Puesto en libertad un violador, tras seis a?os de c¨¢rcel, al retractarse la v¨ªctima
El gobemador del Estado de Illinois, en Estados Unidos, ha reducido la sentencia de 25 a 50 a?os 4e prisi¨®n a que hab¨ªa sido condenado Gary Dotson por haber violado a la joven Cathleen Webb, a los seis a?os que ya hab¨ªa cumplido, despu¨¦s que la joven que le acus¨® de haberla violado cuando solo contaba 16 a?os de edad, se retractara y jurara ante el tribunal que juzg¨® a Dotson que minti¨® sobre el hecho para poder justificar las relaciones sexuales que manten¨ªa con su novio, ya que cre¨ªa que hab¨ªa quedado embarazada.Cathleen Webb, que cuenta en la actualidad 23 a?os, est¨¢ casada y tiene dos hijos, apareci¨® hace dos meses en televisi¨®n retractandose de su anterior acusaci¨®n, y m¨¢s tarde declar¨® ante el tribunal del condado de Cook que su conversi¨®n al cristianismo le imped¨ªa continuar viviendo con aquella mentira a cuestas. Richard Samuels, el juez del distrito de Cook, que hab¨ªa intervenido tambi¨¦n en el juicio inicial, desestim¨® en principio la petici¨®n del condenado de revocar la sentencia por falta de corroboraci¨®n de la v¨ªctima y bas¨¢ndose en la jurisprudencia que duda de la veracidad de este tipo de retractaciones.
Tampoco el gobernador del Estado crey¨® la nueva. versi¨®n de la supuesta v¨ªctima, bas¨¢ndose en que el proceso contra Dotson y las investigaciones policiales que precedieron a su condena apuntaban claramente a su culpabilidad. Sin embargo, dadas las declaraciones de Cathleen Webb, aunque no anul¨® la sentencia, se vi¨® obligado a poner en libertad a Dotson por el sistema de reducir su pena al tiempo que ya hab¨ªa cumplido.
Seg¨²n los juristas y los grupos feministas, el caso puede significar un retroceso en el trato a las mujeres que son violadas en Estados Unidos, ya que de la historia puede desprenderse la tesis de que no se puede creer en la palabra de las mujeres, por lo que existe el temor de que los juicios por violaci¨®n, que han sido tradicionalmente degradantes para las mujeres, ya que estas se ve¨ªan obligadas a probar no solamente su falta de consentimiento sino tambi¨¦n su probidad moral, vuelvan por sus viejos fueros a resultas de este arrepentimiento.
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