA afirma disponer de un 65% de afiliaci¨®n del total de controladores. Por a?adidura, la Asociaci¨®n Sindical de Controladores Espa?oles de Tr¨¢nsito A¨¦reo (ASCETA) -asociaci¨®n minoritaria que dice contar con menos de un 25% del total de controladores- ha dejado en suspenso hasta una asamblea general que se celebrar¨¢ afinales de este mes la decisi¨®n de adhesi¨®n a las tesis de ACECA. En una reuni¨®n de la directiva de ASCETA del 11 de abril se dio un empate en la votaci¨®n sobre la misma decisi¨®n, lo que permite sostener que al menos la mitad de los afiliados de la misma asociaci¨®n considera razonables las acusaciones de ACECA. En resumidas cuentas, no se puede decir que s¨®lo una minor¨ªa de los controladores mantenga las denuncias sobre la inseguridad del tr¨¢fico.
Bar¨®n ha defendido la remisi¨®n al fiscal del Estado de las declaraciones de los controladores afirmando que da?an gravemente al transporte a¨¦reo, al turismo, al prestigio de Espa?a y al buen nombre del pa¨ªs. Es ¨¦ste un razonamiento dudoso: lo que causa da?o al prestigio de Espa?a, al transporte a¨¦reo y al turismo es la frecuencia con que se producen accidentes que causan un despiadado n¨²mero de v¨ªctimas, la imposibilidad de establecer motivaciones claras -la desaparici¨®n, por incineraci¨®n, de la caja negra del avi¨®n de Spantax estrellado en M¨¢laga es un ejemplo- y la reacci¨®n violenta de Bar¨®n, que prefiere denunciar a los controladores a informar como es menester a la opini¨®n p¨²blica.
El dictamen que la Comisi¨®n de Investigaci¨®n de Aeropuertos Nacionales del Senado, que ha trabajado m¨¢s de un a?o, ha de elevar al Pleno de la C¨¢mara se encontraba pactado y redactado entre los grupos Popular y Socialista antes de la comparecencia de Victoriano Mart¨ªn en la comisi¨®n. Las declaraciones de ¨¦ste y los nuevos datos aportados han aconsejado que sea estudiado en ponencia de nuevo el documento. El Grupo Popular considera que las declaraciones de los controladores modifican el dictamen, y el Grupo Nacionalista Vasco, que las declaraciones de Mart¨ªn afectan a las conclusiones. Los socialistas parecen dispuestos a votar a favor del dictamen original, sin cambios, pese a los nuevos hechos conocidos.
La Administraci¨®n siempre ha mantenido que en las denuncias de los controladores se esconden reivindicaciones sociolaborales. Tambi¨¦n se ha acusado a los miembros de ARCCA de ser pr¨®ximos ideol¨®gicamente a la derecha y de haber asesorado a la oposici¨®n en de
terminados temas de navegaci¨®n a¨¦rea. Todo esto puede ser cierto, como lo es que la sensibilizaci¨®n de los controladores sobre la seguridad a¨¦rea se produce despu¨¦s del accidente de Mejorada del Campo (Madrid), en donde existieron fallos del centro de control de Madrid. Pero nada de ello justifica que se haga o¨ªdos sordos a afirmaciones tan graves como las formuladas por los controladores, ni mucho menos que Bar¨®n les env¨ªe el fiscal, como ya hizo con los huelguistas del Metro en una formidable exposici¨®n de lo que entiende ¨¦l por comportamiento democr¨¢tico.
En cualquier caso, la pol¨¦mica -a partir de datos reales o inflados por parte de los controladores- est¨¢ creando entre la poblaci¨®n la idea de que en Espa?a es peligroso volar. Por ello, el Gobierno est¨¢ obligado a ofrecer una clarificaci¨®n sobre el tema. Pero ofreciendo datos, y no s¨®lo amenazas o descalificaciones verbales.
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