Nostalgia
(...) El 8 de mayo de 1945, fecha importante, marcaba el fin de un sue?o de dominaci¨®n del mundo. Pero Europa, desangrada ya 30 a?os antes, no era m¨¢s que un immenso y devastado cementerio. ¨²nicamente despu¨¦s del genocidio se liber¨® por fin a los ¨²ltimos supervivientes de los campos de conceritraci¨®n. Los m¨¢s l¨²cidos sab¨ªan ya que la alianza para derribar a la bestia no era una cruzada, sino una coalici¨®n entre dos visiones; irreconciliables del mundo y el futuro.Con una vitalidad desafiante se ha levantado la arruinada Europa. Sigue estando dividida en dos. Alemania se mantiene dividida, y Berl¨ªn Oeste, islote de Occidente cuya pervivencia no se pod¨ªa prever, es el testimonio de lo absurdo de este desgarramiento. Con el coste de inmensas p¨¦rdidas y de un esfuerzo prodigioso, la URSS contribuy¨® ampliamente a la victoria, Tambi¨¦n ha impuesto el comunismo fuera de sus fronteras a pueblos que siguen sin quererlo y que oscilan entre la sumisi¨®n aterrada de Praga al in¨²til despertar de la esperanza en Varsovia. Hoy, las celebraciones oficiales son mucho m¨¢s importantes en el Este que en el Oeste. Sin duda, porque el viejo himno de la victoria sobre el nazismo es el ¨²nico que se puede a¨²n cantar a coro con fervor en el bando socialista.
Las potencias industriales, con Alemania Occidental y Jap¨®n, reunidas en Bonn, "deploran la divisi¨®n de Europa" y evocan que "aspiran a un estado de paz en el que el pueblo alem¨¢n recobre su unidad por medio de su libre autodeterminaci¨®n". (...) "Nos sentimos orgullosos de que nuestros pueblos sean libres", proclaman los siete jefes de Estado. Es una forma de decir que otros pueblos no lo son y de denunciar un mal sin soluci¨®n. (...)
"Si Hitler hubiese invadido el infierno, habr¨ªa tenido palabras amables para con el diablo", dec¨ªa Churchill. (...) Bajo la exageraci¨®n de estas palabras, planteaba, desgraciadamente, el verdadero problema. (...)
8 de mayo
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