China y Portugal abrir¨¢n negociaciones sobre el futuro de Macao
China y Portugal anunciaron ayer que comenzar¨¢n una ronda negociadora para decidir el futuro de Macao. El anuncio fue hecho en un comunicado conjunto elaborado tras las conversaciones desarrolladas entre las autoridades chinas y el presidente portugu¨¦s, Antonio Ramalho Eanes, que efect¨²a una visita a China de seis d¨ªas.Seg¨²n el comunicado, las conversaciones entre ambos Gobiernos sobre Macao se desarrollaron en "un ambiente cordial", en el que ambas partes "evocaron con satisfacci¨®n el acuerdo de 1979, cuando se establecieron relaciones diplom¨¢ticas entre China y Portugal". Eanes afirm¨® ayer que todav¨ªa no se ha fijado una fecha para el comienzo de las negociaciones.
Macao, situado en una pen¨ªnsula y dos peque?as islas pr¨®ximas a Hong Kong, y con una superficie de 16 kil¨®metros cuadrados, se convirti¨® en colonia portuguesa en 1557. Lisboa reconoci¨® en 1979 la soberan¨ªa de Pek¨ªn sobre el territorio, que China prefiri¨® que siguiese bajo administraci¨®n portuguesa hasta "el momento oportuno" para su devoluci¨®n.
Por voluntad de Pek¨ªn, el gobernador de Macao, que dispone pr¨¢cticamente de todos los poderes en el territorio, depende directamente de la presidencia de la Rep¨²blica portuguesa. Los dirigentes chinos no quer¨ªan que la peque?a comunidad macaense, de medio mill¨®n de habitantes, se convirtiera en un polo de difusi¨®n de la agitaci¨®n e inestabilidad que imperaban en Portugal.
El actual gobernador, almirante Almeida Costa, ex consejero de la revoluci¨®n y amigo personal del general Eanes, ha favorecido poderosamente la chinizaci¨®n de Macao, anulando progresivamente los poderes, privilegios e influencias de la minor¨ªa luso-macaense (12.000 personas), que juegan desde hace siglos el papel de intermediario entre Pek¨ªn y Lisboa.
El ejemplo de Hong Kong y de las dif¨ªciles negociaciones entre China y Reino Unido acerca del futuro de la colonia brit¨¢nica ha inspirado a los dirigentes de Lisboa la estrategia seguida en el caso de Macao y que, seg¨²n Almeida Costa, consiste en sacar el m¨¢ximo provecho de su propia debilidad frente al poderoso gigante chino: no se cuestiona la soberan¨ªa china sobre el territorio, no hay fuerzas militares en Macao y la existencia del peque?o enclave depende exclusivamente de la voluntad de Pek¨ªn.
Naturalmente, Lisboa desea que esta coexistencia pac¨ªfica dure el mayor tiempo posible, sobre todo ahora que la nuevas perspectivas abiertas por el ingreso de Portugal en la CEE han provocado un boom econ¨®mico sin precedentes en Macao.
De momento, Pek¨ªn parece compartir la misma filosof¨ªa, y los diplom¨¢ticos chinos en Lisboa han repetido siempre que "no hay motivo urgente para alterar la actual situaci¨®n y que el estatuto ser¨¢ cambiado posteriormente y de mutuo acuerdo". ?ltimamente, sin embargo, la comunidad macaense manifest¨® un cierto desasosiego frente a una serie de rumores, seg¨²n los cuales el calendario establecido para la reintegraci¨®n de Hong Kong a China (prevista para 1997) se aplicar¨¢ tambi¨¦n a Macao.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.