Im¨¢genes e individuos

El contenido de la exposici¨®n de los j¨®venes artistas espa?oles que se han lanzado a la conquista del mercado art¨ªstico de Nueva York requiere alg¨²n comentario. Con algunas peque?as alternancias, forzadas por la naturaleza del espacio de exhibici¨®n, la distribuci¨®n de los artistas ha sido la siguiente. En la primera sala desde la entrada est¨¢n los cuadros de Menchu Lamas (Vigo, 1954), que muestra una serie de sus caracter¨ªsticas im¨¢genes esquem¨¢ticas, de fuerte naturaleza simb¨®lica y restallante cromatismo; inmediatamente despu¨¦s, espacialmente enfrentados, los cuadros de Ferr¨¢n Garc¨ªa Sevilla (Mallorca, 1949) y Jos¨¦ Mar¨ªa Sicilia (Madrid, 1954), el primero de los cuales ha alcanzado una cota deslumbrante con su peculiar mezcla de refinamiento y ocurrencias, mientras que el segundo reafirma la calidad densa y misteriosa de su pintura empastada.En la pen¨²ltima sala o espacio independiente, un conjunto de piezas variadas de Miquel Barcel¨® (Felanitx, 1957), cualquiera de las cuales posee la brillantez y el aplomo pict¨®ricos proverbiales en este joven creador, favorecido en talentos por los dioses, pero no sin dejarme particularmente impresionado las tituladas Tinta, vino, lluvia y Quelques objets dans le fleuve. Al final, Miguel ?ngel Campano (Madrid, 1948), que ha presentado el mejor lote de cuadros que le he visto en los ¨²ltimos tiempos.

Sobre la base de lo descrito, naturalmente cada cual se formar¨¢, a su gusto, el escalaf¨®n de sus personales preferencias. Sea como sea, no creo que nadie discuta la extraordinaria calidad del conjunto y, desde luego, la rentabilidad de la operaci¨®n, desde todo punto ejemplar.

Nada m¨¢s inaugurarse, ya hay un hecho incontrovertible de cara a la promoci¨®n: la entrada en el mejor circuito comercial norteamericano de Ferr¨¢n Garc¨ªa Sevilla y Jos¨¦ Mar¨ªa Sicilia, que as¨ª se incorporan a la senda ya conquistada por la obra pict¨®rica de Miquel Barcel¨®. Menchu Lamas, por su parte, tambi¨¦n est¨¢ exponiendo ahora, junto a Ant¨®n Pati?o, en la ICA de Boston, lo que tampoco no puede dejarse pasar por alto ni much¨ªsimo menos.