M¨¢s integrismo en el Vaticano
EN UN golpe de efecto, propio de su excelente sentido publicitario, Juan Pablo II nombr¨® ayer 28 nuevos cardenales. Pablo VI hab¨ªa fijado en 120 el n¨²mero de miembros con voto en el c¨®nclave para la elecci¨®n del Papa. Con las recientes designiaciones, son ya 58 los futuros electores que deben a Wojtyla esa condici¨®n. Los cardenales pierden sus derechos electorales a los 80 a?os y deben renunciar -despu¨¦s de los 75- a sus cargos. Por lo dem¨¢s, seg¨²n el nuevo derecho can¨®nico, los cardenales asisten al Romano Pont¨ªfice tanto colegialmente -cuando son convocados para tratar juntos cuestiones de m¨¢s importancia- como personalmente, ayudando sobre todo al Papa en su gobierno cotidiano de la Iglesia universal. Juan Pablo III ha introducido la costumbre de convocar a reuniones de trabajo a los cardenales para estudiar temas especiales, como la reforma de la curia, los recursos econ¨®micos y d¨¦ficit del Vaticano, etc¨¦tera. Aunque el c¨®digo nada dice sobre la labor de los cardenales en el seno del episcopado, la experiencia demuestra que los cardenales de una determinada conferencia episcopal juegan un papel cada vez m¨¢s importante en las relaciones con el Vaticano.Con la lista cardenalicia anunciada por el papa Wojtyla, el episcopado espa?ol sigue en notable desventaja respecto a otras naciones como Italia, Francia y aun la Rep¨²blica Federal de Alemania. S¨®lo contar¨¢ ahora con tres cardenales residenciales (Toledo, Barcelona y Madrid). Once de los nombrados pertenecen a la curia romana y su designaci¨®n era m¨¢s que esperada. Merece la pena destacar al antiguo nuncio en Espa?a, Luis Dadaglio. Monse?or Toniko, un checoslovaco que hasta ahora ejerc¨ªa el cargo de subsecretario general del S¨ªnodo de los Obispos, pasa a ocupar la prefectura de una de las congregaciones m¨¢s importantes, la de la Evangelizaci¨®n de los Pueblos, antes Propaganda de la Fe. El padre Agust¨ªn Mayer hab¨ªa sido ya encargado de presidir dos dicasterios, el de Sacramentos y el del Culto Divino, que durante algunos a?os estuvieron fusionados. Ahora ser¨¢ el cardenal prefecto de ambos. Un dominico, Juan Jer¨®nimo Hamer, hab¨ªa sido tambi¨¦n puesto al frente de la Congregaci¨®n de Religiosos e Institutos Seculares, que ahora presidir¨¢ como cardenal prefecto. En cambio, el antiguo arzobispo de Bangalore, monse?or Lourdusamy, que ejerc¨ªa el cargo de subsecretario de la Congregaci¨®n para la Evangelizaci¨®n de los Pueblos, ha sido elevado al cardenalato sin cargo alguno espec¨ªfico. Parece un nombramiento de consolaci¨®n, al pasar a presidir dicha congregaci¨®n el checo Toniko.
Los secretariados no tienen el rango de dicasterios, pero ejercen actividades importantes. Monse?or Arizoe y el franc¨¦s Pablo Poupard presidir¨¢n como cardenales los secretariados para los no cristianos y para los no creyentes. Un suramericano ' Jos¨¦ Castillo Lara, nombrado tambi¨¦n cardenal, presid¨ªa ya de hecho la Comisi¨®n para la Interpretaci¨®n del C¨®digo de Derecho Can¨®nico. Otro organismo de reciente creaci¨®n, el Consejo Pontificio para la Familia, ser¨¢ presidido por el canadiense Eduardo Gagnon, y el religioso austriaco Alfonso Stikler, encargado de los archivos vaticanos, ser¨¢ su patrono presidente. Otros tres cardenales pasar¨¢n probablemente a ocupar alg¨²n cargo curial: el actual nuncio en Espa?a, monse?or Innocenti (cuyo apellido dio pretexto para que el actual vicepresidente del Gobierno, en uno de sus habituales chistes, le rebautizara como monse?or Culpabili); el polaco Deskur, gravemente enfermo y amigo del Papa, y monse?or Pavan, autor material de la enc¨ªclica Pacem in Terris, que supera ya los 80 a?os y fue rector de la universidad del Laterano.
El resto de la lista lo componen arzobispos residenciales cuyo nombramiento era previsto, entre los que cabe destacar a Monse?or Suqu¨ªa, arzobispo de Madrid, que est¨¢ siendo contestado por los sectores m¨¢s vanguardistas de la Iglesia y al que se le considera como hombre m¨¢s que conservador y sobre el que el Opus De? tiene notable influencia. Hay por ¨²ltimo dos designaciones que son de lo m¨¢s significativas: la del conservador holand¨¦s Adrian J. Simonis, cuyo nombramiento de obispo levant¨® ya una gran polvareda en la comunidad cat¨®lica holandesa, y la del arzobispo de Managua, Miguel Obando Bravo, enfrentado con el sandinismo y a quien algunos atribuyen la protecci¨®n de los contra. Los nombramientos de Simonis y Obando, la designaci¨®n del arzobispo de Bolonia -conocido por su identificaci¨®n con el Movimiento Comuni¨®n y Liberaci¨®n y candidato ahora m¨¢s seguro a la presidencia de la Conferencia Episcopal Italiana- y la pol¨ªtica continuista de los nombramientos cardenalicios de curia confirman el desplazamiento hacia el integrismo del primado de la Iglesia cat¨®lica. Aunque la ausencia de la lista, en contra de lo que se hab¨ªa rumoreado, del padre ?lvaro del Portillo, que preside la prelatura del Opus Dei, con jurisdicci¨®n episcopal en todos los miembros de la obra y en todos los continentes, pueda interpretarse como un gesto de moderaci¨®n en este giro, la reforma anunciada ayer por Juan Pablo II s¨®lo parece tener un objeto: reafirmar la l¨ªnea conservadora dentro de la Iglesia. Con ello consolidar¨¢ tambi¨¦n su propio poder, contestado fuertemente en la propia Italia, y su capacidad de maniobra.
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