Los sectores progresistas acogen con cr¨ªticas la mayor¨ªa de las designaciones

La relaci¨®n de los 28 nuevos cardenales ha sido acogida con cr¨ªticas generalizadas por los sectores progresistas de la Iglesia cat¨®lica consultados por este diario. Sin embargo, la designaci¨®n cardenalicia de Luigi Dadaglio -ex nuncio vaticano en Espa?a- ha causado satisfacci¨®n en los citados medios. "Los nombramientos siguen una l¨ªnea muy clara de Juan Pablo II, que es la personal, no la sinodal", manifest¨® Casiano Florist¨¢n, presidente de la Asociaci¨®n de Te¨®logos Juan XXIII. "Si los nuevos cardenales hubieran sido elegidos por los obispos, seguramente los nombramientos hubieran sido otros", dijo, y a?adi¨® que estas designaciones "van en la l¨ªnea de asegurar desde Roma la direcci¨®n de las conferencias episcopales, ya que, al elegir cardenal a un arzobispo, pr¨¢cticamente se le nombra futuro presidente de la conferencia episcopal".Casiano Florist¨¢n no quiso pronunciarse sobre la totalidad de los nombramientos, "ya que a muchos deber¨ªa conocerlos m¨¢s en particular", pero declar¨® que ¨¦stos entran en la l¨®gica del gobierno personal y consevador de Juan Pablo II". En la misma l¨ªnea se expres¨® el te¨®logo y jesuita Jos¨¦ Ignacio Gonz¨¢lez Faus, quien afirm¨® desconocer a muchos, "pero lo que habr¨ªa que hacer es cuestionar el Colegio Cardenalicio". El te¨®logo se mostr¨® favorable a las reformas iniciadas en este sentido por Pablo VI y que fueron paralizadas por la Curia.

En la cr¨ªtica tambi¨¦n coincidi¨® Jordi L¨®pez, secretario general de Cristianos por el Socialismo, quien afirm¨®: "Se ha nombrado cardenales a funcionarios del aparato. Se ha hecho una lista que premia actitudes resistencialistas y claramente beligerantes", agreg¨®. "Los nombramientos est¨¢n en algunos casos contestados por los propios creyentes", dijo Jordi L¨®pez, quien record¨® la carta dirigida por 300 sacerdotes madrile?os al arzobispo de Madrid, ?ngel Suqu¨ªa, en la que protestaban por el golpe de tim¨®n" que, seg¨²n los firmantes se ha producido con la designaci¨®n de los nuevos obispos auxiliares de la di¨®cesis de Madrid. "En lo que los nombramientos de cardenales afectan al Estado espa?ol", a?adi¨® Jordi L¨®pez, se ha optado por la opci¨®n m¨¢s conservadora".

El secretario general de Cristianos por el Socialismo afirm¨® que el caso m¨¢s claro de conservadurismo es el nombramiento de Miguel Obando, arzobispo de la capital nicarag¨¹ense, Managua. Este punto de vista lo comparte Evaristo Villar, perteneciente a las comunidades de base de Madrid y profesor de Teolog¨ªa en la Escuela B¨ªblica y en el Instituto Teol¨®gico Salesiano. Para Villar, el nombramiento del obispo nicarag¨¹ense "da la sensaci¨®n de que es casi una provocaci¨®n, un intento de reventar la revoluci¨®n sandinista". "No s¨¦ si es la primera vez que se hace cardenal al obispo de Managua, pero en cualquier caso no deja de ser significativo que se haga ahora", dijo Villar. "En las comunidades cristianas de base", agreg¨®, "nadie intenta crear una iglesia paralela, pero estos nombramientos no ayudan en nada a la uni¨®n dentro de la Iglesia".