Un espa?ol, emperador de Britania
El uso publicitario de las monedas por los pol¨ªticos romanos
Cuando Graciano env¨ªa a Magno Clemente M¨¢ximo como jefe del Ej¨¦rcito romano a Britania, no sab¨ªa que daba entrada a un nuevo emperador en la historia del Imperio Romano. Estamos en el tercio ¨²ltimo del siglo IV y queda ya lejos, en el tiempo y en el esp¨ªritu, ese saber hacer de los c¨¦sares de las familias Julioclaudiana o Severa. Los romanos, a 100 a?os de su ocaso, han perdido su norte y se dedican a dilapidar lo conseguido por otros.Magno M¨¢ximo usurpa el poder imperial de Graciano desde Britania y con sus soldados ocupa Galia e Hispania y se atreve a la invasi¨®n de la pen¨ªnsula italiana. All¨ª, a los cinco a?os justos de su alzamiento, muere cerca de Aquileia, un 28 de julio del 388 despu¨¦s de Jesucristo.
En este tiempo M. M. acu?a sus monedas de oro, plata y cobre en su capital, Londinium (Londres), adem¨¢s de Treveri (Trier), Lugdunum (Lyon), Arelate (Arl¨¨s) y Roma, entre otras ciudades. Monedas ¨¦stas que nos permiten tener hoy un retrato de un compatriota que lleg¨® a emperador. Pues si es cierto que no acu?¨® en Espa?a, sus cobres son casi comunes en nuestros mercados y podemos adquirirlos por algo m¨¢s de 1.000 pesetas. No as¨ª el s¨®lido ¨¢ureo o sus divisores, el semis y tremis, todo ellos de oro, que rondar¨¢n las 70.000 pesetas.
Este emperador espa?ol, como era costumbre en su ¨¦poca, utiliza la moneda como el mejor sistema de difusi¨®n publicitaria de su persona, y se nombra en ellas "Esperanza de los rornanos", "Restituidor de la cosa p¨²blica", al tiempo que aparece en los reversos de sus monedas sosteniendo una victoria o levantando la figura de Roma reclinada ante ¨¦l. En el anverso siempre vemos adornada su cabeza con la diadema que simboliza su divinidad.
Esta y otras muchas monedas, antiguas o modernas, pueden ser admiradas y compradas en el mercado numism¨¢tico que los domingos y festivos se organiza en la plaza Mayor de Madrid y las tiendas aleda?as o en la Real de Barcelona, y tantas y tantas otras citas domingueras de los coleccionistas de todo el territorio nacional, pues no creo que exista ciudad espa?ola de alg¨²n relieve que no tenga su correspondiente mercado numism¨¢tico.
Esta ¨¦poca que le toc¨® vivir a M. M. es numism¨¢ticamente interesante, pues la sucesi¨®n de augustos y c¨¦sares,junto a los usurpadores, dan para la posteridad un buen c¨²mulo de estos testimonios met¨¢licos que los antiguos nos legaron como fiel reflejo de su historia grande y peque?a; y, sobre todo, de su soberbia. Que suerte que es as¨ª, pues con esas monedas formamos nuestros monetarios, y en muchos casos la historia puede conocer la existencia de tales personajes s¨®lo por ellas.
Otros espa?oles llegaron antes al trono imperial y supieron dejar un mejor recuerdo de su vida y obra. De ellos hablaremos en el futuro.
CONSULTAS
Quienes deseen efectuar consultas numism¨¢ticas pueden dirigirlas a: Juan Cay¨®n EL PA?S DOMINICAL Miguel Yuste 40 28037 Madrid. Para ello deben enviar fotocopia o impronta del anverso y reverso de la pieza objeto de su pregunt
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