El Estado austriaco reafirma su vocaci¨®n neutralista ante las cuatro potencias garantes

"El Contrato de Estado, la neutralidad y la pertenencia a la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas seguir¨¢n, en el futuro, siendo los fundamentos de nuestra pol¨ªtica", manifest¨® ayer, ante las cuatro potencias garantes (Estados Unidos, Uni¨®n Sovi¨¦tica, Francia y Reino Unido), el ministro de Asuntos Exteriores austriaco, Leopold Gratz, durante la solemne conmemoraci¨®n del 30? aniversario de la firma del Contrato de Estado, que constituy¨® la actual Austria. En el mismo acto, el secretario de Estado norteamericano, George Shultz, y el ministro de Asuntos Exteriores sovi¨¦tico, Andrei Gromiko, insistieron en la necesidad de negociar.

Once ministros de Asuntos Exteriores extranjeros -los de las cuatro antiguas potencias ocupantes (EE UU, URSS, Francia y Reino Unido) y los de los siete pa¨ªses que tienen frontera con Austria (Hungr¨ªa, Checoslovaquia, Italia, Liechtenstein, Suiza, Yugoslavia y Rep¨²blica Federal de Alemania)- asistieron a la ceremonia. Tambi¨¦n participaron un representante de la ONU y el secretario general del Consejo de Europa, el espa?ol Marcelino Oreja.El acto se desarroll¨® en el marco barroco del palacio de Belvedere, construido hacia 1710 por el pr¨ªncipe Eugenio de Saboya, que derrot¨® a los turcos cerca de Be1grado y puso a Viena a las puertas de su esplendor. Ayer se escuch¨® en sus salas piezas de Haydn, Mozart y Beethoven, los tres grandes compositores que desde esta misma ciudad condujeron el desarrollo de la m¨²sica desde las postrimer¨ªas del barroco hasta la frontera rom¨¢ntica.

En el palacio Belvedere -que hoy aloja una gran parte de la obra de los pintores Oskar Kokoschka, Gustav Klimt y Egon Schiele- fue donde se firm¨®, el 15 de mayo de 1955, el Contrato de Estado de Austria. La firma tuvo lugar en la sala que ayer reuni¨® a los repre_ sentantes de los 11 Estados invitados. Concluida la ceremonia, el presidente austriaco, Rudolf Kirchschlaeger, y el canciller federal, Fred Sinowatz, invitaron a George Shultz, Andrei Gromiko, Roland Dumas y Geoffrey Howe a salir al balc¨®n para repetir ante los fot¨®grafos el saludo hecho por sus predecesores hace tres d¨¦cadas.

Las medidas de seguridad impidieron saber si la celebraci¨®n hubiera congregado ayer una muchedumbre comparable a la que invadi¨® los cuidados jardines M palacio el d¨ªa de la firma. AntoinePinay, el ex ministro franc¨¦s que suscribi¨® aquel acta, y que hoy tiene 93 a?os, todav¨ªa recuerda la respuesta de las masas en el telegrama de felicitaci¨®n que remiti¨® ayer a la Presidencia austriaca.

Otro superviviente, el brit¨¢nico Harold Macmillan, de 91 a?os, envi¨® tambi¨¦n su telegrama a Viena. En cambio, no hubo noticias de Viacheslav, Molotov, de 95 a?os, que sigue viviendo en la URSS.

El norteamericano John Fuster Dulles falleci¨® en 1959, y en 1965 muri¨® Leopold Figl, el ministro que represent¨® a Austria en la firma.

El acto de ayer resalt¨® el valor de la neutralidad y su capacidad de potenciar las buenas relaciones con los Estados vecinos.

Evitar una cat¨¢strofe

Andrei Gromiko reafirm¨® el deseo de la URSS de volver a la distensi¨®n para evitar una cat¨¢strofe nuclear y "detener la loca carrera de armamentos". "La Uni¨®n Sovi¨¦tica no permitir¨¢ que se instalen armas en el espacio, y en ese objetivo se concentran los esfuerzos de la pol¨ªtica exterior sovi¨¦tica".

Shultz" que alab¨® la funci¨®n activa asumida por la neutralidad austriaca y se declar¨® interesado por la voluntad negociadora expresada por el sovi¨¦tico en su intervenci¨®n previa, se?al¨® a la sala: "El tratado no supuso ninguna victoria de un lado sobre otro, sino una victoria para todos, una victoria para la raz¨®n y la paz".

El brit¨¢nico Geoffrey Howe record¨® que "los acuerdos sobre control de armamentos de los sesenta contribuyeron a sustentar un clima de esperanza y confianza". "Necesitamos", prosigui¨®, "tambi¨¦n ese clima en los ochenta".